Los problemas de la toma ilegal
Si hablamos de una toma ilegal de terrenos, donde se han construido cerca de 200 casas, los problemas pasan a ser evidentes.
Partiendo por las personas que viven en un lugar como el que describimos en varias notas de prensa, en la ribera del río Guaiquillo en Curicó, queda claro que no es apto para instalar ahí un sector habitacional, pues ese punto donde históricamente se han producido inundaciones en tiempos de lluvia. Además, las personas no tienen acceso a los servicios básicos y, lo más lógico, es una toma ilegal y así no se hacen las cosas en Chile. Pero, además, durante los últimos días se han producido varios inconvenientes para las familias que viven legalmente y hace muchos años en los sectores aledaños.
Particularmente, nos referimos a los vecinos de la población Dragones Sur, quienes recientemente denunciaron constantes y extensos cortes de luz, producto de la sobrecarga que se produce porque los habitantes de la toma ilegal están "colgados" de este servicio.
Esta es una situación tremendamente preocupante, pues producto de ello se pueden producir golpes de corriente que dañen los to de ello se pueden producir golpes de corriente que dañen los electrodomésticos y, en un escenario más complejo, un incendio de incalculables consecuencias.
Frente a esta preocupante situación, poco es lo que han hecho las autoridades, pues una de las respuestas que se escucharon ante la denuncia de los cortes de luz fue que existen dos soluciones para la toma: poner un empalme o sacarlos... vaya respuesta. Lamentablemente, para las familias que viven ahí y que muchas de ellas fueron engañadas y pagaron por un terreno, la solución es terminar con esa toma; las razones sobran y todos las conocen. El tema es que alguien debe hacerse cargo de "Nuevo Puerto Príncipe", como llaman a esta verdadera población, donde originalmente se instalaron muchos inmigrantes de nacionalidad haitiana. El problema es que nadie se hace cargo, ni la Municipalidad, ni la Delegación Presidencial Provincial, ni el dueño del terreno. Mientras tanto, las familias de la población Dragones Sur siguen con problemas con la electricidad y quienes viven en la ribera del río están expuestos a los desastres naturales que podrían llegar este invierno. Los problemas de la toma ilegal.