Los 440 años del Seminario Pontificio Mayor de Santiago
Los 440 años del Seminario Pontificio Mayor de Santiago 9. Siguiendo las indicaciones de la Santa Sede (Ratio Fundamentalis, 2016), la formación de sacerdotes apunta a jóvenes humana y afectivamente maduros. Para lo cual el seminarista trabaja en la integración de su propia personalidad y de su historia, con sus fragilidades y heridas.
Para ello cuenta con el acompañamiento sistemático de sus formadores y también con el recurso a la psicología y sus procesos terapéuticos. "Sobre una base humana madura se puede asentar bien una espiritualidad sólida y un sentido de servicio al país y a la Iglesia", destacaron desde el seminario. En la primera foto de la izquierda, los seminaristas Patricio Infante y Andrés Fernández, atrás Joaquín Ochagavía, en las actividades del Mes de María.
En las otras, monseñor Fernando Chomali, arzobispo de Santiago --quien ingresó al Seminario en 1984, se ordenó sacerdote en 1991 y será creado cardenal el próximo 8 de diciembre, en Roma--, ofició junto a los padres Celestino Aós, Alberto Lorenzelli, Héctor Gallardo, el seminarista Bastián Lepe y toda la comunidad del Seminario un misa de aniversario, el pasado 7 de octubre. 12. "Confío en Dios que en unos años pueda ser sacerdote", dice Milton Fuentes, seminarista en su sexto año de formación. "En el Seminario Pontificio de Santiago he podido recibir una formación que ha contribuido en mi desarrollo tanto humano como espiritual. Todos estos años han fortalecido y consolidado la llamada inicial que Dios me ha hecho a través de la Iglesia. El ambiente fraterno, la sabiduría y disponibilidad de los formadores, y las múltiples oportunidades de encuentro con Jesucristo han sido decisivos en mi discernimiento y formación. En este aniversario 440 del Seminario solo puedo agradecer por incorporarme a la tradición de esta institución. Sé que han existido altos y bajos, luces y sombras, como en toda obra humana.
Pero también veo que la providencia de Dios ha ido conduciendo a esta casa de formación para lograr formar sacerdotes que puedan anunciar a Jesús con fidelidad y coherencia, con espíritu de servicio y esperanza, de manera elocuente para las coordenadas culturales y anhelos del corazón humano en la actualidad.
Confío en Dios que en unos años pueda ser sacerdote y consiga poner por obra todo lo aprendido aquí". 11. "Doy gracias a Dios por su llamado y el Seminario", dice el padre José Bravo (en la foto, en un desfile), sacerdote diocesano del Obispado Castrense de Chile, capellán de la Armada en la Tercera Zona Naval, en Magallanes, la Patagonia y la Antártica Chilena. "El Seminario es un hito fundamental en mi vida. Fue mi casa, lugar de acogida y formación durante ocho años. Llegué en 1997, luego de un par de años de universidad, buscando responder al llamado de Dios. En el Seminario se construyeron los cimientos de lo que soy como sacerdote, conocí a santos y buenos sacerdotes. Recibí una formación integral, un encuentro personal con Nuestro Señor Jesucristo, una formación humana, espiritual e intelectual de excelencia, que me ha acompañado en mi camino y ministerio sacerdotal". 6.
Ante una profunda crisis de la identidad sacerdotal en torno al Concilio Vaticano II (1962-1965), pocos seminaristas y en un ambiente socialmente convulso (toma de la PUC en 1967, toma de la Catedral en 1968), se intentó un modelo de formación de los seminaristas insertos en medio de las parroquias y el trabajo, con un fuerte sentido comunitario y vivencial de la fe.
Se le denominó el "Seminario experimental". Sin embargo, ante la falta de unidad en los criterios formativos, el cardenal Silva Henríquez promovió un nuevo modelo de Seminario, que se inició en marzo de 1972 (en paralelo al Seminario experimental) y fue en la casa de retiros de Las Rosas, en la comuna de Puente Alto. Ese año llegaron 17 seminaristas. En la foto, el cardenal Raúl Silva Henríquez junto al padre Vicente Ahumada, una religiosa y seminaristas, en Las Rosas en los 70.10. Desde fines de 2021, Fernando Valdivieso (en la foto, con el seminarista Gonzalo Saldia) asumió como rector del Seminario Pontificio.
