A 10 AÑOS DE MOCHA, la puma más famosa del Paine
A 10 AÑOS DE MOCHA, la puma más famosa del Paine "V er a un puma en su hábitat es una de las experiencias más lindas que uno puede vivir, pero a mí lo que más me gusta es la búsqueda: todo lo que debes hacer, las pistas que debes aprender a seguir hasta finalmente encontrarlo en las montañas, descansando junto a unas rocas, o a orillas de un lago. "Eso es algo que me ha atraído desde niño, mucho antes de decidirme a estudiar biología marina y más tarde convertirme en fotógrafo de naturaleza y tracker o rastreador de pumas: cuando era chico siempre me gustaba encontrar cosas, así que esto pasó a ser como un desafío. Un verdadero tracker, para mí, es el que se quema las pestañas y no se detiene hasta encontrar a los animales.
Para lograrlo necesitas un 80 por ciento de suerte, pero también tener el instinto y la pasión. "Mi primer encuentro con un puma fue en Torres del Paine, hasta donde llegué a fines de los años 90.
Ya llevo 27 años trabajando allá y hoy es, sin duda, el mejor lugar del mundo para observar pumas: la densidad de ejemplares es insólita para los estándares de esta especie. "En esos años mi amigo, y también biólogo marino, Diego Araya ya estaba viviendo allá, tenía la idea de hacer unos libros y me preguntó por qué no me iba a Patagonia a tomar fotos. "Así que ahí empezó mi relación con el Paine. Por esa época me acuerdo que se estaba grabando la segunda parte de un documental de Hugh Miles, que en 1996 había publicado El león de los Andes.
Nosotros con Diego acampábamos afuera de la caseta de Conaf, en el sector del lago Sarmiento, y fuimos como parte incógnita de esa producción: les dijimos que estábamos recorriendo y que si veíamos pumas, les avisaríamos. "Fue en esas salidas cuando con Diego vimos a nuestros primeros pumas y quedamos locos: fueron tres individuos que aparecieron a lo lejos, bien adentro en el parque. Pero fue muy lindo. "Poco menos de un año después, Diego me llamó y me contó que vendrían unos clientes del extranjero a fotografiar pumas y que necesitaba a un rastreador. En ese entonces nadie ofrecía algo así en el parque, y yo había visto pumas solo una vez en mi vida, pero acepté el desafío.
Le dije a Diego: `Ok, vamos'. Y esa vez volvimos a ver pumas, a unos 100 metros de distancia, y la gente quedó muy feliz con la experiencia. "Para mí fue el comienzo de un aprendizaje que continúa hasta ahora.
El inicio de un fuerte vínculo con el Paine y sus alrededores que, solo unos años más tarde nos regalaría uno de los encuentros más importantes de nuestras vidas". "La primera vez que oí hablar de la Mocha fue a comienzos de 2013. El 22 de enero de ese año, durante sus patrullajes por el Paine, el guardaparques de Conaf Heriberto Yaeger había visto y fotografiado a una puma con dos cachorros en el sector del lago Sarmiento.
Los cachorros eran hembras y a una de ellas, curiosamente, le faltaba la cola. "Por entonces, con Diego Araya formábamos parte de un equipo de producción chileno que estaba filmando en Torres del Paine para un proyecto que luego se llamaría Wild Expectations.
En ese equipo también estaban el d o c u m e n t a l i s t a Christian MuñozDonoso, su hijo Mauricio Moris, la fotógrafa Cristina Harboe, el director René Araneda y el guía sudafricano Wayne Te B r e a k, e n t r e otros. " U n d í a d e c o mienzos de abril, la madre y sus dos cachorras volvieron a aparecer en las cercanías del lago Sarmiento, junto a un carneo de guanaco.
Christian Muñoz-Donoso logró filmarlas y, efectivamente, pudo notar que a una de esas cachorras, cuya edad estimó en unos cuatro meses, le faltaba la cola. "A partir de ese día nacería la leyenda de la Mocha, la puma sin cola de Torres del Paine, y también de su hermana, a la que comenzamos a llamar simplemente la Hermanita. "Recuerdo que, esa misma noche, con Cristina Harboe nos quedamos a acampar junto al carneo y fue cuando obtuvimos nuestras primeras fotografías de la Mocha y su familia.
Las seguiríamos observando en distintos lugares y situaciones durante los próximos tres años: en total, creo haberles tomado más de cinco mil fotos. "Estos eran unos pumitas muy especiales: tenían un comportamiento distinto al que conocíamos, se acercaban más de la cuenta y parecían no temerle a la presencia humana, nos aceptaban. "Las fotos y videos, entonces, comenzaron a ser cada vez mejores, y la Mocha se fue haciendo conocida a nivel internacional: de hecho, ella fue protagonista de la serie de la BBC Patagonia: Earth's Secrets Paradise, que se estrenó en 2015 y para la cual también trabajamos y aportamos nuestros registros. "El hallazgo de la Mocha causó lo que hoy yo llamo `la fiebre del puma'. Se hizo tan conocida que todo el mundo quiso venir al Paine para verla y fotografiarla, no solo turistas, sino también diversas producciones internacionales. "La Mocha y su hermana se tomaron un territorio específico del parque: el sector que une las porterías de Laguna Amarga y Sarmiento, junto a un cerco de alambre, el cual usaban como ventaja para poder cazar guanacos. "La Hermanita fue un sustento súper importante para la Mocha: cada vez que cazaba, la Mocha andaba detrás o cerca. Quizás a ella le costaba cazar: como no tenía cola, no tenía el ciento por ciento de eficiencia de un puma. Así que empezó a ser apartada de su territorio, o a buscar nuevos lugares donde sobrevivir. "Entonces se supo que la Mocha comenzó a moverse hacia el noreste del parque. Según cuenta el guardaparque Heriberto Yaeger, la última vez que se le vio en el parque fue el 28 de noviembre de 2015, de acuerdo a un registro que publicó un turista.
