FRANCISCA CERDA: “Nunca me he sentido discriminada”
FRANCISCA CERDA: “Nunca me he sentido discriminada” A nte todo: mujer, madre y escultora. Con 80 años esta feminista que ha "amado a los hombres", se declara "proaborto, porque uno es dueña de su cuerpo". Sin embargo, explica: "nunca aborté. Me habría encantado tener más hijos, porque vengo de una familia numerosa (4 hermanos más) y aclanada". Francisca Cerda (1943) habita una casa rodeada por cerros metropolitanos y vegetación nativa. En La Florida comparte una parcela donde también vive la familia de su hija Pancha. Su hijo mayor vive en el sur. Ambas construcciones son obra del arquitecto Alejandro Aravena. "Las hizo cuando recién salía de la universidad", cuenta orgullosa en medio del amplio jardín, donde incorporó dos de sus árboles favoritos: un jacarandá y un haya. Riega con el reciclado del agua que compra a un camión aljibe. Al fondo del terreno Francisca Cerda levantó un enorme galpón premunido de mesones, tecles, herramientas y materiales diversos. Hay maquetas de todas sus épocas artísticas (cerámicas, arcillas, yesos, aluminios) y aparecen esculturas que se incorporaron a la historia del arte chileno.
En los altos tiene un pequeño taller donde usa una prensa roja --como sus volúmenes-para dar relieve a papeles gofrados e imprimir xilografías y linograbados únicos que se exhibirán, del 7 al 31 de marzo, en el la galería Bosque Nativo de Puerto Varas.
Evaluando la escultura La artista --exalumna de Colvin, Vásquez y Garafulic-sobrevivió tiempos difíciles como mujer y artista, "aunque siempre conté con el apoyo de mi exmarido, mientras nuestros hijos lo requerían". En sus inicios pasó "10 años sin vender nada". Luego, las cerámicas que apoda "gordas" cambiaron su destino.
Después de exhibir en Venezuela, en 1984, "seguí vendiéndolas. ¡Fue el destape! ", recuerda alegre. --¿ Cómo enfrentaste el período entre 1974 y 1980, cuando eras docente en la Facultad de Artes de la U. de Chile? "Kurt Herdam era el Decano y yo era profesora asistente... me pagaba por los talleres de escultura y dibujo como si fuera ayudante. Entonces, ganaba lo mismo que haciendo 6 horas de clases escolares.
Hablé y me ofreció la dirección del área, pero no acepté, no estaba de acuerdo con ese gobierno. --En los '90, en la escultura chilena había más hombres que mujeres. ¿Te sentías una igual frente a los escultores? "¡ Siempre! Nunca me he sentido discriminada, incluso en los concursos públicos he sido una más.
En el certamen organizado por el Ministerio de Obras Públicas en Palena gané a dos relevantes escultores con "Puente del Encuentro" (1995), representando la unión entre Chile y Argentina con láminas de aluminio y acero inoxidable brillante.
Reflejan la naturaleza siempre cambiante y los vínculos comerciales, turísticos y geográficos, en un espacio transparente y sinuoso cual río. --¿ Quedó satisfecha del resultado escultórico del monumento al Padre Alberto Hurtado? "Marta Colvin decía que lo difícil es lograr que `una escultura quede bien solucionada por todos lados'. En ese sentido, quedó bien. Tenían que verla quienes circulan desde poniente a oriente y al revés y, también, por los lados. Fue hecha en placa de fierro. Formé a los niños y al Padre Hurtado en el vacío.
Es una pieza autosoportante que, además, permite ver que adelante es atrás y viceversa". Obras en el espacio público --Ganaste el certamen del monumento al expresidente Jorge Alessandri. ¿Fue un hito escultórico? "Don Jorge Alessandri fue un gran desafío. Era un personaje famoso. ¡Fue difícil hacer mi primera escultura monumental!". --Había vuelto de su beca en Inglaterra, ¿estabas muy empoderada para abordar esa escala en 1993? "Mucho.
Por eso me dije: ¡ voy a tratar! Hice el encargo: "que lo represente". Por eso observé sus caricaturas en la revista Topaze, reconstruí su imagen con testimonios de la gente, miré fotos buscando la bufanda, el sombrero y sus ropas; hice los paseos de la calle Phillips a La Moneda, me fijé en sus gestos y actitudes.
Observé que usaba el brazo derecho arriba y dejaba colgando el brazo izquierdo con el sombrero en la mano". "En 1994, durante la inauguración --recuerda sonriente--, "una sobrina nieta me dijo: "¡ si se le ven hasta los ojos azules!". Todos quedaron felices y yo también. Es una escultura interesante.
El movimiento del abrigo se toma el espacio y el sombrero también, aunque para mí su forma de ser era más bien rígida, estática". --Fue una encomienda inusual, pues entonces no se encargaban muchas piezas conmemorativas. "¡Así es! Samuel Román había hecho, mucho antes, el monumento muy interesante que es `Las educadoras'. Otros eran muy antiguos. Ya no se hacían. Allende y Frei surgieron después. --En el parque de la Municipalidad de Providencia no hay una obra tuya. "Nunca quise participar hasta que se fue Pinochet. Después presenté un proyecto para los puentes. No gané. Allí hay muchas obras que han sido regaladas y tampoco estoy de acuerdo con eso, porque tiene que haber un equipo curatorial profesional que seleccione las obras.
