La crisis del Canal Beagle: Momentos de tensión y una vía de paz
La crisis del Canal Beagle: Momentos de tensión y una vía de paz ace 45 años se desarrollaron diferentes acontecimientos acontecimientos que hicieron parecer inevitable una eventual Guerra entre Chile y Argentina. Una de las figuras más preponderantes en este proceso, proceso, con el cual se logró una resolución pacífica de la controversia, fue el cardenal Antonio Samoré. Para comprender la importancia importancia de la figura del cardenal Samoré, es necesario necesario realizar una pequeño viaje al pasado para saber lo que ocurría hace prácticamente prácticamente 45 años.
Por un lado Argentina: un amplio contingente a lo largo de las fronteras con Chile, la Flota de Mar Argentina esperaba esperaba la orden para comenzar el Operativo Soberanía el cual estaba planificado para el 22 de diciembre; al otro lado de la frontera, diferentes líneas de defensa continental e insular esperaban la invasión.
El 19 de diciembre de 1978 un joven subteniente, Pedro Pimentel, recién egresado de la Escuela Militar, salía de la oficina del general Nilo Floddy Buxton con ordenes de dirigirse a componer la defensa del Regimiento de Caballería N 5 Lanceros en Puerto Natales, observando la última carta de situación de despliegue de tropas; tropas; en Monte Aymond el retén de Carabineros se mantenía en la primera línea de fuego, viendo el despliegue de fuerzas fuerzas chilenas provenientes de Punta Arenas, Concepción y Santiago, así como las argentinas argentinas provenientes del norte; en Primera Angostura el reservista reservista Infante de Marina Manuel Canales recibía las órdenes órdenes de entregar las placas de identificación al contingente; en isla Navarino, Carabineros e Infantería de Marina componían componían las líneas de defensa.
Superando el miedo y también llenándose de valor miles, de Hace 45 años La crisis del Canal Beagle: Momentos de tensión y una vía de paz Una de las figuras más preponderantes en este proceso, con el cual se logró una resolución pacífica de la controversia, fue el cardenal Antonio Samoré. Argentina. Cardenal Antonio Samoré, hombre clave en la mediación entre Chile y. La crisis del Canal Beagle: Momentos de tensión y una vía de paz chilenos esperaban resistir el ataque.
El 19 de diciembre en Roma, su santidad Juan Pablo II en sesión del colegio colegio Cardenalicio generaba los frenéticos esfuerzos para confirmar la mediación Papal en la controversia del Beagle, la cual desde la lectura del Laudo de su majestad británica británica de 1977 hasta ese tenso mes de diciembre había conllevado conllevado a diferentes esfuerzos diplomáticos, con varias etapas etapas y dificultades, en donde la mediación era para muchos la última carta del Gobierno de Chile para evitar el horror de una Guerra, la cual había tenido una buena acogida por parte del Jefe de Estado Argentino, pero que necesitaba ser ratificada por las instancias competentes que dificultaban la negociación.
El canciller chileno Hernán Cubillos, recordó años más tarde que la tensión de aquellos aquellos días y la necesidad de una respuesta hacían parecer detenerse detenerse el tiempo, el comando infante de Marina, cabo primero primero Juan Troncoso, desplegado en el Canal Beagle, manifestó manifestó en una entrevista que “la tensión de esos días no se la doy a nadie”. La comunicación con la santa sede y ambos gobiernos tendrían una solo vocería válida, válida, imposición que puso el Vaticano para evitar futuras controversias, designándose al cardenal Antonio Samoré con la potestad correspondiente para oficializar la negociación, noticia que se informaba a los respectivos gobiernos en las últimas últimas horas del 21 de diciembre de 1978, tras la aceptación de una resolución pacífica de una controversia, pero que mantenia a miles de hombres, soldados, marineros, infantes de Marina, carabineros y aviadores, en momentos momentos de tensión a lo largo de toda nuestra Patria.
