El tren recorre su historia en Chile
El tren recorre su historia en Chile Más de 700 piezas entre ellas, pinturas, fotos, objetos, maquinaria, canciones y videos componen la exposición que en el Centro Cultural La Moneda conmemora los 140 años de EFES da cuenta de la evolución de este medio de transporte en el país. Jazmin Lolas E.
Mensa3e © De María Alejandrina Tapiayen Concepción fue que Violeta Parra escuchó, y aprendió, entre 1957 y 1958, la cueca «Por la línea corre el tren». Casi 70 años después, la canción ha inspirado el título de la exposición que en el Centro Cultural Cultural La Moneda conmemora los 140 años de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE). La muestra ocupa las dos mayores salas del recinto Andes y Pacíficoy la mención a la cueca espera al espectador apenas empieza el recorrido. Ese antecedente musical e histórico echa a rodar un montaje que trata por supuesto de EFE y del tren, pero también de múltiples formas de revisar la historia de este medio de transporte en Chile.
Más de 700 piezas se presentan en la exhibición, organizada bajo la curatoría de Amarí Peliowski y José de Nordenflycht, y estructurada en torno a cuatro grandes temas: imaginarios, vidas, tecnología y territorios, los cuales se reflejan en fotografías, pinturas, grabados, registros audiovisuales, textos, juguetes, juguetes, maquinaria, recortes de diarios, mapas, herramientas y música. «Pequenas narrativas» «La exposición capta la nostalgia que todos y todas sentimos por la experiencia del ferrocarril. Se van urdiendo pequeñas narrativas sobre esa. El tren recorre su historia en Chile experienciay haciendo también una proyección de futuro», explica José de Nordenflycht. En lo que concierne al imaginario, la muestra ofrece una selección de obras de autores autores clásicos y contemporáneos que aluden al motivo central y a las nociones que diferentes generaciones manejamos sobre él.
Entre las pinturas se cuentan tres paneles del mural El sitio de Rancagua, que Voluspa Jarpa y Natalia Babarovic inauguraron en 1994 en la estación homónima, al igual que el cuadro de Thomas Somerscales Valle del Aconcagua, de i88i, donde al fondo del paisaje se adivina apenas la presencia presencia de unos vagones. También se expone una viñeta de la historieta «Condorito», justamente aquella en la que el protagonista aborda el tren que lo llevará a Pelotillehue, el pueblo donde transcurren sus aventuras.
Quienes se trasladan habitualmente en el Metro pueden reconocer en este montaje el diorama de Zerreitug titulado La Copiapó, que se encuentra en la estación Baquedano y que se basa en el primer ferrocarril de Chile, que se inauguró en 1851 y circulaba entre Caldera y Copiapó.
Otras secciones ponen de relieve el rol de la prensa enla difusión de momentos clave de la historia de ese medio, así como en la cobertura de accidentes, y también destacan el estímulo que ha significado para la literatura, ya sea en narrativa o poesía.
La arista musical de la exposición, en tanto, consiste no solo en la alusión a la cueca recopilada por Violeta Parra, sino además en la oferta de unaplaylist que reproduce canciones, como «Tren al sur» de Los Prisioneros. ((Las primeras líneas férreas se concibieron concibieron como extensiones de las rutas comerciales marítimas: su objetivo principal consistía en unir la costa con el territorio interior para el transporte de productos de importacióny exportación. exportación. En Chile, las vías fueron originalmente u Tren de juguete. 1989. cstcolecciónMuseo Histórico Nacional. ncc del Estado. CuCo del veraneante. 1940. © colección Rodrigo Booth. 4 VERANEAHTE Muchas veces hemos escuchado que el tren conectaba Chile. Bueno, esa afirmación no es una met fora, es real JOSÉ DE NORDENFLYCHT.
El tren recorre su historia en Chile pensadas para el traslado de minerales, cereales y otros productos agrícolas y silvícolas», se lee en un texto disponible en una de las salas, que explica cómo ((el mapa ferroviario» fue al comienzo una cartografía de la economía extractiva, extractiva, para convertirse con el paso del tiempo en un instrumento de soberanía nacionaly, luego, enun medio centrado sobre todo en los pasajeros.
La exposición incluye un motor de locomotora, locomotora, letreros de estaciones de antiguas y extintas estaciones, señalética, herramientas propias de una maestranza, planos, mapas y otros objetos que hablan del alcance que el tren tuvo en nuestra geografía con el consecuente surgimiento de costumbres definidas por ese medioy de proyectos que no se materializaron, materializaron, como aquel que a fines de los años cuarenta pretendía unir ChiloéyAysén por medio de una vía de más de 8oo kilómetros. Equivalente a la expansión de las fronteras ((Muchas veces hemos escuchado que el tren conectaba Chile. Bueno, esa afirmación no es una metáfora, es real. El tren llegaba a Argentina, a Bolivia», comenta De Nordenflycht, mientras «Por la línea corre el tren» Centro Cultural Palacio La Moneda Plaza de la Ciudadanía 26. Nivel -3, Salas Andes y Pacífico Hasta el 17 de noviembre Martes a domingo, 10.00 a 19.00 horas apunta a distintas imágenes que reproducen la magnitud que llegó a tener la red ferroviaria.
Otro de los textos distribuidos en el recinto refuerza esa reflexión: relata que la historia del tren en nuestro país es equivalente a la de la expansión de las fronteras y que en otro tiempo el ferrocarril «determinó el crecimiento de las ciudades y de los barrios, y originó nuevos asentamientos en torno a las estaciones. Impulsó el establecimiento de nuevos mercados locales, empujando los bordes del territorio explorado y explotado. Sirvió también para la expansión de ideologías», dice en referencia a las campañas políticas de varios expresidentes que se valieron de este medio para convencer adherentes de norte a sur. M u 3 Haasaenelasdén. Estación de ferrocarriles zona central. © Marcos chamudes. 1950. colección Museo Histórico Nacional. 1. Ver videos de la muestra, escaneando este QR:.