Editorial: Transacción entre Enami y Codelco
Codelco adquirió en US$ 520 millones el 10% queEnami tenía en Quebrada Blanca, una mina de co-bre ubicada en la Región de Tarapacá. Para el vice-presidente ejecutivo de Enami, la operación le per-mitiría disminuir sustancialmente su agobiante deuda deUS$ 740 millones. Por su parte, Codelco, al decir del presi-dente de su directorio, se hace de un importante activo, con-tinuando su propósito de transformarse en un gran holdingminero estatal. No es la primera vez que Codelco adquiereactivos de Enami. Lo había hecho con Fundición Ventanasfinancieramente complicada en manos de Enami y recien-temente cerrada por su insustentabilidad ambiental, laque compró por US$ 393 millones, en 2005.
Más tarde ad-quirió, antes de que venciera, la opción que aquella teníapor el 49% de la mina Anglo-Sur, actual Los Bronces, deAngloAmerican; Codelco pa-gó por esa opción US$ 180 mi-llones, valor muy inferior alde mercado, aprovechando ladébil posición financiera deEnami, que la imposibilitaba para ejercerla ella misma.
Esto abrió una discusión de si la compra del 10% deQuebrada Blanca sería otro salvataje de Codelco a Enami, como en el caso de Ventanas, o si se trata simplemente dela compra de un activo a un bajo precio, como en el caso deLos Bronces. De hecho, la inversión de US$ 9.000 millo-nes que la canadiense Teck requirió para desarrollar Que-brada Blanca así lo sugería a primera vista. Sin embargo, elprecio estuvo dentro del rango de valorizaciones efectua-das por sendos bancos de la plaza, por lo que aparente-mente este no sería el caso. De cualquier manera, esta transacción entre empresasestatales abre interrogantes respecto del uso que el Estadohace de los recursos que tiene a su disposición. Enami deja lasensación de que solo puede sostener su actividad de apoyo ala pequeña minería si se va desprendiendo, de tiempo entiempo, de sus activos. Pero ¿ hasta cuándo puede hacerlo?En cuanto a Codelco, su estrategia es particular. A laadquisición de este porcentaje de Quebrada Blanca, le ante-cedió la compra de Salar Blanco, para producir litio.
Su pre-sidente, Máximo Pacheco, ha indicado que ambas opera-ciones, sumadas al reciente acuerdo alcanzado con SQM, ala participación en Los Bronces, a la que ya tiene en El Abray a su asociación con Rio Tinto, le van confiriendo el carác-ter de un gran holding. Su propósito original de producircobre a partir de las minas nacionalizadas en la década de1970 se encuentra, sin embargo, en problemas. Sus proyec-tos estructurales están atrasados, con presupuestos de in-versión ampliamente superados y con un endeudamientoque sigue creciendo. Si se tratara de una empresa privada, el portafolio de proyectos re-cién enumerados constituiríauna apuesta no tradicional, pero posible, si sus accionis-tas estuviesen dispuestos acorrer los riesgos respecti-vos.
Pero se trata de recursosdel Estado y, por lo tanto, subsiste la legítima duda desi esa es la mejor manera de invertirlos. ¿Es un tema ideoló-gico lo que lleva al Estado a no querer desprenderse de lapropiedad de los recursos naturales que posee y a adquirirotros? ¿ Es ese el fundamento para un gran holding mineroestatal? ¿ No se contradice eso con la crítica al desarrollo“extractivista” que los partidarios del FA mantuvieroncuando no eran gobierno? ¿ No es mejor mantener una bue-na política tributaria, con royalty incluido, y dejar que losrecursos naturales sean explotados por los privados, co-rriendo ellos los riesgos financieros, para que el Estado re-ciba abundantes impuestos de más y mejores proyectosmineros exitosos, que le ayuden a financiar las soluciones alos problemas sociales que enfrenta?La permanente debilidad financiera de Enami y el cre-ciente endeudamiento de Codelco, en medio de una pro-ducción de cobre descendiente, llaman a tener un debateserio al respecto. para la idea de un gran holding mineroestatal? ¿ No se contradice con las antiguascríticas al extractivismo?. ¿Es un tema ideológico el fundamento