Hoy se dice un agradecido de su historia y se encuentra dedicado a la formación de buenos sacerdotes para Chile. "Nuestra casa procura hacer vida la comunidad de los discípulos en torno a Jesús, aprendiendo todos --formadores y seminaristas-a seguir más de cerca al Maestro", comentó Valdivieso a "El Mercurio". "De ese modo, nos disponemos a consagrar nuestra vida al servicio del Reino de Dios. Nos reconocemos hermanos de los hombres y mujeres de este mundo, para quienes ofrecemos nuestra vida como servicio", agregó. 7. A su actual domicilio, e n W a l k e r M a r t í n e z 2020, La Florida, el Seminario se trasladó en 1976. Ese año contaba con 60 seminaristas. En 1982 se terminó la construcción del Seminario, que cuenta con un templo mayor, edificios para los seminaristas, salas de clases, una biblioteca y un parque. En 1987, durante su visita apostólica a Chile, el Papa Juan Pablo II también llegó a estas instalaciones (a la izquierda), siendo recordado por los vecinos más antiguos de Walker Martínez. En 1988 fue la visita del entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger, futuro Papa Benedicto XVI. En la segunda foto de la izquierda, un grupo de seminaristas, en 1985, instalando una cruz en el Seminario. A la derecha, de azul, se puede ver a monseñor Fernando Chomali. E ste año ha sido de festejos para el Seminario Pontificio Mayor de Santiago de los Santos Ángeles Custodios, ya que han querido conmemorar al máximo sus 440 años de existencia.
Sin interrupciones a través de su historia, el seminario es el tercero fundado en América Latina (después de Quito y Bogotá) y, además de muchos obispos y sacerdotes, por él también han pasado importantes personajes de la historia de nuestro país.
El próximo sábado 30 de noviembre, por ejemplo, el seminario --en la foto superior derecha, algunos seminaristas de hoy con sus formadores-se abrirá a la comunidad, invitando a participar en un encuentro de oración que espera poner especial foco en agradecer su historia, pedir por las vocaciones y prepararse para el Jubileo de 2025.
Sin duda, una de las actividades más esperadas por ellos de este año y que se suma al recorrido que en él se hizo para el Día del Patrimonio y a la especial celebración que se realizó por el Día de los Santos Ángeles Custodios (7 de octubre). Además, por estos 440 años, el seminario ha regalado una estampita conmemorativa a sus cercanos y a quienes visitan la institución.
En Facebook, Instagram, YouTube, Spotify y en su página web, en tanto, han publicado testimonios de exalumnos, junto a videos con la historia del Seminario contada por el padre Jorge Falch (1928-2011), un material inédito que fue grabado en 2010. Aquí, un recorrido desde sus orígenes, con varios de sus protagonistas. Los 440 años del Seminario Pontificio Mayor de Santiago EQUIPO SOCIEDAD Por sus celebraciones, el próximo sábado 30 de noviembre abrirá sus puertas a la comunidad: 1. El Concilio de Trento (1545-1563) buscaba responder a las críticas de quienes fueron parte del proceso de la Reforma protestante, liderada por Martín Lutero (1483-1546), e impulsar una renovación para la Iglesia Católica Apostólica Romana. Para esto se estableció la institución de los seminarios, nombre que se le otorgó en el concilio. La palabra viene del latín "seminarius" y hace referencia a la semilla que se siembra para luego germinar.
Allí asistió el tercer obispo de Santiago, el franciscano fray Diego de Medellín, en la imagen de origen desconocido y que se encuentra en el Museo del Carmen de Maipú, quien promovió que Chile tuviera pastores nacidos en nuestro territorio. Es así como en 1584, se fundó el Seminario ubicado junto a la catedral de Santiago. En ese momento, solo habían pasado 43 años desde la fundación de Santiago por Pedro de Valdivia, 12 de febrero de 1541. El primer rector fue Francisco de la Hoz (1584-1597), sacerdote que llegó a Chile como militar y que dio el puntapié inicial casi sin medios económicos ni docentes. 2.
En 1601, el obispo de Santiago, fray Juan Pérez de Espinoza, en el retrato de origen desconocido y que se encuentra en el Museo del Carmen de Maipú, preocupado por las condiciones del Seminario compró un terreno a los Dominicos en calle Catedral. La propiedad tenía una viña y permitía la crianza de unas mil ovejas, además de cabras y bueyes. Contaba con un patio principal, salas, capilla, refectorio (sala destinada a comedor de los monjes en los monasterios y conventos), cocina y un gallinero. Este edificio albergó el Seminario durante la Colonia (1601-1813), época también que sufrió muchas transformaciones por incendios y terremotos. En este tiempo, el Seminario pasó a llamarse "del Santo Ángel de la Guarda". El número de seminaristas oscilaba entre los 7 y 14. El máximo, en la segunda mitad del siglo XVIII, llegó a ser de 16 miembros. Tras la expulsión de los jesuitas (1767), el Seminario siguió funcionando y sus miembros tuvieron que hacerse cargo de varias funciones que quedaron vacantes.
