¿Ouánto vale el agua?
¿ Ouánto vale el agua? Andrés Nazer, gerente regional de Aguas del Valle El cambio climático ha transformado la producción y distribución de agua potable en un desafío. La escasez hídrica nos obliga a replantearnos el valor de este recurso. La Región de Coquimbo se ha convertido en un ejemplo de esta realidad, enfrentando una sequía que se prolonga por largos 15 años y que ha puesto a prueba la resiliencia de la infraestructura hídrica. La profundidad de la sequía es alarmante.
Según datos de INIA Intihuasi, en este período de mega sequía solo se han generado 3 años con precipitaciones con valores superiores a un año normal, lo que impacta enormemente en los embalses y acuíferos, generando estrés hídrico. Estudios de Ceaza indican que el déficit de precipitaciones a nivel regional ha llegado incluso a superar el 83% en la última década. En este escenario, Aguas del Valle ha desplegado grandes esfuerzos, logrando mantener la continuidad del suministro de agua potable.
A través de inversiones constantes que superan los $ 80.000 millones desde 2015 en nueva infraestructura, conducciones, habilitación de pozos y acuerdos económicos por el uso del agua de embalses de la zona, lo que junto al trabajo con autoridades y la firma de acuerdos con las distintas juntas de vigilancia de la zona, ha permitido asegurar el suministro de agua para los vecinos de la región en tiempos tan complejos y hemos alejado la posibilidad de racionamiento en miles de hogares, que hoy sería una realidad de no haber actuado a tiempo. Basta con abrir la llave para tener agua. Sin embargo, detrás de esa simple acción hay una compleja red de gestión, colaboración y trabajo continuo. Desde la captación y potabilización, hasta su distribución y monitoreo, cada etapa requiere planificación y una inversión constante en tecnología e infraestructura. Esta realidad, aunque crítica en Coquimbo, no es exclusiva de nuestra región. En Ciudad del Cabo y regiones de California en Estados Unidos, han enfrentado severos racionamientos. Estas experiencias nos recuerdan la fragilidad de las fuentes y la importancia de una gestión responsable y conjunta entre todos los actores. Los desafíos para los próximos años son enormes. El cambio climático continúa avanzando, y la demanda de todos los usuarios sigue en aumento. Por eso preguntarnos «cuánto vale el agua» es esencial, más aún cuando reconocemos las expectativas respecto de un servicio continuo, ante un recurso muy escaso. La ciudadanía espera que las empresas sanitarias sean capaces de garantizar el suministro de agua potable de manera sostenible y equitativa. Por eso, debemos reconocer que el agua potable es un recurso valioso y escaso, y que su gestión sostenible requiere de un compromiso conjunto del Estado, las sanitarias, la agricultura, la industria y la ciudadanía.
Afrontar el futuro sólo será posible con análisis serio que reconozca el valor de producir y distribuir agua potable, con un marco jurídico sólido que nos permita tomar acciones inmediatas, con visión de largo plazo e infraestructuras y acuerdos para incrementar la seguridad hídrica a pesar de las condiciones climáticas adversas. Nuestro país lo necesita, porque el agua vale y mucho..