Y más tarde, la última noticia que se tuvo de ella fue el 22 de febrero 2017, ya en Argentina, donde incluso se le vio con un cachorro que la seguía. "Desde entonces se le perdió el rastro.
Y aunque hubo algunos rumores no confirmados sobre su muerte, yo prefiero quedarme con la historia más linda: la última vez que se vio a la Mocha, ella se había convertido en mamá y caminaba libre con su hijo por la inmensidad de la Patagonia". "El descubrimiento de la Mocha y su familia en el Paine significó un gran cambio para el parque: antes de eso, el único lugar donde los pumas estaban protegidos era precisamente dentro de los límites de esta área protegida. "Para cuidar a esta especie, y también para evitar el riesgo de algún accidente que pudiera ocurrir con los turistas, el parque comenzó a regular la forma en que se hacían los avistamientos.
Desde entonces, ya no fue permitido salirse de los senderos para ir a su encuentro. "Nosotros como guías también tuvimos un aprendizaje tremendo: empezamos a saber más de pumas, a conocer a los guanacos, a cómo encontrar carneos y entender las variables que ayudan a encontrarlos. "Además, las estancias aledañas al parque nacional, como la Estancia Laguna Amarga y Guido, decidieron dejar de cazarlos y protegerlos para el turismo y la conservación. "Hoy, esos sitios son los mejores lugares para observar pumas en su hábitat natural. Y eso es algo notable: la Estancia Laguna Amarga tiene casi 7.500 hectáreas de superficie, y hacia el otro lado, Guido es casi igual de grande. Las áreas protegidas se han ido expandiendo, ya que se sabe que los pumas se pueden mostrar y observar.
Son especies súper carismáticas que todo el mundo quiere ver. "Por eso, creo que estas dos pumitas, la Mocha y la Hermanita, nos entregaron algo increíble: nos dimos cuenta de que si hacíamos un trabajo de acercamiento correcto, más lento, manteniendo una distancia prudente, los pumas podían aceptarnos y se podía realizar una actividad responsable e interesante para la gente que viniese a observarlos. Para mí, poder verlas y fotografiarlas durante tantos años fue una de las experiencias más hermosas que he tenido. "La demanda de personas que quieren ir al Paine para fotografiar pumas ha ido aumentando.
Y siguen apareciendo nuevos ejemplares: después de la Mocha y la Hermanita se hizo popular una puma llamada Sarmiento, luego otra conocida como Rupestre y, ahora, la reina es la Petaca. "Pero sin duda, entre los años 2013 y 2016, cuando la tecnología todavía no estaba tan desarrollada como ahora, los pumas más fotografiados del mundo fueron la Mocha y la Hermanita. Gracias a ellas pudimos empezar a ver y mostrar comportamientos que nunca antes habíamos visto, como las primeras cacerías, cómo jugaban entre ellas. Nos permitieron ser parte de sus vidas y eso es en verdad muy emocionante. "Al final, creo que la historia de estas dos pumas tiene que ver con la historia de estos felinos en Chile. La Mocha fue el primer puma-ícono que hubo en nuestro país.
Quién sabe cuál será el siguiente". D A 10 AÑOS DE MOCHA, la puma más famosa del Paine A comienzos de 2013, la aparición de una pequeña puma sin cola en Torres del Paine marcó un antes y un después en la historia y conservación de estos felinos en Chile.
A una década de ese suceso, Rodrigo Moraga --uno de los primeros fotógrafos que registró sus pasos-cuenta cómo fue ese hallazgo y las consecuencias que tuvo para una de las áreas protegidas más emblemáticas de la Patagonia. POR Sebastián Montalva Wainer. FOTOS: Rodrigo Moraga Zúñiga (*). ÍCONO. Mocha fue vista por primera vez en 2013 en el sector del lago Sarmiento. La última fue en 2017, ya en Argentina. FAMILIA. Dos primeras fotos a la izquierda: Mocha y Hermanita en 2013, juntas como cachorras. Al medio, su madre en el lago Sarmiento. A la derecha, Mocha en abril de 2014, camino a la adultez, y otra vez con su hermana. CAZADORA. Hermanita (aquí en ambas fotos) acostumbraba a cazar con Mocha en el sendero entre las porterías Laguna Amarga y Sarmiento. TRACKER. Rodrigo Moraga llegó a Torres del Paine a fines de los años 90. CRIS TINA HARBOE * Rodrigo Moraga Zúñiga es biólogo marino, fotógrafo y guía de naturaleza. Trabaja hace más de 20 años como rastreador de pumas en Torres del Paine. HÁBITAT. Los pumas del Paine ahora también están siendo protegidos por las estancias donde antes los cazaban..