Autor: RENÉ OLIVARES
“Desde el regreso del voto obligatorio, la participación han bordeado el 85%”
Loreto Cox, académica de la Escuela de Gobierno de la UC.
Loreto Cox, académica de la Escuela de Gobierno UC: Muchas elecciones seguidas y falta de información política son parte de las razones que se deberían reflejar en votos nulos y blancos, que se incrementarán en concejales y cores.
“Desde el regreso del voto obligatorio, la participación han bordeado el 85%” Loreto Cox, académica de la Escuela de Gobierno UC:Además de competir contra el resto de nombres presentes en las papeletas, los candidatos deben intentar vencer la falta de información de parte de los electores y la complejidad que implican unos comicios con cuatro elecciones simultáneas, como los que comienzan hoy.
Por si fuera poco, el tamaño del padrón (sobre 15 millones de personas con voto obligatorio) y los dos días de comicios configuran un escenario inédito para elecciones locales, que siempre son las que tardan más en el proceso de sufragio, dada la cantidad de votos a rellenar y la extensa lista de candidatos.
Al respecto, la académica de la Escuela de Gobierno UC Loreto Cox ha estudiado varios años el comportamiento del electorado, y da algunas claves para entender qué esperar de la participación electoral durante estos dos días. ¿Pueden todas estas condicionantes significar que el comportamiento de los votantes también cambie y que, por ejemplo, aumenten los votos blancos y nulos?Efectivamente. Las tasas de nulos y blancos son más altas en los países con voto obligatorio.
La obligación de votar trae a las urnas a muchísimos votantes que no participarían con voto voluntario. ¿Qué sabemos de esos “votantes obligados”? Una encuesta del CEP de 2016 preguntó sus razones a las personas que no habían votado en la última elección y más de la mitad de ellas dijeron que no votaron porque la políticano les interesaba (solo el 1% afirmó que no sufragó como forma de protesta). Muchas de estas personas que no están interesadas en política y que se informan muy poco sobre ella, simplemente votan blanco o nulo. Esto ocurre con más frecuencia cuando se enfrentan a una papeleta enorme, que requiere un esfuerzo cognitivo para tomar una decisión.
De hecho, en un estudio junto a Carmen Le Foulon mostramos que el cambio en el sistema electoral de 2015, que aumentó el número de candidatos por distrito, produjo un incremento relevante en la cantidad de votos nulos y blancos.
Por ejemplo, en los distritos que pasaron a tener ocho diputados, la cantidad decandidatos en promedio pasó de 10 a 50, y eso implica una enorme carga cognitiva para los votantes. ¿Y la participación electoral, cree que se verá afectada de alguna manera por estas condiciones?Desde que se restableció el voto obligatorio, las tasas de participación han bordeado el 85%, lo que es muy alto. Es cierto que ahora podría haber algo de tedio porque hemos acudido tantas veces a votar en los últimos años y, además, las multas por no hacerlo no son altas. Pero mi impresión es que la gente ya se hizo la idea de que es obligatorio votar.
El domingo veremos cómo juegan estos factores. ¿Cómo podremos interpretar los votos nulos y blancos que haya en la elección que conoceremos mañana? Existirá la tentación de atribuirlos rápidamente a un desencanto con lapolítica general, probablemente. Pero ¿ existen datos o experiencias que apoyen esa explicación?Como decía antes, las razones que las personas daban para no votar se relacionaban, sobre todo, con una falta de interés.
Parte de eso puede tener que ver con descontento con la política, pero lo cierto es que los niveles de interés en la política que mide, por ejemplo, el CEP, han sido muy(Los votantes obligados) pueden ser personas un poco más conservadoras en lo valórico y más críticas de los incumbentes. Peropor sobre todo, son personas que siguen el debate político de lejos”. bajos desde que tenemos registros, y eso es más o menos así en todas partes del mundo. La gente vive ocupada y tiene poco tiempo para dedicarle a una actividad que muchas veces es compleja de seguir y que además a veces es desagradable.
La mala evaluación de los partidos tampoco ayuda, porque el sello de un partido podría ser orientador, especialmente en una papeleta gigante, pero hoy muy poca gente se identifica con los partidos, lo que acrecienta el problema.
Cuando uno analiza las opiniones de las personas que declaraban haber votado con las que no, usando las encuestas del CEP, se observa que los “votantes obligados” no tenían preferencias políticas muy diferentes de los que sí votaban. De hecho, diría que lo que más los distinguía es que eran más propensos a contestar “no sé” en casi todo tipo de preguntas. Manifiestan muy poco interés en lapolítica y tampoco se informan de ella. Pueden ser personas un poco más conservadoras en lo valórico y más críticas de los incumbentes. Pero por sobre todo, son personas que siguen el debate político de lejos y tienen opiniones menos formadas que quienes votamos aun si no nos obligan. Por supuesto, también puede haber personas ahí que están muy descontentas; de hecho, la evaluación general de la política es muy mala.
Los electores no tuvieron acceso a franja televisiva, los candidatos omiten sus partidos en la publicidad y las múltiples elecciones son difíciles de seguir hasta para los ciudadanos más informados... ¿Se puede esperar más abstención en las elecciones más “difíciles” en ese sentido, como las de concejales y cores?Desde que recuperamos el voto obligatorio, hemos tenido dos plebiscitos (2022 y 2023), donde solo se debe elegir una de dos opciones, y por lo tanto, es más fácil formarse una opinión, y la elección de consejeros constitucionales, en 2023, donde sí hubo muchísimos candidatos.
Mientras en esos plebiscitos la tasa de nulos y blancos fue de alrededor de 2-4%, en la de consejeros fue más del 20%. Eso es consistente con que mucha gente fue a votar obligada, en una elección compleja, en la que no estaba muy interesada y no tenía posición.
En esa misma línea, podemos esperar menos nulos y blancos para alcaldes y gobernadores, donde hay menos candidatos y más información, más para concejales, donde las papeletas serán más grandes, y todavía más para cores, que es una elección de la que sabemos poco y nada..