Usuarios de licencias médicas
Usuarios de licencias médicas Un estudio del Instituto de Salud Pública de la Uni-versidad Andrés Bello ha revelado que la mayoríade los chilenos están dispuestos a utilizar una va-riedad de excusas para conseguir una licencia mé-dica fraudulenta.
La mayor parte de los encuestados afirmaque es fácil conseguir ese subsidio por incapacidad sin estarenfermo, pues basta con acudir a un médico conocido o recu-rrir a facultativos que se dedican a comerciar con dichos permi-sos. Incluso estiman que es fácil conseguirlo por internet. Másaún, una mayoría de quienes respondieron dicen conocer a al-guien que obtuvo licencia o la compró, sin estar enfermo. des para trabajar, engañan al sistema para recibir lo que no lescorresponde. La consecuencia de un abuso como este es que elfondo se reduce y la atención de los enfermos se ve comprometi-da. Entre las personas que atentan contra el sistema y las listas deespera existe una clara relación, puesto que la acumulación decasos va mermando el fondo para atenderlos. En Chile apareceuna mayoría de la gente dispuesta a burlar al sistema sin tomarclara conciencia de todos los efectos que ello produce.
Es proba-ble que una educación incompleta pueda facilitar que muchaspersonas se formen una visión impropia del funcionamiento delos seguros y, si bien no resulta fácil superar esa ignorancia, bienpodrían iniciarse desde campañas de difusión pública hasta me-joramientos en los sistemas educacionales. Si el valor de la picardía está por sobre el de lahonestidad, la ética del trabajo estaría en víasde extinción en Chile. Dicho resultado es inquietante, pues según se desprendedel estudio, basta con la voluntad del trabajador para dejar detrabajar y conseguir que se lepague como si lo estuviera ha-ciendo. Los médicos, que sonquienes otorgan y debierancontrolar los permisos, según lorevelan los usuarios, no esta-rían cumpliendo esa tarea. Lasituación se vuelve aún más grave y peligrosa si se toma encuenta otra fase del estudio en la que se consulta por las razonesque serían suficientes para que una persona intente conseguiruna licencia falsa. Entre estas figuran como altamente acepta-bles que se soliciten para cuidar a un familiar enfermo o paraextender los períodos pre y posnatal.
Otras posibles razones sonrechazadas por la mayoría, pero incluso el obtener un permisode salud para poder disfrutar de vacaciones extraordinarias oviajar por placer es considerado aceptable por uno de cada sieteencuestados, una cifra excesiva para justificar una rapacería.
El resultado muestra que en el país, o bien existe una faltaabsoluta de comprensión de los mecanismos con que operan losseguros, o bien se ha producido un desenfreno en la conducta delas personas en esta materia.
El fondo de dinero que se reúne apartir de las contribuciones de los trabajadores es el que debefinanciar el tratamiento de los enfermos y, además, responderlesa ellos por la incapacidad de trabajar mientras están en reposo.
Dicho fondo es esquilmado por quienes, sin estar con dificulta-Por el contrario, si los tra-bajadores sí entienden bien elproblema, pero no les preocu-pa, pues más importante paraellos es la satisfacción de recibirsu sueldo sin hacer nada, en-tonces estaríamos ante un pro-blema de conducta moral que no será fácil de extirpar. El valorde la picardía pareciera estar por sobre el de la honestidad. EnChile la ética del trabajo estaría en vías de extinción, lo quepuede ser tan grave para el futuro como lo es, por ejemplo, labaja de la inversión.
Cerca del 75 por ciento de los interrogadosdicen que para ellos es importante, o medianamente importan-te, que estos engaños hayan traído problemas financieros alsistema de salud, pese a lo cual son mayoría los que creen queestán justificados en usar las licencias para satisfacer otras ca-rencias que nada tienen que ver con salud. El problema de las licencias médicas mal empleadas es unhecho real que está contribuyendo a la crisis del sistema desalud y requiere de soluciones urgentes. Está en trámite en elCongreso un proyecto que aumenta las facultades de quienesregulan estos mecanismos y establece penas más estrictas quelos débiles castigos actuales. Pero difícil será solucionar el pro-blema solo con una ley más dura. Junto con la educación, de-biera someterse a revisión todo el sistema de licencias médicas..