Posteriormente, en 1813, José Miguel Carrera creó la Junta de Educación y estableció la fusión de los centros educacionales que existían en ese momento: la Universidad de San Felipe, el Seminario, el Convictorio Carolino y la Academia de San Luis. En total fueron unos 22 años de fusión, y en este tiempo el número de seminaristas oscilaba en torno a los 16. Al recuperar su autonomía, en 1835, el Seminario contaba con nueve alumnos --mientras que el Instituto Nacional tenía 433--. En 1837, se instaló en la actual calle Riquelme con Moneda. 4. En 1857, el Seminario se trasladó a la calle Seminario, en la comuna de Providencia.
En esa sede hubo tres distintas secciones: una p a r a s e g l a r e s, q u e aprovechaban la excelencia académica del Seminario sin perspectiva sacerdotal; una sección eclesiástica, y desde 1888, otra sección llamada San Pedro Damiano, orientada a los jóvenes campesinos. Esta última recibió a un joven José María Caro (arriba), quien llegaría a ser el primer cardenal de Chile. En este período fue una de las instituciones educativas más prestigiosas de América Latina.
En 1929 recibió el título de " P o n t i f i c i o ", c o m o muestra de su excelencia formativa y adhesión a la Santa Sede en medio de las tensiones en el plano de las relaciones Iglesia-Estado. La gran capilla, actual Parroquia de los Santos Ángeles Custodios, en la imagen superior izquierda, a principios del siglo XX, se terminó de construir en 1898. Abajo, dos fotos del interior del Seminario, un dormitorio y la biblioteca. EN MEDIO DE LA CRISIS DE LA IGLESIA EN CHILE (2010-2018). 8.
La comunidad del Seminario se vio golpeada por los escándalos de los abusos en la Iglesia, que se dieron a conocer principalmente con el caso Karadima (2010), a raíz de las denuncias de Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, junto a la investigación de Informe Especial (TVN). "Desde la óptica de quien quiere entregar la vida a Dios en el sacerdocio, constatar la utilización de este ministerio para sí mismo, dañando a los más frágiles, aquellos que le han sido confiados, es una contradicción atroz", expresó el rector del Seminario, Fernando Valdivieso, a "El Mercurio". "Desde esta motivación, el Seminario se comprometió con determinación en los esfuerzos de la Iglesia por la transformación de sus prácticas hacia la promoción de ambientes sanos y de la cultura del cuidado", agregó. Esto ha incluido la revisión de los objetivos formativos y sus herramientas.
Además, desde el Seminario aseguran que han hecho esfuerzos por contactarse con el testimonio de víctimas de abuso eclesiástico, comprometiéndose "decididamente para un nunca más". El proyecto formativo actual Padre Fernando Valdivieso, rector del Seminario 3.
A principios de 1852, el obispo de Santiago de los años 1848 a 1878, Rafael Valentín Valdivieso, nombró a Joaquín Larraín Gandarillas (1822-1897), en la imagen anónima, como rector del Seminario, cargo en el que estuvo 25 años, entre 1853 y 1878. Antes de asumir, Larraín Gandarillas se dedicó a recoger experiencias de seminarios y centros educacionales en Estados Unidos y Europa, tomando posesión de su cargo un año y medio después. En ese momento, incorporó al seminario una visión actualizada de los modelos de formación. En 1854, tuvo la iniciativa de celebrar el Mes de María desde principios de noviembre, para culminarlo el 8 de diciembre, costumbre que se expandió desde el Seminario por todo el territorio nacional. Fue también el primer rector de la Universidad Católica de Chile, desde 1888 hasta su muerte, en 1897.5. En las décadas previas al Concilio Vaticano II (a la derecha) y en medio de un ambiente de búsqueda de renovación eclesial, el Seminario se trasladó a Apoquindo, hoy actual Parroquia de la Transfiguración. En Apoquindo, los seminaristas acudían al Palacio Ghigliotto, de la Alameda 224, para sus estudios en la Facultad de Teología de la Universidad Católica. En torno a 1959, las ordenaciones sacerdotales al año eran en promedio 4,8. En 1961, el Seminario Menor se separó totalmente del Mayor, bajo la conducción del cardenal Raúl Silva Henríquez (1907-1999).. - - - - -