Autor: Rodrigo Contreras Vergara
Paula no quería morir
Paula no quería morir Rodrigo Contreras Vergara Ahora que la eutanasia volvió a estar de moda gracias al presidente. Ahora que las opiniones abundan. Antes que todo se vuelva a calmar... no se olviden de Paula, la joven que le pidió morir a la Presidenta Bachelet. Aunque no quería morir, solo descansar. Lo que en algunos casos no es lo mismo referiría morir. Si mi estado de salud debido a una enfermedad no tiene cura, pudiendo ser progresiva, causándome dolor y provocando desesperanza y pena a mi familia, pues sí, prefería morir. Que se discuta en la mesa, en la oficina, en el parque y, por qué no, después de misa. Que se lea y se observe.
Que se valore y se converse hasta que duela, hasta que la empatía no sea solo una palabra con un significado vago y filosófico, y se transforme en una ley que no obligue a nadie, pero que sea oportuna y pacífica, como debería ser el último día. El último día de Paula Macarena Díaz Ahumada no debió de ser tranquilo. Paula murió sufriendo, por más calmantes que le dieran y por más amor que su madre le prodigara. Paula, por si usted no la recuerda, fue la joven que a comienzos del 2018 le pidió a la Presidenta Michelle Bachelet la eutanasia. Y claro, no era un tema que pudiera resolver la mandataria. Pero más allá de la petición en sí, lo que caló hondo fue el video donde Paula se dirigía a Bachelet. Decía, no tengo descanso, es algo tan terrible que no pueda descansar. Ni de día ni de noche (... ) Ya no soporto mi cuerpo, no soporto no poder apoyarlo. Mi cuerpo está desgarrado. Ninguna parte puedo apoyar sin que me duela o no se rompa. Cómo no pueden entender que ya no puedo más". Hablaba postrada desde una cama, se le veía esforzándose en cada palabra, cansada, pero con una dignidad sobrecogedora. En otros videos se le ve "retorcida en una cama, con las extremidades engarrotadas y casi siempre hospitalizada y con semblante afligido", según una nota de BBC Mundo fechada el 2018. Quiero creer que la ex Presidenta se emocionó, que habló para que, al menos, le concedieran una pensión de gracia. Paula, por cierto, tiene familia en Talca. De hecho, en una carta que la madre de Paula le envió al senador Alejandro Navarro a fines del 2017, aparece su domicilio en la Villa Manuel Larraín. Porque su madre, María Cecilia Ahumada Millacura, hizo todo lo que una madre hace cuando una hija sufre. Dejó su trabajo de profesora y se dedicó por completo a su cuidado, enfrentando una compleja situación económica. Intenté un par de veces hablar con familiares de Paula en Talca, especialmente con una prima, pero no llegué a concretar una entrevista. La carta al senador Navarro, quien la leyó en el Congreso, da cuenta de la tenacidad de María Cecilia por cuidar a Paula. También repite la petición de a Paula. También repite la petición de Paula. "Mi hija exige descanso, pide una inyección que la duerma para siempre", expresa. La petición a la presidenta fue el 2018. La carta al senador el 2017. Paula murió en enero de 2019. Un tío de la joven, tras la misa de despedida, expresaba que por algo no se había accedido a la solicitud de Paula, que Dios sabe por qué hace las cosas. Antes del 2013 Paula era una joven sana. Ese año, viviendo en Quilicura, en el colegio donde estudiaba recibió la vacuna VPH y la DPT acelular. Este hecho, según su madre, provocó efectos adversos en su salud, generándose un deterioro progresivo. Un camino tortuoso de exámenes y diferentes diagnósticos, sin que se llegara a una certeza médica. Algunos facultativos, aseguraba María Cecilia en la carta al senador Navarro, reconocieron, solo verbalmente, que el origen del deterioro pudieron ser las vacunas.
Ese año 2017 Paula presentaba "un serio daño neurológico, movimientos involuntarios, pérdida de conciencia, parálisis del nervio craneal y extremidades, epilepsia, inflamación del cerebro, encefalitis, convulsiones, dolor crónico, pérdida de control de esfínter, entre otros síntomas". Uno de los diagnósticos descartó un daño neurológico y estableció el sínHay dolores que no se explican o que no se pueden entender, por más esfuerzo que hagamos. Paula intentó explicarnos su dolor. ¿Lo entendimos? drome o trastorno de conversión como la causa de la condición de Paula. Se trata de una "condición psiquiátrica que genera una sintomatología que se asemeja a las de una dolencia neurológica, aunque no procede de ninguna enfermedad física conocida", comentaba la nota de BBC Mundo.
Hubo quienes, más allá de que en Chile la eutanasia está prohibida, reflexionaron respecto a que sin un diagnóstico certero, el caso de Paula no debía valorarse como ejemplo a la hora de discutir en torno a este tema.
Pero el diputado Vlado Mirosevic, partidario de legalizar la eutanasia, expresó en la misma crónica de BBC Mundo que el punto central era "respetar el derecho que tiene Paula o cualquiera de nosotros a una muerte con dignidad". Y acotaba que pedir la eutanasia es "primeramente un derecho, donde se debe anteponer la decisión del individuo por sobre la de la sociedad". Creo que Paula no quería morir. Lo que quería, en realidad, era descansar. Porque, a veces, morir y descansar no es lo mismo. Bueno, cada cual tendrá su opinión. Como yo tengo la mía. A mí, que me dejen decidir, que me desconecten, que ocupen lo que sirva, si es que algo sirve, y que me cremen y mis cenizas, a Curtiduría. Que Paula sea mi testigo.).