Autor: Rodrigo Arismendi Valenzuela, consejero regional de Los Lagos
Licencias fraudulentas 11
8 El caso de las licencias médicas falsas que permitió descubrir a funcionarios públicos de vacaciones en el extranjero mientras reportaban estar enfermos, no es un hecho aislado. Es apenas la expresión más visible de una práctica que, silenciosamente, ha contaminado tanto el mundo público como el privado. La diferencia es que en estos casos hubo evidencia concreta, pero la verdad es más incómoda.
Si tan sólo hiciéramos un cruzamiento de datos entreservicios públi cos y privados, por ejemplo, registros de viajes internacionales, uso de tarjetas bancarias, actividad en redes sociales o geolocalización desde celulares, podríamos tener una radiografía mucho más exacta del verdadero alcance del fraude con licencias médicas en Chile. Y probablemente nos encontraríamos con miles de casos más, no sólo de quienes viajaron, sino también de quienes simplemente no estaban enfermos y usaron la licencia como un beneficio indebido y viajaron dentro del país. Este no es sólo un problema administrativo o financiero. Es el síntoma de algo más profundo: la instalación de una cultura de impunidad.
Cuando no hay sanción clara ni control efectivo, se instala la percepción de que “todos lo hacen”, de que “no pasa nada”. Y cuando eso ocurre, la línea entre lo correcto y lo incorrecto se borra peligrosamente, Erradicar esta culturase decisión política, con tecnología aplicada al control, con voluntad real de fiscalizar y con sanciones ejemplares para quienes traicionan la confianza pública.
Porque al final, el costo de estas malas prácticas lo pagamos todos: lo pagan quienes trabajan con esfuerzo, lo pagan los pacientes que siestán enfermos, lo paga el sistema de salud y lo paga la credibilidad de las instituciones.