Nueva reforma tributaria
Nueva reforma tributaria OoColumnaFrankSauerbaum, Diputado por ÑubleE Gobierno pronto presentaría un nuevo proyecto de reforma tributaria que se espera ajuste los siguientes [parámetros solo afectará al impuesto a la renta; será una propuesta fiscalmente neutra; y su objetivo será incentivarla inversión. el impuesto alarenta; reduciríaEl proyecto desintegraría la tasa del impuesto corporativo de 27 25%; crearía una tasa de 16% parala distribución de dividendosa accionistasnoempresas, excluyendollos dividendosno distribuidos; crearía una tasa de 4% a la primera distribución de utilidades; aumentaría el impuesto personal a los contribuyentes de mayores ingresos; reformularía el impuesto corporativo de las Pymes creando nuevos regímenes (monotributo transitorio y transsistema parente), de integrado para endo el ellas. Un argumento favorable a sta nueva reforma essuneutralidad, como si fuera sinónimo de inocuidad.
Sin embargo, este es un mal argumento ya que, como lo plantea la misma OCDE el impacto en el crecimiento depende del tipo deimpuesto: los corporativos serían los que generan mayor perjuicio, seguidos por impuestos a los ingresos ala propiedad. Esto porque primepersonales, al consumo y ro hay que generar riqueza para que luego consumirla. Esto, wnidoal estancamiento económico dela década pasaday posiblemente de la que viene, exige que los perjuicios ocasionadosporel proyecto sean tomadosen cuenta para la discusión.
Lareducción dela tasa deimpuesto corporativo a25% favorecerásólo marginalmente el crecimientoal ser insuficienteen el contexto internacional, donde la OCDE enfrenta unatasa promedio de 23% y una carga tributaria de 3,0% del PIB, inferior al 4,7% del PIB recaudado en Chile. La Comisión Marfán estimó que el aumento del impues-to corporativo desdeel 15%. en 200041 27% actual habría cos-tado 8 puntos de menor PIB. Así, una reducción de solo 2puntos del impuesto es un ajuste irrelevante.
La aplicación de lastasas únicas de 16 y 4% ala distribución de dividendos rebajará la tasa de impuesto desde 44,45 a 39,5% delos contribuyentes de ingresos altos, pero aumentará para aquellos que enfrentan una tasa menor al20%, reduciendo la progresividad del sistema. La desintegración desincentiva a las Pyme a crecer oa mantenerse dentro de la formalidad dados los elevados cos-tos asociados al cambio de régimen de tributación.
La desin-tegración perfora el principio de equidad horizontal, ya que empresas conlas mismas ganancias podrían quedar sujetasa distintos sistemas tributarios, o personas naturales que recibenel mismoingreso serían gravadas de distinta forma dependiendo de la fuente de este (del capital y del trabajo). El cumplimiento tributario se hará más engorroso al establecer nuevos regímenes tributarios para las Pymes, fomentando espacios para la evasión.
Se mantiene el amplio tramo exento en impuesto personal, contraviniendo el principio de generalidad delos tributos que establece quetodostienen el deber de contribuir al mantenimiento delos gastos públicos, como se aplica en la mayoría delos países de la OCDE. La incertidumbretributaria siguesiendo preocupante. De aprobarse esta nueva reforma, desde 1990 se habrán realizado 17 modificaciones tributarias, es decir, 1 reforma cada 2 años, destacando 4 proyectos en los últimos 4 años.
Esta incertidumbre generará consecuencias: por un lado, difícilmente un contribuyente podrá predecir acertadamente los efectostributarios de sus decisiones, lo que se traducirá en una mayor exigencia de rentabilidad para los proyectos, especialmente cuando estos son de largo plazo. Porotro, la autoridad fiscal tampoco podrá realizar una adecuada planificación fideneunanciera. Definitivamente esta reformano tiene nadatra ni menos de inocua en el crecimiento económico..