CARTAS: Deuda en salud
Deuda en salud e La Cuenta Pública 2025 del presidente Boric estuvo cargada de anuncios en materias como educación, seguridad, vivienda y cambio climático. Sin embargo, resultó imposible no notar la ausencia de una mirada profunda sobre la crisis de la salud pública, un tema que hoy directamente amillones de personas en nuestro pa15. No estamos hablando de un problema menor o marginal. Más de tres millones de personas siguen esperando atención médica en el sistema público, y más de 320.000 esperan una cirugía, muchas de ellas con plazos vencidos o de agravamiento. Esto debería haber ocupado un lugar prioritario en el mensaje presidencial, no solo por la magnitud del problema, sino porque toca la vida cotidiana de miles de familias chilenas.
La salud fue mencionada, sí, pero de manera superficial: algunas referencias a infraestructura, a ciertos avances en atención primaria y a la implementación de programas focalizados, así como el anuncio del ingreso de nuevas patologías al GES.
Pero faltó lo esencial: una lectura política y social del estado crítico del sistema público de salud y, sobre todo, un plan concreto, ambicioso y bien calendarizado para enfrentar las listas de espera, mejorar la gestión hospitalaria y fortalecer al personal de salud, que sigue trabajando bajo enorme presión. La omisión no parece casual.
Enfrentar la salud requiere decisiones difíciles, reformas les y una mirada de largo plazo, que no se resuelve con anuncios de hospitales que estarán operativos en 2028, Se necesita más que inversión: se requiere gestión, liderazgo y un compromiso claro con la dignidad de los pacientes. Tampoco se vio una autocrítica respecto de las dificultades del Ministerio de Salud para ejecutar presupuestos, resolver compras eficientes oestablecer alianzas público-privadas en momentos críticos. Reconocer esas falencias no es debilitar al gobierno: es, justamente, lo que permitiría dar señales deresponsabilidad y voluntad real de mejora. La salud pública no puede seguir siendo el tema postergado, ni el capítulo un discurso lleno de promesas y fechas imprecisas. Porque mientras seguimos hablando de futuro, hay personas que esperan diagnósticos que llegan tarde, operaciones que no se agendan o tratamientos que, simplemente, Y eso no es un problema técnico: es profundamente político y ético. Si el gobierno quiere avanzar en derechos sociales reales, la salud debe dejar de estar en segundo plano. Porque ningún país puede hablaren serio de justiciasocial mientras millones siguen esperando atención médica como si fuera un favor y no un derecho. Luis Castillo Fuenzalida, académico U, Autónoma de Chile Medio Ambiente