Sin embargo, el despliegue argentino fue efectivo, para muchos muchos especialistas errores de comunicación, quiebre en la línea de mando o simplemente simplemente desconocimiento llevaron a un gran movimiento de tropas que tuvieron que ser replegadas, replegadas, siendo detenida la Flota de Mar Argentina por una tormenta... tormenta... ¿acaso la mano de Dios impidió el desencadenamiento desencadenamiento de una guerra? La noticia de la mediación fue informada de distintas formas formas a los hombres en ambas líneas del límite político internacional, internacional, siendo recibida con sentimientos encontrados, encontrados, pero con la claridad que los hombres de armas tienen respecto a que las consecuencias consecuencias de una guerra no pueden ser comparadas con las ventajas de una paz, especialmente entre entre dos naciones forjadas bajo una misma bandera e ideales de libertad.
La llegada a Santiago del cardenal Samoré y posteriormente su viaje a Buenos Aires, y una serie de viajes que seguirían seguirían entre ambas capitales nacionales dan muestra de un hombre que cumplía una misión misión compleja, pero con un carácter que no pasaba indiferentes indiferentes a ambos lados de la cordillera.
“Veo una lucecita de esperanza esperanza al final del túnel”, sería la frase que pronunció el cardenal Antonio Samore en vísperas de la Navidad de 1978, esto al ya estar encaminada encaminada la negociación para aceptar la mediación papal ante la controversia del canal Beagle de 1978.
Chile y Argentina ratificaron ratificaron en el Acuerdo de Montevideo, el 9 de enero de 1979, la mediación papal pero desde vísperas de Navidad más de un millón doscientos mil chilenos eran paulatinamente desmovilizados, iniciándose las negociaciones que en el caso chileno estarían bajo la dirección del general Ernesto Videla, a palabras de la periodista periodista Mónica Cerda “el hombre de la causa”, la cual no era otra que la paz.
Las conversaciones fueron fueron duras, los puntos parecían inflexibles, pero en efecto el cardenal Samoré, el cual contaba contaba con un conocimiento acabado de la sítuación, geografia geografia e implicancias de la zona en controversia, logro desatar los distintos nudos que permitían permitían ir generando confianza mutua y consolidar una paz entre Chile y Argentina.
Sin embargo, su presencia presencia ante Dios fue requerida, falleciendo en 1983, no estando estando presente en la firma del Tratado de Paz y Amistad con Argentina de 1984, así como su posterior ratificación ratificación en ambos lados de la cordillera en 1985.
Este brillante hombre, realista y pragmático, permitió permitió un punto de encuentro que hasta el día de hoy es parte de los análisis de las historias de las Relaciones Internacionales, generando generando gracias a la voluntad de ambos gobiernos, sus representantes representantes y evidentemente la mediación papal, una vía de trabajo que permite hasta el día de hoy sostener una vía de progreso para ambos países, asumiendo desafíos en forma combinada y consolidando consolidando los viejos lazos que, por diferentes motivos, motivos, se vieron oscurecidos en diversos episodios del siglo XX.
Hoy recordando este capítulo capítulo de nuestra historia, podemos mirar y vivir los frutos de una paz establecida establecida y forjada en el rigor en donde la disuasión chilena fue clave, paz que el mismo cardenal Antonio Samoré rezó y forjó, uniendo en sus plegarias el anhelo de tantos que estuvieron desplegados en las fronteras y sus familias, familias, siendo una de las tantas historias en donde los hombres hombres estuvieron a las alturas de las circunstancias y que este 19 de diciembre homenajeamos, homenajeamos, recordando las sabias palabras inmortalizadas en bronce de Monseñor Ramón Angel Jara “Se desplomarán primero estas montañas, antes antes que argentinos y chilenos rompan la paz jurada a los pies del Cristo Redentor”. Miembros del contingente que estaba preparado para ser parte de la guerra entre Chile y Argentina..