Autor: FLORENCIA POLANCO SALINAS
“Mechones senior”: aumentan los mayores de 60 años que vuelven a la universidad
“Mechones senior”: aumentan los mayores de 60 años que vuelven a la universidad Para Javier Raddatz, estudiante de Climatización y Refrigeración, volvera estudiar a los 67 años es una forma de reinventarse: “Lo estoy pasando más que muy bien”. ZERÉPANERACAMEn la actualidad hay 3.334 matriculados en educación superior de 60 años o más, casi el doble que en 2020n Las principales motivaciones son reinventarse tras jubilar o cumplir un sueño postergado. Este año, 312 personas de este grupo etario se inscribieron para rendir la PAES.
Cada vez son más las personas de la edad o los llamados que desafían los estereotipos “edadismos” (discriminación según los años de vida), y el camino que varios han escogido para hacerlo es volviendo a ser “mechones”. Las cifras de la Subsecretaría de Educación Superior así lo demuestran: en los últimos cinco años, el número de mayores de 60 años matriculados en una universidad, instituto profesional o centro de formación técnica ha aumentado de forma significativa. Si en 2020 había 1.751 seniors inscritos, ese número aumentó a 3.334 en 2024, de los cuales 2.205 cursan una carrera de pregrado, 459 de postgrado y 670 un postítulo. Además, este año se matricularon 312 mayores de 60 años para rendir la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), cuyos resultados se entregan el próximo lunes 6 de enero. “Hemos estado notando un mayor interés por parte de personas que son parte de este grupo y en distintas carreras”, sostiene Juan Luis Cordero, vicerrector de Educación Online de Universidad Uniacc.
“Según nuestros estudios, es claro que existe un interés por parte de las personas en seguir aprendiendo, especialmente sobre herramientas tecnológicas”, añade Claudia Rodríguez, coordinadora general del Centro para el Envejecimiento de la Universidad de los Andes. Entre las principales motivaciones para volver a estudiar, agrega, están el seguir aprendiendo, cumplir un sueño postergado, reinventarse tras la jubilación o seguir perfeccionándose. Esta última es la razón que empujó a Luis Campos (66), de Talca, a entrar a estudiar Arquitectura en la Universidad Uniacc. Aunque hace décadas se dedica a este rubro como técnico, un amigo lo empujó a titularse como profesional. “Yo nunca me he limitado por la edad. Ni siquiera siento que tengo 66 años. Este amigo me metió el bichito y pensé: no hay peor trámite que el que no se hace”, cuenta.
Dice que lo que más disfruta es el contacto con los más jóvenes y que lo más difícil ha sido “acarrear de un lado a otro las maquetas”. “Es cuestión de tiempo completo”, comenta desafiado, pero feliz con su decisión. Nunca es tardeJavier Raddatz, de 67 años, lo hizo como una forma de reinventarse tras jubilar.
“Ocurre lo del nido vacío, ya no tienes que cumplir con ciertas responsabilidades y deberes, y yo siempre pensé que al pensionarme quería hacer un cambio de vida, emprender, y esta es una oportunidad de concretar esos proyectos que tienes postergados”, comparte el actual estudiante de Climatización y Refrigeración en Inacap, cuyos com-pañeros de clases tienen 20 años. “Al principio me miraban con sorpresa, pero después, al ir trabajando, te haces par, te preguntan cosas y te conversan. Lo he pasado más que muy bien”, asegura. Cumplir un sueño postergado también fue la motivación de Jacqueline Cerda (60) años, de La Serena, quien a fines de este año se tituló como abogada de la Universidad Central. De personalidad inquieta, dice que siempre la removieron las injusticias.
Tras años de intenso estudio logró convertirse en abogada “para poder defender con argumentos sólidos a quienes les falta voz para expresarse, como es el caso de las personas que no cuentan con recursos suficientes”. Y suma: “Ha sido un largo camino desde que lo inicié.
Hubo muchas piedras en el camino; más de una vez me caí y las lágrimas afloraban, pero miraba a mis hijos, venían a mi mente mis sueños y miraba hacia atrás lo que había avanzado y me decía yo misma: ¡ No te rindas, tú puedes!”. “Cada vez se ve a más personas sobre 60 años, que incluso ya jubilaron, que están optando por volver a la universidad de nuevo”, observaADIDECn EN CIFRAS n... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . 2.205 matriculados con más de 60 años estudian en la actualidad una carrera de pregrado en una universidad, instituto profesional o centro de formación técnica. 459 cursan un posgrado y 670, un postítulo. Verónica Lagos, que también volvió a ser “mechona”, en su caso como estudiante de Filosofía en la Universidad Alberto Hurtado, donde además trabaja. Hace tiempo que hacía cursos de la disciplina, y distintas personas al verla tan entusiasmada la impulsaron a sacar la licenciatura. “Lo que más disfruto es la interacción con otras generaciones. Es muy gracioso, porque he tenido que aprender formas de interactuar diferentes a las de mi generación. Horas antes de entregar un trabajo empiezan a organizarse por WhatsApp para pedir más plazo, y no voy a salir diciendo yo ya lo tengo listo. Eso te da monos a cualquier edad”, ríe. Para el médico Héctor Toledo, de San Fernando, seguir estudiando nosolo le ha permitido actualizarse, sino aprender estrategias para cuidar de sí mismo. Ha hecho más de un diplomado online en la plataforma eClass, algunos sobre Geriatría. “Tengo 70 años, pero me queda mucha cuerda todavía. Por ningún motivo voy a perder lo que he aprendido en estos 40 años de formación”, dice. Beneficios de estudiarSacar una nueva carrera no solo permite adquirir nuevos conocimientos, alcanzar una meta o cumplir un sueño sino que tiene otros beneficios. “El seguir estudiando se transforma en una poderosa herramienta para el envejecimiento activo y saludable fortaleciendo la autonomía, la cognición, el bienestar emocional y, sobre todo, la generación de nuevas redes sociales”, explica Rodríguez.
No obstante, cree que hay desafíos para mejorar el acceso a distintos espacios de aprendizaje para este grupo etáreo: “El problema es que se encuentran con que no existen programas para ellos o personalizados con los tiempos que requieren, el acceso a medios de pago, flexibilidad horaria, lo que claramente es una barrera”. abogada para ayudar a personas vulnerables, y lo cumplió a sus 60 años.. Las principales motivaciones son reinventarse tras jubilar o cumplir un sueño postergado. Este año, 312 personas de este grupo etario se inscribieron para rendir la PAES. En la actualidad hay 3.334 matriculados en educación superior de 60 años o más, casi el doble que en 2020 El sueño de Jacqueline Cerda e