"No recuerdo a Vivaldi o a Pérez durmiendo en sus oficinas"
"No recuerdo a Vivaldi o a Pérez durmiendo en sus oficinas" Por Paula Pincheira M. esde el 15 de mayo pasado, estudiantes de la Universidad de Chile realizan un "acampe" pro Palestina en la Casa Central de la institución, sumándose a una tendencia mundial de protestas por los cruentos ataques de Israel a Gaza. Por esos mismos días, la rectora Rosa Devés hizo noticia porque --junto a sus equiposoptó por dormir en las oficinas para evitar que el movimiento se transformara en toma.
Lo que pocos sabían fue que, el día antes, la profesora titular de la U. de Chile, escritora y premio nacional de Periodismo, Faride Zerán, lanzó en el teatro Antonio Varas el libro «Palestir. natomía de un genocidio» (Lom Ediciones), donde se recogen testimonios de judíos y palestinos sobre el conflicto.
Tampoco se supo que, pocos días después del ": la exvicerrectora de Extensión y Comunicaciones publicó una dura respuesta a la actitud de la autoridad. "Pareciera que la célebre frase de Andrés Bello de que en la Universidad de Chile "todas las verdades se tocan, para algunos sigue dependiendo de cuál sea la verdad, clausurando así el debate y el pensamiento crítico", dijo en «La Izquierda Diario». A casi un mes del conflicto, los manifestantes subieron el tono con un lienzo contra la rectora, que incluye una imagen donde se la ve recibiendo un beso del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
Zerán entra al tema que tiene conflictuada a la casa de estudios, y además --como parte del consejo directivo de la Universidad Abierta de Recoleta-también habla sobre el caso que envuelve al alcalde de esa comuna, Daniel Jadue. --¿ Qué lecciones se pueden sacar del libro que lanzaste, en un momento de tanta polarización? e trata de un libro que editamos junto a Rodrigo Karmy y Paulo Slachevsky, que también aparecerá en Argentina, Colombia y España. Reúne 16 ensayos de intelectuales y académicos de origen tanto judío como palestino, donde reflexionamos en torno al genocidio.
Son voces que incorporan espesor y contexto a un drama que se arrastra por más de siete décadas y que hoy tiene ala humanidad horrorizada ante un genocidio que ha cobrado la vida de casi cuarenta mil palestinos, en su mayoría mujeres y niños.
Frente al intento por silenciar todo lo que acontece en Palestina por parte de Israel, con el asesinato más de 140 periodistas desde el 7 de octubre, con el corte de las comunicaciones, la prohibición de ingreso a Gaza para los medios; frente al mecanismo de desinformación, censura y deshumanización puestos en marcha, nos pareció necesario romper esa complicidad del silencio. Por ejemplo, las voces judías que aparecen aquí desnudan el sionismo y el antisemitismo, como los ensayos de Judith Butler, Ariel Feldman o Nicolás Slachevsky.
Creo que es un libro necesario donde autores, donde también se incluyen Lina Meruane, Rodrigo Karmy o la actual ministra palestina Varsen Aghabekian, abordan desde sus disciplinas Aghabekian, abordan desde sus disciplinas Aghabekian, abordan desde sus disciplinas Aghabekian, abordan desde sus disciplinas Aghabekian, abordan desde sus disciplinas Aghabekian, abordan desde sus disciplinas Aghabekian, abordan desde sus disciplinas Aghabekian, abordan desde sus disciplinas Aghabekian, abordan desde sus disciplinas Aghabekian, abordan desde sus disciplinas aride Zerán y polémica por rectora Devés: "No recuerdo a Vivaldi o a Pérez durmiendo en sus oficinas" La académica defiende el "acampe" pro Palestina en la Casa Central. "El gesto de que las autoridades durmieran en sus oficinas me pareció extraño e inédito.
Lo leí como un gesto agresivo de autoridades atrincheradas en sus oficinas y cerradas al diálogo". atrincheradas en sus oficinas y cerradas al diálogo".. aquellos hechos que nos hacen preguntarnos cómo es posible que a lo largo de estas décadas la comunidad internacional permitiera la existencia de una limpieza étnica y de un régimen de apartheid contra el pueblo palestino, sin hacer nada al respecto. —Tu libro se lanzó un día antes de que empezara el llamado “acampe” en la Chile, que ha concitado varias declaraciones de la rectora Rosa Devés sobre el tema.