Regalar una escultura no es criterio suficiente para emplazarla ahí". --O sea, las piezas donadas ¿ son escultóricamente deficientes? "Creo que algunas están fuera de escala, podrían tener mejores composiciones, hacer uso de materiales más adecuados para la intemperie y considerar otros factores que determinan el nivel profesional necesario para emplazar responsablemente una obra en un espacio público. Además, tampoco están bien resguardadas. Hace cuatro meses sustrajeron `Recurso Humano', de Fernanda Cerda.
Debieron robar ese bronce con tecle, grúa y camión burlando la seguridad de la comuna. ¡Nadie hizo ni dijo nada!". --Talca tiene sus obras "Las Manos" y "Colina". ¿Cómo llegaste a ese Parque Escultórico? "Es un caso diferente. Ha sido una excelente experiencia que partió durante el rectorado de Álvaro Rojas. Dirigiendo esa universidad tuvo la visión para invitar a artistas, conseguir el financiamiento y sacar la escultura de Santiago.
Logró que esa ciudad recuperara su tradición cultural". --¿ Qué la motivó a aceptar la publicación del libro-homenaje sobre sus 50 años escultóricos en la Universidad de Talca? "Iba a cumplir 80 años y, como dijo Neruda: `confieso que he vivido'. Me pareció buena idea aceptar la propuesta editorial de reunir parte relevante de mi obra escultórica en un libro de 180 páginas, para dejarlo como testimonio". ENTREVISTA Un recorrido por su vida y obra FRANCISCA CERDA: "Nunca me he sentido discriminada" CAROLINA ABELL SOFFIA "Alada", acero pintado, 100 x 60 x 20 cm, 2019. "He vivido una vida bien vivida", dice la artista y académica de número de la Academia de Bellas Artes. Las esculturas en el espacio público son parte crucial de su trayectoria. Aquí la artista en 2010, junto a "La pensadora" (hoy en calle La Pastora). ALEJANDRO HOPPE "Construyendo confianza", ubicada en el edificio de la Asociación Chilena de Seguridad, Concepción. CLAUDIO QUIROZ / ARCHIVO DE LA ARTISTA Esculturas en el jardín. La artista convive con sus obras en los cerros aledaños a Santiago.
CAROLINA ABELL Su incursión en el grabado y el color Francisca Cerda relata que en la escultura resultó difícil usar varios colores en una sola pieza "porque se produce una fuerte competencia con la forma", explica.
Además, respetando su tendencia a buscar nuevos modos de concretar ideas y sueños se integró, en 2019, al taller de María Teresa Williams. "Trabajando junto a otras artistas, relata, he tenido una experiencia novedosa y enriquecedora. La escultura es muy solitaria". --¿ Cuántas copias hace en sus ediciones? "Hago ediciones variables. No son copias.
Son impresiones de una imagen con diferentes colores; por tanto, cada xilografía --grabado impreso con una matriz de madera en bajorrelieve-es una obra única". --¿ Cómo es irrepetible, si usa las mismas matrices? "Cada una es única porque cambio los colores de las tintas, pero también las posiciones de las matrices.
No me interesa hacer imágenes idénticas ni numeradas, aunque por orden las agrupo por tema en series". --Estudió el color para la escultura en Londres. ¿Le ayudó eso para la gráfica? "Ahora me abrí más a la cromía.
Retomé el juego del color: mezclar, superponer para lograr transparencias, conseguir matices y contrastes... Me encanté con la libertad que ofrecen las matrices móviles, ¡me fascina el hacer creativo! " --En su caso, ¿los gofrados son paso intermedio entre lo tridimensional y lo bidimensional? "Sí. Creo matrices con diferentes materiales igual que en la escultura y así obtengo relieves profundos.
Luego, aprieto la matriz sobre el papel de alto gramaje, con o sin tinta, hasta que el rodillo de la prensa pasa por encima y saco la imagen en sobrerrelieve positivo". --¿ Compone en directo o con bocetos? "Compongo con gubias a pulso. Uso líneas sinuosas y hago incisiones diferentes para lograr texturas fuertes o sutiles produciendo un trabajo más libre y expresivo. Investigo también con papeles y tintas de colores que preparo". --Y, ¿qué pasa con los errores? "Los dejo para que vean que las obras no fueron hechas por una máquina. Así ¡ se humanizan! Espero que las gocen tanto como he disfrutado haciéndolas". Este año la artista comienza la celebración de sus 50 años de creación escultórica.
La Universidad de Talca lanzará, bajo su sello editorial, la primera monografía sobre su obra y al homenaje se suma su exhibición "Xilografías y Gofrados" en Puerto Varas. "Laberinto naranja", xilografía, E/V, 70 x 50 cm, 2023. FRANCISCA CERDA FRANCISCA CERDA.