Autor: Mónica Villa Castro, académica de U. Central
Un derecho de todas
E El 11 de febrero celebramos el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha que subraya la importancia de garantizar su plena participación enla ciencia. Aunque el acla ciencia es un derecho humanoreconocido desde 1948, enla práctica sigue siendo limitado para muchas niñas y mujeres, tanto en Chile como en el mundo. La igualdad en el acceso al conocimiento depende de factores como una educación cientifica de calidad y la eliminación de los sesgos de género persistentes en nuestra sociedad.
De niña soñaba con ser astrónoma, perodescarté esa idea al creer que no era tan buena en matemáticas y física como mis compañeros, reflejo de los estereotipos de género de la época y la falta de referentes femeninos en ciencia. Finalmente, opté por estudiar bioquímica y luego hice un doctorado, una decisión que fue posible gracias al apoyo de mi familia y docentes comprometidos. Sin ese respaldo, probablemente habría sido una de tantas niñas con aptitudes e interés en la ciencia quenunca llegan a estudiar una carrera STEM debido ala falta de apoyo, oportunidades y referentes. Donde radica la importancia de la educación y el entorno. Para que muchas más niñas desarrollen su talento y curiosidad innata, necesitamos familias que las motiven, escuelas que fomenten su potencial y sociedades que las reconozcan como futuras científicas.
Garantizar una educación científica desde la infancia hasta la universidad no sólo es una cuestión de equidad y un derecho en sí mismo, sino también una necesidad para el desarrollo de competencias clave parala vida, A pesar de los avances en inclusión, los sesgos de género en la ciencia persisten. Aunque se promueve la equidad, aún existe una notable brecha: menos mujeres eligen carreras STEM y reciben el Premio Nobel en disciplinas científicas en comparación con los hombres. En Chile, los Premios Nacionales de Ciencias han sido mayoritariamente otorgados a hombres, reflejando una histórica falta de reconocimiento a las científicas.
Aunque las mujeres obtienen una parte significativa de los doctorados, su accesoa cargos de liderazgo académico y científico sigue siendo limitado, con pocas alcanzando puestos como docentes titulares o en toma de decisiones. nuestro sistema debe garantizar la igualdad de oportunidades para todas y todos, porque la ciencia se enriquece cuando incorpora diversas miradas. La equidad de género en la investigación y en la generación de conocimiento no es solo una cuestión de justicia, sino también un factor determinante para el avance científico y tecnológico.
En este 11 de febrero, es imprescindible fortalecer la educación científica con perspectiva de género, eliminar los obstáculos que enfrentan las mujeres en su desarrollo profesional y garantizar que la ciencia sea un espacio verdaderamente equitativo. Porque cuandolas niñas y mujeres tienen acceso a la ciencia, toda la sociedad avanza