El 19 de mayo, te mostraste sorprendida por las declaraciones de la rectora Devés, respecto a que “rechazamos toda forma de violencia, como lo es la ofensiva militar por parte del gobierno de Israel, que ha causado la muerte de muchos miles de civiles en Palestina, como los brutales actos terroristas perpetrados por Hamas”. A tu juicio, lo hacía “eludiendo, omitiendo o encubriendo con el eufemismo de denominar “ofensiva militar por parte del gobierno de Israel”, la destrucción despiadada de casas, edificios y más de 10 universidades en Gaza, así como los crímenes en contra de la población civil y lo que organismos internacionales han denunciado como un genocidio perpetrado por las fuerzas de ocupación contra la población palestina”. —Me pareció poco afortunada esa primera declaración pública que eludía precisamente esos aspectos centrales que señalas en la cita.
Y en la Universidad de Chile hay una tradición de debate, no le tememos al disenso, y en el marco de esa impronta pluralista y republicana me pareció pertinente escribir esta columna sobre dicha declaración firmada por la rectora. —En la misma publicación añadiste: “Llama la atención que se haga aparecer ante la opinión pública que nuestros estudiantes no respetan el diálogo ni la libertad de expresión.
Y que ante la “acampada' estudiantil por Palestina, la rectora “acampe' en su oficina, en un gesto que los medios (los grandes) destacan como épico”. ¿Has conversado con la rectora? ¿ Cómo abordar el conflicto sin estas divisiones?—Creo profundamente en el diálogo, en la libertad de expresión, y respeto la tradición libertaria de nuestros estudiantes, quienes a lo largo de la historia, se han manifestado por las grandes causas humanistas y libertarias que nos han interpelado. Hoy, Palestina es una de ellas, como antes fue la lucha contra la dictadura chilena, o Vietnam en los sesenta. En ese contexto se hizo el “acampe” estudiantil, como ha ocurrido en otras universidades de EE.UU. Y Europa, llamando al cese del fuego en Gaza y denunciando el genocidio. No eran bárbaros ni delincuentes, sino nuestros estudiantes. El gesto de que las autoridades durmieran en sus oficinas me pareció extraño e inédito. No recuerdo al rector Vivaldi, al rector Pérez u otras autoridades durmiendo en los recintos. [Lo] leí como un gesto agresivo de autoridades atrincheradas en sus oficinas y cerradas al diálogo. En los conflictos de este tipo se conversa, se arman mesas de trabajo se escucha, se intenta persuadir, en fin... Nada de eso he visto.
“Aquí nadie está exacerbando ningún conflicto” —Ayer apareció un lienzo de los estudiantes del acampe, con un dibujo de la rectora Devés recibiendo un beso de Netanyahu. ¿ No es aquello excesivo? —Muchos lo interpretaron como un gesto sexista y ofensivo.
A mí no me gustó, precisamente porque se abría a esa lectura, desviando la atención del hecho fundamental: el genocidio, la complicidad de cierta academia israelí afín alos intereses racistas y criminales de Netanyahu; pero entiendo el contexto, la frustración estudiantil ante ciertas declaraciones y ante la falta de dialogo.
Pero bueno, son sus decisiones y sus orgánicas, y ellos sin duda se deben hacer cargo. —El domingo, Daniel Matamala aludía en su columna en «La Tercera» a las protestas que se han dado en el mundo académico y cultural señalando que en esto “han pagado justos por pecadores” y que se han dado “falsas equivalencias que solo exacerban el conflicto”; que las instituciones del mundo del conocimiento, la ciencia y la cultura deben tener puentes de diálogo y no cortarlo. ¿Compartes ese juicio?—No olvidemos que hablamos de un régimen con un ejército de ocupación que practica el apartheid.
Pareciera ser que se olvida que Israel arrasó con más de diez universidades en Gaza, que ha asesinado y encarcelado acientos de académicos y estudiantes. ¿Acaso había que tener relaciones académicas con la Alemania nazi porque el conocimiento, las ciencias, la cultura son neutrales? No se trata de cortar relaciones con personas sino con instituciones que están al servicio de la maquinaria asesina del régimen israelí.
