Moscú 1980, la desconocida historia de un boicot
Moscú 1980, la desconocida historia de un boicot "F ue lamentable, el deporte es un embajador del país, p e r o e r a n o t r o s tiempos y Chile debió acatar nomás", resume la fondista Alejandra Ramos. "Quedamos achacados, nos preparamos cuatro años para los Juegos", dice el ciclista Fernando Vera, oro en equipos y plata en individual en el Panamericano de 1979. "No ir a Moscú retrasó mi curva de rendimiento", pondera el atleta Emilio Ulloa. Miércoles 20 de febrero de 1980.
Estados Unidos cumple su ultimátum contra la Unión Soviética. "O retiran las tropas de Afganistán o retiramos a los atletas de los Juegos Olímpicos", amenazó Washington. "Debe haber un cambio de sede", declaró el Presidente de EE.UU., Jimmy Carter. "Solo una Tercera Guerra Mundial impedirá que los Juegos se realicen en Moscú", dijo el Comité Olímpico Internacional (COI) que, con el voto del chileno Alejandro Rivera Bascur, había ratificado a esa ciudad como sede de la cita. El poder de EE.UU. también movió a sus aliados. Alemania Occidental se sumó rápido: "Señores, debo recordarles que a Berlín lo defienden los soldados norteamericanos, y no el presidente de la federación de Balonmano", declaró el canciller Helmut Schmidt. El Comité Olímpico de Chile (COCh) debió tomar posición en tiempos en que la Dirección General de Deportes estaba dirigida por el militar y tres veces olímpico Nilo Floody. El fallecido Enrique Fontecilla presidía el COCh y como segundo vicepresidente fungía el también extinto coronel Jorge Espinoza Ulloa, jefe del Estadio Nacional después del golpe de Estado. Gustavo Benko era el primer vicepresidente del COCh. Hoy lo recuerda. "Fui el único del directorio que se opuso a la idea de no acudir a Moscú. Hasta mi gran amigo Alejandro Rivera Bascur, que era el delegado del COCh en el COI, votó a favor de que Chile no acudiera. La presión era mucha", asegura. --¿ Hubo una orden directa de Pinochet? "Lo que hubo fue una carta de Jimmy Carter a Pinochet que nos hicieron llegar. Esa carta, y la respuesta de Pinochet diciendo que recomendaba que Chile no participara en Moscú, llegó al directorio del COCh. Se leyeron las dos cartas. Yo tomé esa carta de Carter y la llevé a la chimenea del gran salón del COCh". --¿ La quemó? "No, no, la puse sobre la repisa de mármol de la chimenea. Puse mi mano encima y dije que `acá primero hablemos de deportes, después de política'. Votamos y perdí", relata Benko. La presión estadounidense comenzó a fines de diciembre de 1979. El 28 de enero de 1980 salió desde Santiago una nota diplomática dirigida al embajador de EE.UU. adjuntando una carta de Pinochet a Carter con la posición chilena. No había vuelta. "A los pocos días --recuerda Benko-llegó a mi oficina el ciclista Richard Tormen, y casi con lágrimas me pidió que hiciéramos algo para revertir esto. Iban a ser sus últimos Juegos Olímpicos. Pero no había nada que hacer". Tormen era el campeón panamericano, oro junto al cuarteto pedalero compuesto por Fernando Vera, Roberto Muñoz y Sergio Aliste, en San Juan 1979. El "Lobo" Vera fue, además, plata en la contrarreloj individual. "Estábamos listos para ir a Moscú.
Los medallistas en San Juan clasificaban a los Juegos", señala Tormen. --Benko recuerda que usted fue a su oficina, Tormen... "Fui a decir que fuéramos a Moscú de cualquier manera, no como delegación oficial, buscar una forma. Pero no, Pinochet seguía los lineamientos de EE.UU. y punto.
Ese día me retiré del ciclismo". Los atletas Alejandra Ramos, Emilio Ulloa y Alfredo Silva cuentan que a los deportistas de algunos países alineados Estados Unidos los invitó con todo pagado a un torneo como compensación. "Era una competencia de muy baja calidad", concluye "Lolo" Silva, campeón sudamericano en decatlón. "Más que un torneo, fue un paseo. Fue en una fecha similar a los Juegos de Moscú, y mirábamos con nostalgia lo que pasaba allá", dice Ulloa.
Pese las presión de EE.UU., no pocos de sus aliados, como Gran Bretaña, Australia, España, Italia, Bélgica, Portugal, Holanda y Francia, entre otros, si bien adhirieron al boicot, dieron libertad de acción a los deportistas para ir. Fueron, compitieron y ganaron medallas. Algunos con bandera olímpica.
Otros con su emblema. --¿ No hubo opción de dar libertad de acción en Chile, Benko? "Imposible, ¿con qué dinero viajaban? El COCh no tenía un peso y todo se financiaba con la Polla Gol, que era del Estado. La reunión de directorio fue tétrica, triste para mis deportistas. No me hace bien recordar estos hechos que demuestran pobreza de espíritu. Me quedo con lo que pasó después: el Comité Olímpico Soviético me mandó de regalo la mascota de los Juegos, que se llamaba Mischa, en cerámica. Y el Comité Olímpico de EE.UU. también me envió un presente.
Aún guardo ambos". El fondista Edmundo Warnke, quien hoy reside en Alemania, tiene un triste recuerdo. "Hubiesen sido mi terceros Juegos, iba a correr el maratón y estaba en mi mejor momento, para pelear entre los 10 primeros. Fue frustrante, te preparas, te entusiasmas, luchas para representar a tu país. Los Juegos son lo más grande que hay, y que de un momento a otro te dicen no, hay boicot, da rabia y tristeza", lamenta.
En Moscú se batieron 33 récords olímpicos, pero fue uno de los Juegos modernos con menos países (80, la cifra más baja desde Melbourne 1956) y atletas (5.217). Cuatro años antes hubo otro boicot masivo, a Montreal 1976, impulsado por Tanzania, al que se sumaron 27 naciones africanas en protesta contra el apartheid de Sudáfrica. "A mí no me dolió tanto no ir, porque ya había ido a otros JJ.OO. y había hecho lo máximo. Lo peor, encuentro, es que supimos que hubo países que habían adherido al boicot, pero sus atletas terminaron yendo igual, como franceses, italianos, ingleses y otros. Al final, nosotros quedamos como giles. Los Juegos eran parte del botín de guerra", cierra Alfredo Silva. La política entrometiéndose en el deporte tendría otro episodio. En Los Angeles 1984 operó, de vuelta, el boicot soviético. Pero esa es otra historia. CHILE FUE UNA DE LAS NACIONES QUE RENUNCIARON A DISPUTAR LOS JJ.OO. : Moscú 1980, la desconocida historia de un boicot Guerra Fría. Estados Unidos vs. Unión Soviética. Washington llamó a no competir y medio centenar de países se plegó. Una misiva de Jimmy Carter a Pinochet amarró la posición nacional. Solo un directivo del COCh se opuso. ANTONIO VALENCIA COI Solo 80 naciones compitieron hace 44 años en la Unión Soviética. En la foto, una escena de la ceremonia inaugural, que duró cuatro horas. Más detalles en www.elmercurio.com/deportes. -