Autor: Alejandro Witker Historiador
Humberto Maureira: Primero respeto
Señor Director: Cuandoveoentelevisión losreiterados motinesquelucen losliceosemblemáticos de Santiago, donde la barbarie aplastó a la pedagogía, viene a mi memoria la figura de Humberto Maureira Bravo (1 352018). Se graduó en la Escuela Normal de Chillán y fue compañero de mi esposa, de donde vino una cercanía por largos años, cuyas conversaciones recuerdo siempre, entre las más estimulantes que he tenido en mi larga vida. Fundó los colegios Darío Salas en Chillán y Chillán Viejo, los que me mostró con la satisfacción que un orfebre muestra desuingenio. “Enseñamos diversas materias de letras y números, pero sobre todo, valores. Sin valores no se forma una persona y la gran tarea en la educación es formar personas, entre estos valores, el respeto es lo primero... ” Esta declaración doctrinaria, fue la arquitectura de sus colegios. Los resultados fueron sorprendentes. Fui invitado a presentarlibros, exposiciones, dictarconferencias, conversaciones con estudiantes y profesores. Nunca he conocido en colegios un ambiente más solemne para estos ejercicios de la inteligencia. Hablé ante un gimnasio lleno de estudiantes. Todos en silencio y ordenados. Se pusieron de piecuando entramos con el director, atención como en un templo, preguntas propias de quienes escucharon y entendieron. Un lujo. Tanto Mario Ríoslerogó a Humberto abriera colegios semejantes en Concepción.
Mi amigo, alagado le respondió: “No podría estar en dos partes a la vez y si no encuentro directores quecompartan esta doctrina, no saldrían bien”. Cuánta razón tenía en su respuesta: Sin autoridad convencida y comprometida, las cosas no funcionan. Lgnoro qué ha pasado en los colegios sin Humberto, seacomo fuere, demostró que una buena enseñanza es posible cuando se ejercitan valores y el respeto está primero.