Perspectiva de Género en salud mental: Reflexión desde el trabajo social clínico
Perspectiva de Género en salud mental: Reflexión desde el trabajo social clínico Opinión Yordanna Ovando Trabajadora Social Directora Colegio de Trabajadores Sociales Provincial Aysén Perspectiva de Género en salud mental: Reflexión desde el trabajo social clínico La salud mental de las mujeres ha sido moldeada por construcciones sociales y políticas que perpetúan estereotipos de género, relegandoles a una posición de fragilidad.
Históricamente, el patriarcado ha dominado as esferas materiales y subjetivas del ser mujer, influenciando incluso a psiquiatria, que con frecuencia ha patologizado las características te men n as :jroI Hanisch (1969) en su obra “lo personal es político”, nos recuerda e las mujeres no están enfermas, sino que enfrentan problemas structurales como la desigualdad salarial y, social, de acceso a salud mo un derecho, la maternidad desde la corresponsabilidad, entre otras arreras que debemos enfrentar de manera cotidiana a psiquiatría tradicional, a menudo carente de sensibilidad de ro, ha perpetuado esta opresión.
El estudio de Broverman et al. 970) hace clara referencia a cómo las características femeninas eran n general percibidas como patológicas, reforzando la idea de que los lemas de las mujeres son inherentes a su sexo. sta patologización ha llevado a diagnósticos y tratamientos inadecuados, que no consideran las desigualdades estructurales. Mi4eres resistentes o frustradas con sus roles tradicionales a menudo son mecadas por ansiedad, depresión en lugar de reconocer sus resistencias Xmo respuestas legítimas a la opresión.
El modelo biomédico tradicional no sólo falla en no abordar las causas estructurales de su malestar, sino que también impone terapias punitivas, esto no quiere decir que se ce que existe un número importante de mujeres que buscan o u en apoyo médico de salud mental, pero si busca avanzan hacia ociedad que entienda los dolores y resistencias de las mujeres y sidencias. El trabajo social clínico, de forma incipiente se presenta en noamérica y nuestro país como una forma de resistencia crítica a rma de concebir la salud mental en la actualidad.
Inspirado por ]J ovimiento feminista, este campo desafía las prácticas opresivas, eciendo una perspectiva que reconoce las desigualdades sociales y cturales que oprimen a las mujeres, acompañándolas en un camino eutico respetuoso de su autonomía y agencia personal. Reflexionar as formas de dominación hacia las mujeres y la lucha de poderes, salud mental posibilita la toma de decisiones terapéuticas integrales as. Es importante para el colegio de trabajadores sociales invitar a los profesionales de la salud mental a adoptar enfoques terapéuticos que integren perspectivas de género y feministas.
Esto no sólo posibilita el desarrollo pleno de mujeres, niñas y disidencias sexogenéricas sino que también promueve un marco de igualdad y bienestar transformando las prácticas clínicas y terapéuticas, donde por supuesto el trabajo social, viene a reforzar y enriquecer este enfoque. Las resistencias al modelo biomédico y la promoción de un enfoque a onomía y bienestar es relevante ya que, muchas mujeres buscan terapéutico fuera de la institucionalidad clásica.
El trabajo a clínico crítico ofrece una alternativa necesaria, atendiendo a los s, miedos y traumas desde una perspectiva liberadora donde el rtalecimiento de las redes propias de las mujeres es fundamental.. terapia, cuando se entiende como una forma de regulación al, puede perpetuar lógicas opresivas si no se adopta una visión a y feminista. Esto se debe a que está influenciada por factores urales, sociales y políticos que provienen del contexto y la visión de i terapeuta.
Por lo tanto, es fundamental que los terapeutas sean cientes de estas influencias y trabajen para evitar re-traumatizar a nujeres, enfocándose en aliviar sus heridas de manera respetuosa construída, El género y la perspectiva biomédica patologizante en la salud mental están estrechamente vinculados con la construcción social del género y con lo que significa “ser mujer”. La construcción social, junto con los valores y creencias dominantes, tiene un impacto significativo en la salud mental de las mujeres. Es crucial que los profesionales de la salud mental reconozcan estas dinámicas y adopten enfoques que desafíen y transformen las estructuras opresivas, promoviendo así un cuidado más inclusivo.
En conclusión, lograr mayor agencia personal y autonomía en la salud mental de las mujeres requiere un enfoque terapéutico integral, que pueda verse enriquecido de forma continua con el enfoque de derechos y que desafíe las lógicas opresivas presentadas en nuestra sociedad siendo, fundamental reconocer que los modelos patologizantes que aún minan en el ámbito de la salud se han vuelto obsoletos. Siendo ivo transitar hacia modelos de atención clínica que prioricen el ue de derechos y la autonomía de las mujeres. Para lograr esto, es importante incorporar a trabajadores sociales s pertinentemente formados en esta especificidad.
Su presencia no esguardará los aspectos éticos del quehacer profesional, sino que n enriquecerá integralmente el bienestar de la sociedad y la salud tal.. La validación de estos profesionales en sus espacios laborales es una necesidad importante para lograr superar las desigualdades estructurales de lo femenino y avanzar hacia una salud pública y privada más equitativa..