Electromovilidad: “palos porque bogas, palos porque no bogas”
Eseñor director: La pasada cuenta pública a la nación del Presidente Gabriel Boric dejó tras de sí una serie de reacciones; cual tsunami político, remeció las relaciones del gobierno con la oposición e incluso despertó críticas entre sus aliados. Pero en Atacama las réplicas se centraron más en los anuncios de corte económico que en aquellos que se relacionaban a temas valóricos.
Incluso antes del “polémico” discurso, las políticas de electromovilidad, estrategia nacional del litio y el futuro de la fundición Hernán Videla, fueron tema obligado de los autodenominados “líderes de opinión” en sus columnas y puntos de prensa.
Nadie puede negar que en la capital regional el transporte público es ya una deuda histórica, dada la baja disponibilidad, poca cobertura y reiteradas malas prácticas del sector privado, que han empujado el crecimiento del parque vehicular y agravado la congestión en horas punta, pese a una serie de mejoras en infraestructura vial, mérito del actual gobierno y la anterior administración.
Llama profundamente la atención las de quienes en épocas pasadas denunciaban un “abandono” de parte de las autoridades centrales hacia Atacama, como una bandera de lucha política; los mismos que hoy buscan frenar el avance de la licitación de buses eléctricos. Por nombrar a algunos, el alcalde de Copiapó, el gobernador regional, la senadora Yasna Provoste.
Esta úlcima, a quien recuerdo recorriendo como invitada de honor el parque cerrado de la Fórmula E en Santiago, acompañada por Eliseo Salazar, uno de los embajadores de la electromovilidad en Chile, incluso, en plena crisis de la educación del 2023 mencionando un proyecto para promover la entrega de subsidios a docentes para la compra de vehículos eléctricos, al mismo tiempo quese debatía sobre las urgentes necesidades de infraestructura en establecimientos públicos.
Al gremio de colectiveros parece que se les olvida los anuncios con bombos y platillos del plan “mi taxi eléctrico” que entrega una subvención de más de 13 millones de pesos para la renovación de la flota local, los programas anunciados por el gobernador junto a la cartera de Trabajo para cursos de conducción profesional que buscaban aumentar la oferta de trabajadores calificados; que luego desmintió en la prensa.
Resulta incómodo que la crítica, sin ofrecer soluciones; esa que busca quedar bien con todos y ganar portadas, se esté convirtiendo en una práctica recurrente, con el co objetivo de salvar verdaderos “bolsones de votos” de parte de estos personajes.
Sin embargo, la ciudadanía se da cuenta de estas jugadas marketeras y es cosa de darse una vuelta por redes sociales, para luego de un análisis cualitativo (más allá de la cantidad de menciones) llegara la conclusión que ese “deporte” les va a pasar la cuenta en las próximas elecciones. “Palos porque bogas, palos porque no bogas”, decía mi abuelita. Gabriel Rives Heine, periodista