Ricardo Lagos y la política exterior de Chile
Ricardo Lagos y la política exterior de Chile Uno de los principales objetivos de la transición democrática fue avanzar hacia la reinserción internacional de Chile después del aislamiento de nuestro país durante la dictadura.
La transición pacífica, el rechazo generalizado en el mundo al régimen de Pinochet con sus sistemáticas violaciones a los derechos humanos, la solidaridad internacional hacia el pueblo chileno, la épica del plebiscito de octubre de 1988, y la inauguración de la democracia el 11 de marzo de 1990, además del prestigio de sus líderes y el reconocimiento a la tradición democrática de Chile, facilitaron enormemente esa reinserción internacional. Igualmente contribuyó a ese propósito el fin de la Guerra Fría con la caída del Muro de Berlín, el desplome de los regímenes comunistas de Europa del Este, y la disolución de la Unión Soviética. Esos primeros años el mundo avanzaba hacia la globalización, y Chile signaba presencia en los espacios multilaterales, regionales y globales. Los años de los gobiernos de la Concertación fueron el momento de máximo prestigio de Chile y de nuestra política exterior, entendida como una política de Estado. En ese proceso, al Presidente Ricardo Lagos le correspondió un papel estelar.
La política exterior chilena estuvo definida como una cuestión de Estado guiada por principios: el respeto por los derechos humanos y la democracia, el apego al derecho internacional y la resolución pacífica de las controversias, entre otros. Al ser elegido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), Chile asumió compromisos en materia de paz y seguridad. Un hito crucial del liderazgo de Ricardo Lagos, y de Chile, aconteció cuando negociábamos un importante acuerdo de libre comercio (TLC) con EE.UU., y el Presidente Lagos le comunicó al Presidente George W. Bush que Chile no daba su acuerdo para la invasión a Irak. Esa decisión de priorizar principios sobre intereses comerciales vino a consolidar el liderazgo internacional de Ricardo Lagos, y el prestigio de la política exterior chilena. En nuestra propia región, el Presidente Lagos estableció un plazo de 48 horas para iniciar el despliegue de un contingente militar en Haití, en el marco de la Minustah. Chile prestó su activa colaboración a esa operación de paz durante 13 años, confirmando su adhesión al sistema ONU. Una gestión de Lagos fue clave en el rescate temporal del Fondo Monetario Internacional a Argentina durante el gobierno de Fernando de la Rúa, al inducir el apoyo de EE.UU. al respecto. Para fortalecer la presencia de Chile en el hemisferio, Lagos promovió y obtuvo para Chile la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA), elección que recayó en José Miguel Insulza. Complementando las iniciativas de Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el Presidente Lagos entendió que la política exterior debía estar al servicio del desarrollo, dando un fuerte impulso a las relaciones económicas internacionales. Lagos citaba reiteradamente el libro de Aníbal Pinto, "Chile: un caso de desarrollo frustrado", como una historia que no podía repetirse.
Fue así como impulsó y logró la suscripción por parte de Chile del Acuerdo de Asoc i a c i ó n P o l í t i c a, L i b r e C o m e r c i o y Cooperación con la Unión Europea (2002), el ya mencionado TLC con EE.UU. (2003), y acuerdos con Corea del Sur (2003) y China (2005), además del Acuerdo de Asociación Económica más conocido como P-4 con Singapur, Nueva Zelandia y Brunéi.
Este último contenía una novedosa "cláusula de adhesión" que se constituyó nada menos que en el germen de las conversaciones que condujeron a la postre a la suscripción, bajo el segundo gobierno de Michelle Bachelet, del Acuerdo Progresista e Integral de Asociación Transpacífico (TPP-11). La reunión de APEC que tuvo lugar en Chile a fines de 2004 fue una de las máximas expresiones de su propio liderazgo y convocatoria, y de la plena reinserción internacional alcanzada por Chile.
Tras dejar la presidencia de la República, el Presidente Lagos mantuvo firme su compromiso con los temas globales, siendo Enviado Especial de la ONU para el Cambio Climático, y promoviendo la democracia, los derechos humanos, la paz y la seguridad, a través de un amplio abanico de encuentros, seminarios e iniciativas, manteniendo en alto el prestigio de Chile y de su política exterior. En momentos en que ha anunciado que deja su participación en la esfera pública, es la oportunidad de reconocer a un político y un estadista que ha entregado su vida al servicio de Chile. La política exterior chilena es más y mejor desde el gobierno del Presidente Ricardo Lagos.
Quienes suscribimos estas líneas hemos tenido la oportunidad de colaborar con el exmandatario en diversas iniciativas de política interna y externa, y deseamos dejar constancia de nuestro reconocimiento y admiración por su vida de consecuencia, al servicio de los intereses permanentes de la nación chilena.
Ricardo Lagos y la política exterior de Chile "... Los años de los gobiernos de la Concertación fueron el momento de máximo prestigio de Chile y de nuestra política exterior, entendida como una política de Estado. En ese proceso, al Presidente Ricardo Lagos le correspondió un papel estelar... ". SOLEDAD ALVEAR MARIANO FERNÁNDEZ CARLOS FIGUEROA ALEJANDRO FOXLEY JOSÉ MIGUEL INSULZA HERALDO MUÑOZ JUAN GABRIEL VALDÉS IGNACIO WALKER Excancilleres de Chile.