Museos 2. 0: del gabinete de antigiiedades al centro de innovación y aprendizaje
Por Valeria V. Murgas López, directora Departamento Artes Plásticas Ude C Durante mucho tiempo, los museos fueron percibidos principalmente como fieles depósitos deobjetosantiguos, guardianessilenciosos de reliquias y artefactos históricos. Esta concepción, si bien fundamental para la creación de estos espacios, ha evolucionado drásticamente. Hoy en día, el rol del museose ha transformado, pasando deser un mero lugardeexhibición aconvertirseen un espacio que promueve activamentela investigación, el diálogo y la participación comunitaria, Para comprender del museo, resultaconvenienteremontarsea sus raíces etimológicas. La palabra “museo” proviene del griego antiguo mouseion, que literalmentesignifica “lugar de las Musas”, En la mitología griega, las Musaseranlas diosas inspiradoras de lasartes, lasciencias y el conocimiento. Un mouseionera, por tanto, un santuario o un templo dedicado a estas deidades, un espacio para el estudio, reflexión y la creación intelectual. El ejemplo más famoso fue el Museo de Alejandría, una institución que no sólo albergaba una vasta biblioteca, sino que también era un centro de investigación, enseñanza y discusión para eruditos de diversas disciplinas. Durante la Edad Media, eramuy común que tanto príncipes, goberfamilias de poder acumularan gran cantidad dereliquias, joyasuobjetosdevalor. A partirdedichos tesoros se desarrolló, desde el | as Las definiciones de museo han evolucionado a la par con la propia institución. Siglo XIV, una modalidad privada de apreciación del coleccionismo, elstudiolo, unahabitación repleta deantigúedades y objetos curiosos, utilizada lectura, elestudio y la contemplación.
Laampliación de estas colecciones y el afán de trascender la validación personal, serían antecedentes claves para la conformación de lo que entonces se vaa denominar “museo”. Las definiciones de museo han evolucionado a la par con la propia institución, reflejando cambios en su propósito y función social. Una de las formulaciones más influyentes del siglo XX fue la de Georges Henri Riviere (1960), consideradoel padre dela museología moderna.
Riviere definió el museo como: “El museo es un establecimiento permanente, administrado en el interés general de conservar, estudiar, poneren valor por diversos medios y en particular exhibiral público parasu deleite y educación, elementos en conjunto de valor cultural: colecciones de interés artístico, histórico, científico y tecnológico, jardines botánicos, zoológicos y acuarios, etc. ” (Riviére, 1960, p. 12). Estadefiniciónde Riviére ya destacaba entre lasfunciones del museo la de conservar, estudiar y exhibir, asícomo el objetivo de deleitar y educar al público. También ampliaba el alcance de lo que podía serun “museo” para incluir institucionesdedicadasa la cienciay la naturaleza, como jardines botánicos y zoológicos, sentando las bases para una visión másinclusiva. Posteriormente, el Consejo Internacional de Museos (ICOM), la principal organización mundial de museos y profesionales vinculados, establecería su propia definición.
Una de sus versiones clave, lade 1974, estipulaba museoes una institución permanente sin fines de lucro, al servicio dela sociedad y su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe, con finesde estudio, educación y deleite, evidencias materiales del hombre y su entorno” (ICOM, 1974). Esta definición de ICOM de 1974 incorporaba conceptos importantes, como el servicio a la sociedad y su desarrollo, destacando las funciones de adquirir, comunicar e investigar, además de las ya establecidas de conservar y exhibir.
Mantenía el enfoqueen materiales del hombre y suentorno” pero ya dabaatisbos desu proyección social y territorial, Avanzando en el tiempo, una definición que ha ganado relevancia por su enfoque contemporáneo es la propuesta por Davis, Mairesse y Desvallées (2010), que establece: “Un museo es una institución para el beneficio de la sociedad, dedicado a explorar y comprender el mundo mediante la investigación, preservación y comunicación, especialmente a través de la interpretación y exhibición de evidencia tangible eintangible deaquelloque constituye el patrimonio de la humanidad” (Davis, Mairesse, Desvallées, 2010, p. 12). Es particularmente relevante en esta definición su mención explícita ala evidencia tangible e intangible del patrimonio de la humanidad, lo querefleja una visión másholística y contemporánea de lo que los museos deben salvaguardar y difundir. Lejos de sersoloun lugardondese guardan objetos, los museos en la actualidad son laboratorios vivos y dinámicosdonde historiadores, arqueólogos, conservadores, científicos, curadores y artistas convergen para descifrar el pasado y entender el presente.
Lainvestigación no selimita ala catalogación y el estudio intrínseco de las colecciones; seextiende a la exploración de nuevas narrativas, la contextualización de los objetos dentro de discursos sociales y culturales más amplios, y la aplicación de tecnologías innovadoras parasuanálisis y difusión. Los museos además se han convertido en plataformas dondese realizan descubrimientos, se cuestionan interpretaciones establecidas y se generan nuevas preguntas.
La digitalización de colecciones, el uso de inteligenciaartificial parael análisis de datos y la realidad virtual para recrear contextos históricosson solo algunos ejemplos de cómo la tecnología está impulsando esta revolución investigativa, haciendoqueelacceso al conocimiento sea más democrático y global. Enresumen, el museo de hoy es una institución vibrante y en constante evolución. Ha trascendido su papel como simple guardián del pasado para convertirse en un motor de conocimiento, un foro para el diálogo cultural y un catalizador para el cambiosocial. Comentario