Autor: Bárbara Stengel, Vicedecana de Gestión y Vinculación con el Medio de la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI
COLUMNAS DE OPINIÓN: De niñas a mujeres en la ciencia
COLUMNAS DE OPINIÓN: De niñas a mujeres en la ciencia En Chile, según el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, aunque las mujeres representan más del 5O% de las matrículas en educación superior, solo uno de cada cuatro estudiantes en áreas STEM (ciencia, tecnología, tecnología, ingeniería y matemáticas) es mujer.
Las áreas de tecnología son particularmente desafiantes: desafiantes: apenas un 9% de las matrículas en ingeniería eléctrica corresponde a mujeres, y en general, las estudiantes en estas disciplinas disciplinas siguen siendo la excepción, no la regla.
Esta escasa representación se traduce en una falta de modelos a seguir, lo que perpetúa el ciclo histórico y limita el acceso de las niñas a las carreras científicas y tecnológicas desde el inicio de su formación. Además, las brechas salariales entre las áreas donde predominan las mujeres y aquellas aquellas dominadas por hombres aún existen.
Mientras que las mujeres graduadas en carreras carreras como educación básica o enfermería cuentan con un sueldo promedio de $814.315 al segundo año de egreso, los egresados de carreras de ingeniería civil eléctrica o computación e informática, dominadas por hombres, obtienen un salario de $1.408.522 en el mismo periodo. Esta diferencia de más de $594.000 pesos no es solo una cuestión económica, sino un ejemplo de que tenemos que seguir avanzando. El techo de cristal también persiste en la academia, donde las mujeres en Chile representan representan solo el 22% de las profesoras titulares. titulares. Las dificultades para compatibilizar la vida profesional y familiar, unidas a las exigencias propias del sistema académico, explican en parte esta disparidad. Sin embargo, embargo, este contexto no puede ser una excusa para seguir postergando un cambio real que permita a las mujeres alcanzar posiciones de liderazgo en la investigación científica. La pregunta que debemos hacernos es: ¿ Qué estamos haciendo como sociedad para cambiaresta realidad? El papel dela educadón superior es crucial en este proceso. Es necesario necesario trabajar para crear un ambiente inclusivo que fomente la participadón activa de las mujeres mujeres en todos los campos del conocimiento, en especial en aquellos donde la representadón femenina sigue siendo marginal.
Creemos en que las politicas institudonales institudonales deben convertirse en acciones concretas que promuevan la igualdad de oportunidades, oportunidades, el acceso a mentorías, y la visibilidad de mujeres científicas que sirvan de ejemplo a las futuras generaciones. Es fundamental que las niñas no solo sean conscientes de su potencial en la ciencia, sino que cuenten con los recursos, el acompañamiento acompañamiento y la seguridad para desarrollarlo. Esto implica transformar tanto los estereotipos estereotipos de género como las estructuras laborales laborales que aún dificultan la inclusión plena de las mujeres. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de perder valiosas contribuciones a la innovación y al desarrollo en sectores clave como la tecnología, la salud y la sustentabilidad, sustentabilidad, entre otros. Debemos replanteamos cómo podemos hacer de la ciencia un campo accesible y atractivo atractivo para todas las personas, independientemente independientemente de su género. Hay que continuar con el trabajo sistemático y constante para que más mujeres lleguen a lugares de toma de decisiones, decisiones, a laboratorios, a empresas tecnológicas, a proyectos de investigación.
No se trata de preparar a las niñas para que “rompan barreras” por sí solas; se trata de que el sistema les brinde las herramientas, los apoyos y las oportunidades para que, sin barreras, puedan desarrollarse en cualquier área del conocimiento que elijan. La ciencia y la tecnología son, y deben seguir siendo, campos de todos y para todos. OPINIÓN OBSERVADOR__L Bárbara Stengel, Vicedecana dr _ Ges fión y Vinculación con el Medio de la Facultad de ingeniería y Ciencias UA1.