Pericia Unesco: Fuego afectó a 222 moáis de cantera en Rapa Nui
"Hay 22 moáis que están en estado más grave y requieren una intervención pronta para evitar que se nos deterioren mucho más y que se pierdan.
Porque están en tan mal estado de conservación que el siguiente paso es que se pierdan", resume la conservadora y arqueóloga Daniela Meza al referirse al diagnóstico que, por encargo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), encabezó para evaluar los impactos del incendio forestal de octubre pasado en la cantera del volcán Rano Raraku (Isla de Pascua), el lugar donde los antiguos rapanuís esculpían los moáis.
El trabajo fue realizado junto a profesionales de la etnia entre marzo y mayo, con el objetivo de evaluar la situación del patrimonio legado por los antiguos rapanuís que, entre los siglos XI y XVII, hallaron en la lava del volcán la materia prima para crear esa tradición escultórico-religiosa. La prospección estableció que el fuego, que abarcó el interior del cráter y parte de la ladera exterior del volcán, afectó a 358 estructuras arqueológicas, de las cuales 222 corresponden a moáis. El resto comprende bloques labrados, arte rupestre, casas hare paenga, terrazas, fogones umu pae y muros, entre otros. Del total de estructuras, el 83% sufrió cambio de color y el 75% tenía hollín adherido en su superficie. De una escala que va entre 1 a 4, el nivel de daños por esta causa llegó a 2,5.
El 70%, además, presentaba su superficie alterada por un fenómeno que fue denominado "deplacamiento"; es decir, separación física en una o varias capas de la roca, con láminas o escamas que se levantan en forma paralela a la superficie de la piedra, consecuencia de procesos mecánicos. El nivel de daños también fue de 2,5 en la citada escala. Daniela Meza sostuvo que, por fortuna, el fuego no alcanzó una temperatura tan alta que llegara a fragmentar la piedra.
Pero las alteraciones que causó se suman a la que estas esculturas están sufriendo por el efecto erosivo del clima, con lluvias y cambios de temperatura. "Empiezan a agrietarse, a desprenderse placas hasta que un día se fragmenta totalmente", alertó. "Es probable que el próximo año veamos un poco más de grietas; en tres años, muchas más, y se va acelerando el proceso. Lo que debía ocurrir en medio siglo, se verá en un lustro", aseveró.
La representante de Unesco en Chile, Claudia Uribe, advirtió que las medidas por adoptar en este sitio que es parte del Patrimonio de la Humanidad, "tanto en el corto como en el largo plazo, son urgentes". "Los bienes arqueológicos del sitio Rano Raraku se han visto afectados no solo por los incendios, sino por agentes climáticos, biológicos e hídricos. El agua penetra en la roca y le va provocando fisuras, grietas y deplacamiento. A su vez, la erosión y la presencia de líquenes van disgregando la roca.
En el caso de los moáis, van perdiendo sus rasgos estilísticos", alertó. "Hasta el momento, las alteraciones detectadas en los bienes arqueológicos no están en un rango de gravedad tan alta, pero con el paso del tiempo y agentes como agua y vegetación, lo van a estar", puntualizó. La línea de acción más apremiante es aplicar métodos de control del biodeterioro y tratamientos para consolidar e hidrofugar (aplicar una sustancia que evita la humedad) en la roca.
El método que combina devolver la resistencia mecánica a la toba volcánica y la hidrorrepelencia ya ha sido aplicado en dos moáis del lado interior de la cantera que da al cráter por el Easter Island Statue Project, de la inglesa Jo Anne van Tilburg, y en otros 19 moáis del resto de la isla en diferentes iniciativas, algunas con apoyo de Japón y Alemania. El método está validado por el Consejo de Monumentos Nacionales para la conservación, aunque --aclara-no mitiga la acción directa del fuego en la piedra. El costo de monitorear y tratar los 22 moáis más afectados alcanza a los US$ 425 mil, explicó Daniela Meza. Obtener recursos es una preocupación de la comunidad indígena Ma'u Henua, que administra el Parque Nacional Rapa Nui, ya que sus ingresos dependen del turismo, que solo ha recuperado un tercio de los niveles prepandemia.
Su directora, Nancy Rivera, hizo ver que el costo del plan de conservación estatuaria que está surgiendo del diagnóstico posincendio se suma al de mantención del parque y que involucra cortar el pasto en torno a los sitios arqueológicos, que son miles, para evitar que un nuevo incendio vuelva a dañarlos.
La subsecretaria del Patrimonio, Carolina Pérez, destacó que un convenio de colaboración firmado con el municipio de Rapa Nui destinará $500 millones a la gestión del sitio. "Es necesario crear cortafuegos, en especial en los sitios arqueológicos. Además, se reparará infraestructura y se reforzará la vigilancia para evitar situaciones como las de 2022", explicó. Rivera detalló que esos recursos están destinados solo a los costos operacionales de Ma'u Henua. Junto con mantener el parque y conservar moáis, emprenderá una campaña contra la práctica ganadera de quemar pastizales y que desde 2021 causó incendios que dañaron 700 sitios arqueológicos isleños.
Urge someter a preservación a otros 22, tras incendio de octubre Pericia Unesco: Fuego afectó a 222 moáis de cantera en Rapa Nui MAURICIO SILVA Al cambio de color y cubierta de hollín se suma el levantamiento de láminas o escamas en su superficie de piedra. El plan es aplicar consolidantes e hidrorrepelente cuyo costo, en los casos más graves, es US$ 425 mil. IMPACTO. -El fuego, originado en prácticas ganaderas, altera el color y descascara la toba volcánica de las estructuras. MUNICIPALIDAD DE RAPA NUI `` Las llamas sobre las estatuas causan una repentina alza de temperatura, seguida de enfriamiento rápido. Ello genera microfisuras en la capa exterior y abre vías a microorganismos".. ............................................................................. DANIELA MEZA CONSERVADORA `` Las alteraciones en los bienes arqueológicas no están en un rango de gravedad tan alta. Pero con el paso del tiempo, y con agentes como agua y vegetación, lo van a estar".. ............................................................................. CLAUDIA URIBE UNESCO-CHILE Pericia Unesco: Fuego afectó a 222 moáis de cantera en Rapa Nui.