Emprendimiento
Señor Director: Los infructuosos esfuerzos de distintos gobiernos por formalizar alos microemprendedores datan de más de 15 años, según lo evidencia la ley 20.416 que fija 'normas especiales para empresas de menor tamaño. Estos microemprendimientos son categorizados como “trabajo independiente o de cuenta propia”, y se socian a pequeñas actividades comerciales, de construcción y faenas agrícolas, la mayoría informales. No son, evidentemente, una opción voluntaria, más bien representan un acto forzoso, a veces desesperado, de las personas porsatisfacersus necesidades básicas, a través de actividades económicas que, precisamente, se denominan emprendimientos por necesidad. Desde esta indeseada realidad, no se les concibe como emprendimientos por oportunidad de negocio, ni con perspectivas de desarrollo. En este escenario, el llamado a su formalización —como el expresado en la columna del director del Fosis la semana pasada— no se condice con el carácter precario y circunstancial de estos microemprendimientos. Es hace indispensable distinguir entre el emprendimiento por oportunidad del emprendimiento por necesidad a la hora de abordar este tipo de informalidad. Guillermo Riquelme Inst. Iberoamericano Desarrollo Sostenible, U. Autónoma