Beethoven versus “I'chaikovsky
Beethoven versus “I'chaikovsky uando se anuncia un programa que Cie la contundente presencia conjunta del Concierto para violín de Beethoven y la Sinfonía N* 5 de Tchaikovsky el interés por presenciarlo se hace notar de inmediato. Así lo demostró la reciente fecha de la temporada de la Orquesta Clásica Usach con ambas obras en su Aula Magna repleta. No cabía un alfiler. Había completa seguridad de que sería una jornada de esas que no se olvidan, teniéndose el sello de calidad ultra conocido de quien comandaría la interpretación: David del Pino, director titular de esa agrupación.
Comentario de música Beethoven versus "I'chaikovsky Beethoven versus "I'chaikovsky décadas, permitiéndose escribir sobre ella con el título de "Del Pino en su salsa". Porque su batuta, de completa y reconocida afinidad con el repertorio ruso, llevó esta obra a la cima de la excelencia. Esta vez repitió el logro sin merma alguna. Su nueva versión se percibió dominada por una sobria nobleza que supo manejar sin descuidar detalles, desde el sombrío y pausado comienzo al éxtasis sonoro final. En tal sentido se revivieron los impactos del ascenso temático inicial con el tan recurrente tema del destino, la expresiva serenidad del David del Pino, gran maestro. Todo debía ser perfecto, pero no alcanzó a serlo, porque hubo un desequilibrio en los resultados de sus dos partes. Fue magnífica la segunda y con problemas la primera. El solista de la obra beethoveniana, el violinista argentino Gustavo di Giannantonio, mostró constantes desencuentros con la justa afinación, sobre todo en el extenso movimiento inicial, portador de comprometedores pasajes y la obligaEXTENSIÓN USACH. USACH. da secuencia (cadenza) de total desnudez instrumental.
En la siguiente sección más lenta (Larghetto) y en el ágil Rondó final los desajustes sonoros se aminoraron mucho y brotó mayor expresividad, pero ese largo comienzo, que supera la mitad de la obra, ya había hecho lo suyo. La labor conductiva de Del Pino fue ejemplar, como lo fue su ciclo sinfónico completo de Beethoven el año pasado. En la Quinta Sinfonía de Tchaikovsky sí se disfrutó de la más absoluta perfección.
Este columnista aún retiene el impacto de aquella ocasión tan grandiosa en que el maestro Del Pino la dirigió frente a la Sinfónica Nacional hace dos segundo movimiento interrumpida por el arrebato emocional provocado por la nueva arremetida de ese motivo, la delicadeza del vals pleno en rubatos y, claro, ese final victorioso que trajo una ovación final muy prolongada y sonora. La Orquesta Clásica Usach, aquí crecida en su tamaño habitual, ofreció este programa, como toda su temporada, con entrada absolutamente liberada..