Control territorial y terror: cómo actúan las pandillas que se apoderaron de Haití
Control territorial y terror: cómo actúan las pandillas que se apoderaron de Haití LA VIOLENCIA EN HAITÍ ha generado múltiples protestas. En la foto, una moto pasa frente al humo provocado por una de ellas.
FRANCE PRESSE E n Haití, "Barbecue" es uno de los nombres más reconocidos, pero no se trata del apodo de un actor o personaje de televisión, sino que es el alias de Jimmy Chérizier, uno de los líderes pandilleros más fuertes del país, cuya fama da cuenta del control que tienen estos grupos, y que ha hecho que las cifras de homicidios y secuestros se multipliquen en los últimos años. El más reciente episodio de violencia ocurrió la semana pasada, cuando seis monjas fueron secuestradas en el país.
Las religiosas fueron liberadas la noche del miércoles recién pasado, junto a otras dos personas, según el arzobispo Max Leroy Mésidor, quien se negó a decir si pagó rescate o quienes fueron responsables, pero todas las señales apuntan a las pandillas.
Y es que en Haití se han vuelto algo habitual los secuestros a manos de estos grupos, que se han apoderado del país y se estima que controlan hasta un 80% de la capital, Puerto Príncipe. Esas bandas fueron responsables de casi 2.500 secuestros el año pasado, un aumento de 83% con respecto a 2022, según la ONU.
La violencia no es algo nuevo en Haití, pero ha llegado a niveles críticos, según Naciones Unidas que contabiliza en 4.789 las víctimas de homicidios en 2023, lo que equivale a una tasa de 40,9 por cada 100.000 y un aumento de 119,4% con respecto al año anterior. "Es vital redoblar los esfuerzos para que Haití sea un lugar seguro y estable, tenga bases sólidas para el desarrollo sostenible y sea un país donde se protejan los derechos humanos de totenido principalmente como actores locales, pero eso podría cambiar. "Algunos indicios sugieren que varias bandas están intentando ampliar sus redes más allá de Haití, especialmente para establecer sus propias redes de tráfico de armas y beneficiarse de los flujos de narcotráfico, lo cual les permite aumentar su autonomía respecto a sus patrocinadores de las élites, hacer crecer sus arsenales y ampliar sus finanzas", manifestó Diego Da Rin.
Despliegue de fuerzas El enorme nivel de violencia que se vive en Haití llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a autorizar en octubre pasado un despliegue de fuerzas extranjeras en el país, lideradas por Kenia, para inicios de este año, pero todavía no se ha hecho efectivo. "El pueblo haitiano no puede más.
Espero que esta vez sea la última comparecencia antes de la llegada de la fuerza multinacional", afirmó ayer el ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Haití, Jean Victor Geneus, en una nueva sesión del Consejo de Seguridad sobre el tema.
En la cita también intervino la representante especial del secretario general de la ONU en Haití, María Isabel Salvador, quien denunció una creciente escalada de la violencia y "un aumento sin precedentes" de las acciones de las bandas armadas, hasta el punto de que el año pasado la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (Binuh) documentó más de 8.400 víctimas directas de las pandillas.
Para el ministro de Exteriores de República Dominicana, Roberto Álvarez, la demora en el despliegue de la misión es "inquietante" porque "Haití está a las puertas del abismo" y "cada día de inacción es una nueva oportunidad" para que las bandas amplíen su control y sigan con sus actividades.
La delegación de Kenia destacó los avances en los preparativos para su despliegue en la zona, pero, por ahora, todo está congelado hasta que la Corte Suprema del país se pronuncie hoy sobre la constitucionalidad del envío a Haití de policías kenianos. cortes, "estaciones de policía" y cuotas residenciales por servicios que van desde la electricidad hasta permisos escolares, aseguró The New York Times.
La violencia es solo uno de los problemas que acarrean estas pandillas, cuyo avance también afecta la ya golpeada economía local --debido a los bloqueos de rutas de abastecimiento-y a la situación de decenas de empresas en Puerto Príncipe a las que bandas como el G9 les exigen un pago mensual para garantizar que no paralizarán las rutas por las que llegan insumos y para que no saqueen sus negocios. Esas extorsiones, así como el tráfico de armas, les dan el dinero que estos grupos necesitan para mantenerse, pero los secuestros siguen siendo una de sus principales fuentes de financiamiento.
A diferencia de otros grupos delictuales de la región, como el venezolano Tren de Aragua o los carteles mexicanos de droga, las pandillas haitianas se han manBandas criminales Es el caso de Chérizier y de su conocida G9 y Familia, una federación criminal de nueve de las pandillas más poderosas en Puerto Príncipe.
En 2021, "Barbecue" presidió la ceremonia por la conmemoración de la muerte de Moïse y, tras perder a su presunto "patrocinador político" --como le llama InSight Crime--, se ha mostrado casi como un líder del país: hace ruedas de prensa y dirige marchas, como la que convocó en septiembre de 2023 para derrocar el gobierno del Primer Ministro Ariel Henry.
La suya es solo una de las organizaciones criminales que existen en el país, otras de ellas son 400 Mawozo --considerada la mayor pandilla del país, según Global Initiative Against Transnational Crime--, G-Pep, Baz Pilate y Baz Galil, entre otras.
Todos estos grupos operan casi como gobiernos independientes en varias zonas, con sus propias to de la paz se retiró de Haití en 2017, las pandillas han ido ampliando su poder y los territorios que controlan.
Algunos de estos grupos recibieron apoyo del gobierno del Presidente Jovenel Moïse (2017-2021) para reprimir violentamente una gran movilización social que reclamaba su dimisión", aseguró a "El Mercurio" Diego Da Rin, experto en Haití del International Crisis Group.
El asesinato de Moïse en 2021, acompañado de un debilitamiento de las instituciones estatales y de la policía, potenció la crisis y llevó a que, en muchos lugares, las pandillas fueran las autoridades de facto. das las personas", manifestó el secretario general de la ONU, António Guterres. "Si la policía no viene, ¡vamos a morir! ", dijo a The Associated Press un residente de Solino, luego de que varias pandillas se tomaran la semana pasada este barrio de la capital haitiana. Esa comunidad, en la que viven miles de personas, estuvo hace un tiempo infestada de pandillas, hasta que una misión de paz de la ONU logró sacarlas de ahí a mediados de los 2000.
No obstante, las cosas empeoraron cuando esa misión dejó el país. "Desde que el personal de la última misión de mantenimienSecuestros aumentaron un 83% en 2023 Control territorial y terror: cómo actúan las pandillas que se apoderaron de Haití NICOLÁS GARCÍA DE VAL Las bandas criminales se han multiplicado en los últimos años y ejercen como gobiernos de facto en algunas zonas del país.
POLICÍA Un informe de la ONU alerta que los efectivos de policía disminuyen a un "ritmo alarmante". De un total de 13.196 efectivos, en 2023, abandonaron el servicio 1.636 oficiales, 48 perdieron la vida y 75 fueron heridos..