Autor: Manuel Chávez Delgado/Unab
Construcción
Señora Directora: La construcción de viviendas en las zonas afectadas por el reciente frente se basa principalmente en estructuras de madera y albañilería, aunque en menor medida también se encuentran viviendas construidas de hormigón armado o estructuras metálicas. Las viviendas construidas con estructuras de madera tienen una mayor susceptibilidad a los efectos negativos de la humedad. La absorción de agua por parte de la madera puede provocar deformaciones, fisuras y la proliferación de hongos, lo que compromete la integridad estructural de la vivienda. Por otro lado, las viviendas de albañilería, construidas principalmente con ladrillos o bloques de cemento, presentan una mayor resistencia frente a la humedad en comparación con las de madera. Sin embargo, debido a la porosidad de estos materiales, también pueden sufrir daños cuando se ven expuestos a la humedad durante períodos prolongados. Uno de los problemas comunes es el deterioro de las pinturas de los muros, que pueden desprenderse y provocar un aspecto estético desfavorable. No obstante, los daños más significativos son causados por la acción erosiva del agua, que arrastra materiales como rocas, ramas de árboles y objetos pesados. Estos impactos afectan considerablemente los elementos estructurales fundamentales de las viviendas, comprometiendo su habitabilidad. Este problema no solo genera daños en estructuras menores, como casas habitacionales, sino que también tiene efectos negativos en estructuras mayores, como puentes.