Autor: JUAN CARLOS DÉLANO ORTÚZAR Expresidente Cámara Nacional de Comercio
Centro de Santiago
Señor Director: A poco de asumir Joaquín Lavín como alcalde de Santiago, se dio cuenta de que los vendedores ambulantes tenían invadido el centro de la ciudad. Al principio contrató guardias privados, pero por no ser carabineros, no eran respetados y se producían hechos violentos al tratar de retirarlos. El comercio, al no tener garantías para desarrollar su actividad, empezó a retirarse del centro, lo mismo que aquellas empresas que ocupaban oficinas en el sector, al igual que está sucediendo hoy día. La única manera de solucionar el problema era que Carabineros estuviera presente y prohibiera la instalación de esta gente. La municipalidad le ofreció a la policía uniformada que sacara a la calle a aquellos que ocupaban puestos administrativos y que ella contrataría personal calificado que los reemplazara. Esto era una buena solución para Carabineros, pues la delincuencia estaba aumentando peligrosamente en el sector.
El hecho es que se hizo, se pusieron carabineros en número de dos en cada cuadra de alto movimiento en el centro y se dispuso de una camioneta furgón, que dependía de la Primera Comisaría de Carabineros, cuya función era detener a los vendedores ambulantes que se resistían a retirarse. La municipalidad tuvo que pagar un alto costo económico. A los pocos días, la estrategia comenzó a dar resultado y se empezó a despejar las calles de ambulantes. Creo que esta solución podría desarrollarse nuevamente, y esto nos permitiría a todos disfrutar nuevamente del sector más importante de nuestra capital.