Autor: NICOLÁS GARCÍA DE VAL
Medios vetados y demandas cruzadas: estalla la guerra entre Trump y la prensa
Medios vetados y demandas cruzadas: estalla la guerra entre Trump y la prensa The Associated Press no puede ingresar a la Oficina Oval:enfrascado en disputas legales con ellas.
La de por sí mala relación de Donald Trump con los medios de comunicación ha alcanzado niveles críticos en su segundo gobierno, con prestigiosas agencias vetadas de sus ruedas de prensa, investigaciones del Ejecutivo por los fondos que entrega a los medios, y acciones judiciales contra el republicano por su trato a la prensa. Por años, Trump ha criticado a los medios como “enemigos del pueblo” y promotores de “noticias falsas”, pero desde que volvió a la Casa Blanca ha redoblado sus amenazas y tomado acciones en su contra.
Uno de sus primeros blancos fue la CBS, a la que acusó en febrero del “mayor escándalo de radiodifusión en la historia” por haber emitido el año pasado una entrevista con su rival en las elecciones de 2024, la exvicepresidenta Kamala Harris.
Según el mandatario, la conversación fue editada para beneficiar a la demócrata y la Comisión Federal de Comunicaciones, dirigida por Brendan Carr designado por Trump lo está investigando, aunque la cadena ha negado cualquier negligencia en la edición de la entrevista. Ese mismo mes, Trump se lanzó contra Politico por haber recibido “miles de millones de dólares” de la Agencia para la Ayuda al Desarrollo Internacional (Usaid) como “pago” por publicar información positiva sobre los demócratas. El sitio especializado aclaró que solo recibe dinero del gobierno por las suscripciones que pagan algunas de sus agencias, que, según los propios registros del Ejecutivo, alcanzaron cerca de US$ 8 millones en 2024. “La relación de Trump con la prensa se ha vuelto todavía más adversaria en su segundo gobierno”, aseguró Margaret Sullivan, académica de la Universidad de Columbia y columnista de The Guardian. The Associated Press ha sido una de las organizaciones de noticias que ha recibido con mayor fuerza la arremetida de Trump.
Eln Cambio de reglasLa Casa Blanca anunció nuevas reglas para los medios y que ahora será el propio gobierno el que decidirá qué periodistas pueden hacer preguntas a Trump en los actos oficiales, una tarea que hasta ahora correspondía exclusivamente a la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca. ters, el Huffington Post y el alemán Der Tagesspiegel a la primera reunión de gabinete de Trump.
“El equipo de prensa de la Casa Blanca determinará quién podrá disfrutar del acceso tan privilegiado y limitado a espacios como el Air Force One y la Oficina Oval”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, al explicar la decisión.
Demandas y amenazas judicialesmandatario le prohibió a la agencia a la que describe como una organización de “lunáticos de izquierda” tener acceso a la Oficina Oval o al avión presidencial Air Force One por negarse a llamar Golfo de América al Golfo de México, como indicaba una de las múltiples órdenes ejecutivas que ha firmado.
Poco después, la administración republicana prohibió el acceso de periodistas de Reu-La AP presentó una demanda para exigir que se le permita tener acceso al presidente y esta semana pidió a un juez federal por segunda vez que se le reinstaure. Las medidas judiciales también vuelan en dirección contraria: Trump demandó a CBS News por 10.000 millones de dólares por la “edición selectiva” de la entrevista de Harris.
El mandatario adelantó además que “en algún momento”EFEbierno dijo a The Financial Times que la Casa Blanca ya no siente una necesidad de apelar a los medios tradicionales porque, en su lugar, puede apoyarse en podcasters e influenciadores de redes sociales para llevar su mensaje a las personas. Aquí juega un papel clave Elon Musk, asesor de Trump y el dueño de X.
Leavitt lo dejó claro en enero, cuando aseguró que abrirán las conferencias de prensa a “periodistas independientes, podcasters, influenciadores de redes sociales y creadores de contenido”, con asientos reservados en primera línea para los nuevos medios. Parte importante de la estrategia de campaña de Trump se basó en participar en diversos pódcast para atraer a los votantes más jóvenes. Una “amenaza para la democracia”demandará a los medios que usen “fuentes anónimas”. “Son ficción inventada, difamatoria, y se debe pagar un alto precio por esta flagrante deshonestidad. Lo haré como un servicio a nuestro país. Quién sabe, ¡¡¡ tal vez creemos una nueva ley buena! !!”, lanzó en redes sociales.
Para expertos como Adam Penenberg, las demandas y acciones de Trump han convertido a su disputa con los medios en algo “sistémico”. “Esta vez no es solo retórica, se trata de usar la maquinaria del gobierno para castigar a la prensa.
Ha planteado abiertamente la idea de utilizar el Departamento de Justicia contra los periodistas, expandir las leyes de difamación para silenciar a los críticos y excluir a los medios no conformes del acceso a la Casa Blanca”, manifestó el director del magíster de periodismo online de la Universidad de Nueva York.
Un lobista con vínculos al go-Inquietos por la situación y porsu futuro, los jefes de las redacciones de AP, Reuters y Bloomberg lanzaron un comunicado conjunto, en el que plantearon que “es esencial en una democracia que el público tenga acceso a las noticias sobre su gobierno de una prensa libre, independiente” y que “cualquier paso por parte del gobierno para limitar el número de agencias de noticias con acceso al presidente amenaza ese principio”. El sentimiento es generalizado entre los periodistas estadounidenses.
Penenberg, por ejemplo, considera que si continua el enfrenamiento de Trump con los medios, “los riesgos son existenciales” tanto para la prensa “como para la democracia”. “Cuando un gobierno logra hacer que la prensa sea irrelevante o peor, complaciente, se vuelve mucho más fácil erosionar las instituciones democráticas sin rendir cuentas”, aseguró. Una opinión similar tiene Sullivan, quien compara “los esfuerzos por silenciar a la prensa” de Trump con lo que ha ocurrido en países como Hungría y Rusia. “Si la democracia ha de perdurar en los Estados Unidos, el público necesita tener una base firme de verdad, no de propaganda”, manifestó.
Las redacciones de medios menores también dicen haber sentido el impacto de la ofensiva de Trump, pues políticos locales afines al mandatario y empresarios han redoblado la presión judicial sobre ellas, según The New York Times, y no parece que las demandas vayan a parar pronto.
Y eso conlleva su propio riesgo: “En momentos en que los medios de comunicación tradicionales ya están luchando contra una ola de desconfianza pública (no toda culpa de Trump), el peligro es que, en su intento por recuperar la confianza, los medios se contengan al criticar al Presidente, a pesar de que Trump se está acercando peligrosamente a estar fuera de control”, manifestó Regina Lawrence, subdirectora de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Oregon.
El Presidente de EE.UU. les prohibió a varias organizaciones de noticias el acceso a zonas de la Casa Blanca y se haThe Associated Press no puede ingresar a la Oficina Oval:. limitó el acceso a la Oficina Oval de algunos medios de comunicación.