Los mundos enfrentados de Luciano Pitronello
Los mundos enfrentados de Luciano Pitronello de Luciano Pitronello Después del trauma que sufrió en 2011, cuando perdió ambas manos al instalar una bomba en una sucursal bancaria, el joven anarquista ató cabos sueltos en su vida y decidió emprender. Pero el éxito económico le trajo otra cosa: una contradicción con su vida pasada y el reproche de sus antiguos camaradas. Por Gianluca Parrini C. Por Gianluca Parrini C. José Miguel Barros, de camisa, era el orientador del colegio Teresiano Enrique de Ossó. Conocía a Pitronello desde su adolescencia. Terminaron siendo amigos para toda la vida. 1 cuerpo de Luciano Pitronello (36) estaba tendido ese 13 de agosto en una habitación dela Clínica Las Condes, en el área de cuidados intensivos. Dos días antes, la grúa que operaba en el Parque Alberto Hurtado, en La Reina, había pasadoa llevarun cable de alta tensión. La descarga recorrió el camión que la sostenía y llegó al cuerpo de Pitronello. Su madre, Érika Schuffeneger, apenas se enteró fue al centro asistencial. Allí, su familia y su hermano Franco fueron llamando al círculo más cercano de su hijo. El pronóstico era malo: Pitronello podía vivir solo con asistencia mecánica. A su familia los doctores le dijeron que si bien su cuerpo latía y sus pulmones funcionaban, estaba muerto y no había posibilidad de que despertara. Poreso, todos tuvieron una ventana de tiempo para despedirse de Pitronello. Luego, lo desconectaron. El velatorio y el funeral fueron organizados en el Parque del Recuerdo de Huechuraba. Érika Schuffeneger dice que anticipaba que podían llegar más personas que la familia: lanoticia de la muerte de su hijo circuló rápidamente por perfiles de Instagram de grupos anarquistas. Pero lo que pasó, dice, no lo puede entender. Schuffeneger cuenta que ella esperaba que el adiós de su hijo fuera algo íntimo. Pero la caravana de autos que acompañó la carroza en sullegada al cementerioiba tirando fuegos artificiales. A la llegada, hubo una escaramuza con Carabineros, que había destinado un carro policial para la ceremonia. El ataúd de Luciano Pitronelloestaba cubierto de flores, fotos, juguetes y cartas. Perotambiénlo cubría una corona deflores negras con una letra A encerrada en un círculo, símbolo del anarquismo.
La imagen era curiosa, dicen los que estaban presentes en el Parque del Recuerdo: por un lado, había una familia acomodada del sector oriente de Santiago velando a su hijo y hermano, quien se convirtió en un emprendedor exitoso tras fundar una empresa de contenedores.
Por el otro, un centenar de personas con ropas y banderas negras querían también despedir a quien consideraban un héroe: una persona que entró al anarquismo siendo adolescente y perdió parte de su cuerpo detonando una bomba en una sucursal del Banco Santander elaño 2011. Todo por la causa antisistema. La madre de Pitronello estaba enojada. En pleno velatorio, algunos anarquistas colgaron un lienzo negro sobre la entrada del salón donde estaba siendo velado. -Ahí perdí los estribos. ¿Qué se creen? Ustedes ni lo conocen. Pesqué el lienzo, losaqué, se los tiré lejos. Después empujé a tres. Schuffeneger dice que esta no era la despedida que quería para su hijo. -Delos cien pericos que aparecieron, todos denegro, Luciano tenía que haber conocido a unos 20. Ala hora de los discursos finales, hablaron la madre de Luciano; José Miguel Barros, quien A noso! X=. X=. nos veía como si fuéramos el capitalismo capitalismo rebelando contra NOSOtros. NOSOtros. era su orientador en el Colegio Teresiano Enrique de Ossó, y Luis Peredo, uno de sus mejores amigos y compañero de curso. Todosrecordaron sus momentos con Pitronello. Le pusieron Ángel para un Final, la versión de Los Bunkers, y Un beso y una flor, de Nino Bravo. Pero el discurso que hizo que el funeral cambiara absolutamente de tono fueel de una desus exparejas y madre de su hijo Emilio, Arlette Espinoza. La mujer fue contactada para este reportaje, pero no respondió. -Ella dio un discurso muy fuerte -recuerda Peredo-. Dijo que Luciano no sereinsertó realmente ala sociedad. Que era una forma deengañar al mundo, porque él en realidad seguía siendo un anarquista que quería derrocar el capitalismo, y que todo era un engaño para los medios de comunicación. Pero eso no le hizo sentido a Schuffeneger. Ese era precisamente el mundo que ella estaba segura que Pitronello había abandonado. Querer morir Luciano Pitronello decía que quería morir. Lo gritaba en su pieza, a todo pulmón. Tenía rabia. Era 2012, y el joven de 23 años recién comenzaba su condena de seis años de libertad vigilada por colocar una bomba en un Banco Santander de Vicuña Mackenna, el 1 dejunio del 2011. Desde ese momento, Pitronello vivía en la casa de su madre, los dos solos, en la calle Amapolas, en Providencia. Érika Schuffeneger lo asistió en todo ese proceso: lo bañaba, lo vestía y loasistía en las tareas más incómodas. Pitronello había perdido sumano y antebrazo derechos por completo. La explosión también le cercenó el pulgar, el índice y el anular de la mano derecha. El dedo corazónnolo podía mover. Porende, solo le quedaba el meñique para interactuar con su entorno. Ese día de 2012, sumamáentró a su habitación después de escuchar los gritos. Encontró a Pitronello fuera de sí. -Gritaba: "¡ Esto no me tenía que haber pasado, yo me tenía que haber muerto! " recuerda Schuffeneger. Esos días, dice la mujer, fueron difíciles. Sobre todo, porque primero tenían que recomponer la relación entre ambos, queen ese momento estaba rota. Pitronello, recuerda su madre, creció en un hogar donde las necesidades económicas estaban cubiertas. Su padre, Herbert Pitronello, fundó dos negocios: uno derepuestos enlacalle Diez de Julio, en Santiago, y otro de arriendo de maquinarias. La estabilidad económica les permitió matricular a sus tres hijos, Romina, Luciano y Franco, en el Colegio Particular Teresiano Enrique de Ossó. Pero en cuanto a la convivencia familiar, Schuffeneger asume que, por el trabajo demandante de sus emprendimientos, nunca les dedicaron a sus hijos el tiempo que requerían. Volvían del colegio y estaban prácticamente solos: los dos padres estaban en las empresas hasta pasada la medianoche. Cuandollegaban, seguían ocupados en sus computadores. La relación del matrimonio se empezó a resquebrajar. Luego vino un período oscuro. TOS.