Por qué tanta demora: Autoridades a la pizarra
El rol fiscalizador es una herramienta que sin duda robustece nuestra democracia y enaltece las acciones que, desde las instituciones y la propia ciudadanía, surgen para velar por una buena gestión del Estado y del Gobierno de turno. Sin esa facultad, todo sería mucho más complejo y hasta peligroso, pero en los últimos años el control social se ha potenciado mediante diversos mecanismos, incluido, por cierto, el rol de los medios de comunicación. Porque “sacar a la pizarra” a las autoridades es un ejercicio fundamental, y aun cuando moleste al oficialismo, permite poner en valor ese control social y ese rol fiscalizador.
Luego del informe del Banco Central sobre el negativo PIB Regional, los habitantes de Aysén quedaron en un estado de asombro absoluto, un duro golpe del cual aún no nos recuperamos y que no han hecho más que dejar en evidencia nuestro retraso en los más distintos ámbitos. Y sigue vigente la misma inquietud ciudadana respecto del adverso momento económico que enfrenta la región. Habrá transitado la autoridad del Minvu las veredas del sector comercial de Coyhaique en las últimas semanas. Baldosas sueltas, agua que salpica, vías peatonales en muy mal estado y hace varios años, heredadas del anterior Gobierno, pero quién se hace cargo. Lo mismo las calles del perímetro céntrico y con especial énfasis las del entorno de la plaza de Armas.
Un deterioro vergonzoso y un anuncio que en este caso hizo hace varios años la ex Seremi Ana María Mora, en el Gobierno Piñera 1, y que hoy, varios años después del anuncio, sigue siendo una promesa incumplida traspasada al actual Gobierno.
Imposible no citar al MOP y al Servicio de Salud, sectores que manejan grandes presupuestos, pero que no son capaces de dar la cara a la gente para explicar por qué fracasan las licitaciones, por qué demoran tanto en adjudicar y empezar a ejecutar. Entonces la comunidad se pregunta, qué debe pasar para que el Gobierno, nacional y Regional comiencen a mejorar la gestión, más en un territorio como Aysén, donde se depende casi exclusivamente de la inversión pública. Una interrogante que abre espacios para el debate para que las autoridades puedan explicar de manera simple y transparente qué está pasando que se avanza tan lentamente.
La gente quiere ver acciones concretas y no escuchar justificaciones de las autoridades señalando que no se han podido destrabar muchos procesos licitatorios que caminan a un ritmo cansino, porque esas explicaciones solo dan cuenta de una institucionalidad sumamente burocrática y que al final del día, no se hace cargo de la urgencia y de la oportunidad que demandan la ciudadanía para poder desarrollar esta zona extrema del país.. Editorial