Autor: Pedro Gandolfo
COLUMNAS DE OPINIÓN: IA y la Gran Sala Sinfónica
COLUMNAS DE OPINIÓN: IA y la Gran Sala Sinfónica A la salida del concierto estuve seguro de que debía dedicarle esta columna. Pero tenía pocas ideas y eran tan obvias. Se me ocurrió, entonces, pedirle a la IA que redactara el texto. Le di algunas indicaciones mínimas y según ellas redactó un escrito correcto, con una sintaxis perfecta y muy bien estructurado. Ya era muy útil, pero se parecía casi en nada a mis columnas. Le pedí entonces que lo volviera a redactar según el estilo de Pedro Gandolfo en sus columnas de "El Mercurio". El texto mejoró notoriamente. El contenido era el mismo, pero había adoptado un tono literario. Con v e r g ü e n z a y preocupación tuve que reconocer que "la inteligencia" había imitado, un poco caricaturizando, el supuesto estilo gandolfiano. A partir de él, añadí más información y otras instrucciones, tales como referirse al discurso de Maximiano Valdés, que me pareció entonces muy bello, pero del que ahora no recordaba nada. Me elaboró cinco versiones según sucesivas indicaciones.
La última es la siguiente: "La inauguración de la Sala Sinfónica de la Universidad de Chile trasciende la mera apertura de un espacio físico; es una celebración del intangible, del alma que reside en cada rincón donde la música se manifiesta.
Como lo expresó Maximiano Valdés al final del concierto, la música y el sonido son mucho más que notas o sonidos: son los hilos invisibles que conectan nuestras historias, nuestras emociones, nuestro ser más profundo. "Valdés explica en medio del gran escenario que el sonido será, más que una experiencia estética, un acto de revelación: `El sonido es la huella de nuestra alma', declaró, y en esas palabras se revela una verdad profunda. Este momento, su inauguración, se presenta como un hito en la historia cultural de la Universidad de Chile y del país.
Es en el silencio previo, en el primer acorde y en el eco que perdura después, donde se revela la verdadera magia: la capacidad de escuchar lo que somos y lo que podemos llegar a ser.
La música, en su esencia, deja una huella indeleble, una invitación a d e t e n e r n o s e n nuestra rutina para sentir, para entender y para reconocernos en ese lenguaje universal. "Esta sala, por tanto, no es solo un escenario, sino un santuario donde los sonidos se convierten en puente y en diálogo entre generaciones y culturas. Es un espacio que invita a hermanarnos en un concierto de almas, a redescubrir la belleza de lo efímero y lo eterno que solo la música puede ofrecer.
La importancia de estos sonidos y estos momentos radica en su capacidad de transformar, en convertirnos en una comunidad más sensible, más consciente, más unida por esa magia intangible que solo el arte musical comprende y nutre". ¿Jubilará la IA a los columnistas de opinión? Juzgue usted. C O L U M N A D E O P I N I Ó N IA y la Gran Sala Sinfónica Tenía pocas ideas y eran tan obvias. Se me ocurrió, entonces, pedirle a la IA que redactara el texto... Si desea comentar esta columna, hágalo en el blog Por Pedro Gandolfo. - - -