De Papudo al Infierno
De Papudo al Infierno De Piquóo 41 inficno Verónica Estay Stange LOM ediciones, Santiago Chile, 2024,212 páginas Esta obra es el producto de una serie de entrevistas entrevistas que Andrés Valenzuela Morales, desertor del Comando Conjunto -organismo represivo de la dictadura civil-militarconcedió concedió a la investigadora y profesora universitaria universitaria Verónica Estay. Durante ellas Valenzuela repitió su trágica historia que lo llevó de simple simple conscripto a agente, cómplice y actor de innumerables crímenes durante la tirania de Pinochet. Esto ocurrió hace casi cuarenta años y es ya una vieja historia. El protagonista de ella, del cual los periódicos internacionales y sobre todo todo franceses -país donde Valenzuela buscó refugiorefugiohablaron hace cuatro décadas. En Chile su deserción produjo una brecha en los celosamente celosamente bien guardados secretos del terrorismo de Estado. Por primera vez se conocia la existencia existencia del Comando Conjunto, organismo nacido nacido en las sombras de la clandestinidad dicta tonal, autor de múltiples crímenes y desapariciones desapariciones de sindicalistas y dirigente de izquierda.
Valenzuela es hoy un hombre que mira su pasado con distancia, amargura, pero también con reflexión, sintiendo que su vida forma parte de ese triste legado con el que debemos La historia de este militar es singular y hasta ejemplar.
Simple conscripto del servicio militar militar del año 1974, Valenzuela fue destinado al SIFA, Servicio de Inteligencia de la FACI-I, grupode grupode acción que la Fuerza Aérea organizó para perseguir y reprimir a los partidarios del derrocado derrocado gobierno de Salvador Allende. Cuando por presiones de Pinochet y de la DINA, el SIFA fue disuelto, parte de sus miembros pasaron a fonnar parte del Comando Conjunto, grupo operativo clandestino que continuó la persecución persecución de los opositores.
Por orden superior, Valenzuela integró esa nueva entidad criminal en cuyas acciones participó durante diez años Valenzuela, cuyo lugar de origen es el pequeño pequeño puerto de Papudo, sobrenombre por el cual se le conoció en el mundo de los servicios represivos, desertó en I84, pero según ha contado, contado, su decisión la estuvo madurando durante muchos meses, Su toma de consciencia empezó empezó a manifestarte con el asesinato de los miembros miembros del MIR, Arturo Vilavella Araujo (“Coño Aguilar”), Sergio Peña Diaz (“Jota Eme”) y Lucia Lucia Vergara Valenzuela (“Pitty”), perpetrado en la calle Fuenteovejuna y en el cual a Papudo le tocó participar. Muchos años antes, cuando eran prisioneros en los locales de la FACH, Valenzuela había conocido y aparentemente apreciado a estos jóvenes militantes y asistir a su asesinato le fue moralmente insoportable.
Adoptando un estilo literario que juega con el pasado-presente en el que el protagonista aparece en dos edades, la de su época de joven joven militar represor y la del umbral de vejez actual, la autora logra un sorprendente efecto de puesta en perspectiva.
Desgraciadamente, el ejemplo de Andrés Valenzuela no fue seguido por otros militares incapaces de franquear el valiente y peligroso paso que Papudo decidió dar en nombre del fondo moral que aún se alojaba en su concienZCID De Papudo al Infierno vivir. cia. Ricardo Parvex. -