He estado en los territorios ocupados, he conversado con estudiantes y académicos de universidades palestinas, y también visité la Universidad de Jerusalén donde las académicas israelíes con las que me entrevisté no se atrevían a dar sus nombres por temor a represalias de sus autoridades. Zerán continúa: “Aquí nadie está exacerbando ningún conflicto. Se está impugnando la relación entre la academia chilena e instituciones universitarias israelíes funcionales al proyecto criminal de un Estado ocupante, Israel, que pretende exterminar al pueblo palestino.
Esta complicidad hizo que rectores y comunidades universitarias de 76 universidades de España decidieran recientemente “suspender sus acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación de Israel que no han expresado un compromiso firme con la paz y con el respeto del derecho internacional humanitario”. La “clave” de la popularidad de Jadue —El martes de la semana pasada, a un día de la prisión preventiva para Jadue por el caso Farmacias Populares, escribiste en «X»: “¿ Daniel Jadue un peligro para la sociedad? Sin duda para las sociedades anó'nimas y otras que se coluden para subir los precios, abusan y cuyos dueños son “con66 No me gustó (el cartel de Devés) porque desvía la atención del genocidio, de la complicidad de cierta academia israelí... pero entiendo el contexto, la frustración estudiantil”. No me pronuncio sobre el fondo, pero creo que Daniel Jadue no es ni ladrón ni corrupto”. Denados' a clases de ética”. ¿Fue exagerado ponerle esa precautoria? ¿ Qué piensas del caso? ¿ Hay desvío de platas o problemas de gestión? —Sigo pensando que Daniel Jadue no representa un peligro para la sociedad como para ser encarcelado, Espero que los tribunales hagan su trabajo y que al final hable la justicia.
No me pronuncio sobre el fondo, pero creo que Jadue no es ni ladrón ni corrupto, —Tú formas parte del consejo directivo de la Universidad Abierta de Recoleta (UAR) y ayer incluso grabaste un video de saludo y reconocimiento por sus dos años de existencia. ¿Harías una distinción entre esa política pública y lo que ocurrió con las farmacias populares? —Yo formo parte del consejo académico de la UAR desde que se firmó un convenio con la U. De Chile, desde su fundación, pero no hemos sido convocados a reuniones.
Sin embargo, tengo un gran respeto por esa ini ciativa y el trabajo que realizan, así como aplaudo la existencia de la librería popular, de sus ferias del libro, de las actividades culturales que congregan a cientos de miles de personas. También aplaudo la iniciativa de las farmacias populares, y no me pronuncio sobre lo que ocurrió o no con ellas porque espero que lo haga la justicia. Creo que en estas iniciativas ciudadanas que democratizan y benefician a sectores postergados de nuestra sociedad está la clave de la popularidad de Jadue. Espero que lo que ocurre hoy con él no inhiba a otras autoridades comunales a impulsar iniciativas como éstas. —Nos acostumbramos a que los alcaldes o figuras públicas congelen sus militancias al ser investigadas penalmente. Con Jadue, ese camino que se hizo con dificultad y años de resistencia de los partidos, se mete al bolsillo. ¿Lo crees conveniente en pos de cierta prudencia? —Hay que preguntarle al PC.
Proyecto del Gobierno: “Claro, hay frustraciones” —¿ Cómo ves el proyecto de izquierda del Gobierno? El investigador del COES Héctor Carvacho, dijo hace poco que “Boric tiene que asumir y amigarse con la idea de que éste no es el Gobierno que soñó”. En el sector se critica que se pasó de querer romper con el neoliberalismo a no hacer nada. ¿Hay frustración en la izquierda? ¿ Cuál debería ser la moraleja?, ¿lo frágil que es el camino? —Cuando te planteas transformaciones que intentan desmontar el modelo neoliberal no es extraño que despiertes los demonios, Con una oposición en contra de todo, sin mayoría parlamentaria, con una derecha cada vez más cercana a su extremo, y en medio de una crisis de seguridad, nada es fácil. Yo no me muevo en el mundo de los partidos, más bien estoy en ámbitos académicos y culturales.
Y claro, hay frustraciones que tienen que ver no solo con la necesaria reforma previsional, o a la salud, sino con la cultura, la educación superior, y otros temas como la ausencia de pluralismo y diversidad en los medios, cuestión que sigue pendiente.