Alza del bullying en colegios de estrato alto duplica al resto
Lecturas 4 Documentos Alza del bullying en colegios 1. Introducción La violencia escolar ha sido un tema de creciente preocupación tanto en Chile como a nivel internacional.
En los últimos años, la agresión en el entorno educativo ha emergido como uno de los problemas más urgentes que enfrentan las escuelas chilenas, siendo identificado por la ciudadanía como uno de los problemas más importantes que enfrentan las escuelas del país (Encuesta CEP 2024). Este fenómeno no solo afecta la calidad de que también compromete directamente el bienestar y el desarrollo de los estudiantes. La victimización en el entorno escolar con]leva consecuencias profundas y de largo plazo en la vida de los estudiantes.
Diversos estudios han demostrado que quienes son víctimas de violencia escolar presentan una mayor probabilidad de abandonar el sistema educativo, así como un deterioro en su salud mental, manifestando síntomas de depresión, ansiedad e incrementando conductas de riesgo.
Estos efectos no solo impactan el bienestar inmediato de los estudiantes, sino que también repercuten negativamente en su desempeño académico y social a futuro, limitando sus oportunidades de desarrollo, En el contexto chileno, el estudio de la victimización escolar cobra espe= A partir del estudio de la victimización en estudiantes de 2% medio en la última década, el trabajo de Gabriel Ugarte y Sebastián Izquierdo (CEP), del cual ofrecemos un extracto, identifica como los establecimientos de nivel socioeconómico medio-alto y alto, y los particulares pagados, han visto mayores aumentos en la violencia, junto con un deterioro en el clima escolar. Cial relevancia debido a la falta de instrumentos adecuados que permitan medir de manera precisa y los niveles de violencia en los establecimientos educativos. Si bien la Encuesta Nacional de Violencia y Acoso Escolar (ENVAE) proporcionó infor= mación valiosa en su momento, su discontinuación ha dejado un vacío en la medición de este fenómeno.
Actualmente, la Agencia de Calidad de la Educación mide algunos aspectos relacionados, sin embargo, estos se presentan de manera agregada, agrupando diversos tipos de violencia en un solo indicador, lo que dificulta un análisis detallado del problema. Otra limitación importante es la == de estrato alto duplica al resto ausencia de mediciones desagregadas sobre el clima escolar. De acuerdo con la teoría ecológica, esta variable constituye un factor crítico que incide directamente en el bienestar y la seguridad de los estudiantes. Un clima escolar positivo, caracterizado por ser inclusivo, seguro y acogedor, puede funcionar como un factor protector frente a la violencia y la victimización.
La literatura especializada señala que variables como la percepción de seguridad, el sentido de pertenencia al establecimiento, el apoyo percibido de los adultos dentro de la escuela y el grado de participación escolar son dimensiones clave que pueden contribuir significativamente a la reducción de la violencia escolar (Benbenishty et al., 2023). Ante esta situación, el presente estudio tiene como objetivo principal llenar el vacío informativo existente mediante el análisis sobre la evolución en la victimización escolar y el clima escolar en estudiantes de 2% medio en Chile durante la última década. Este análisis busca responder de manera empírica hasta qué punto las variaciones en los niveles de victim zación se correlacionan con cambios en las dimensiones clave del clima escolar. Además de identificar tenden= (Continúa en la página 16) (Viene de la página 15) cias generales y diferencias según características demográficas, se pretende determinar si existen establecimientos que se desvían del patrón nacional. Esta investigación aspira a ofrecer un panorama general para la toma de decisiones en el ámbito de las políticas públicas, aspecto crucial para los responsables de definir prioridades y asignar recursos de manera eficaz. Una comprensión más detallada de estas desviaciones permitirá diseñar intervenciones más específicas y efectivas.
El estudio se estructura en cuatro secciones adicionales a esta introducción y se basa en el trabajo de Benbenishty et al. 2023). En la segunda sección, se ofrece una revisión de la literatura internacional y nacional sobre la relación entre clima escolar y victimización, destacando las principales teorías y hallazgos en el área. La tercera sección describe los datos utilizados, las métricas construidas y los métodos estadísticos empleados para el análisis. En la cuarta sección se presentan los principales resultados, desglosando las tendencias observadas y las diferencias según las característic: los estudiantes y de los mientos. Finalmente, en la quinta sección se interpretan los hallazgos, se discuten sus implicaciones para las políticas y prácticas educativas, y se sugieren posibles direcciones para futuras investigaciones. EJ Ficha de autor Gabriel Ugarte V. Es investigador del Centro de Estudios Públicos; Sebastián Izquierdo R. Es coordinador académico del Centro de Estudios Públicos. De 4. Resultados Evolución de la victimización escolar en 2? medio A continuación, se estudia la evolución de la victimización escolar en 22 medio a través de las preguntas correspondientes del cuestionario a estudiantes del Simce.
Para este análisis se definirá una variable binaria que identifique a aquellos alumnos que indican ser maltratados o intimidados con una frecuencia igual o superior a “un par de veces al mes”. De esta forma, se distingue la victimización puntual de la asociada al concepto de bullying, cuya característica esencial es el comportamiento agresivo repetitivo. En lo que sigue, se utilizará el término “victimización” para referirse a este último tipo de agresión. Como se observa en el Gráfico 1, la incidencia de la victimización en 2 medio muestra diferencias significativas según el tipo de violencia. Mientras las agresiones físicas y por Internet son las menos frecuentes, las agresiones verbales y sociales tienen una mayor prevalencia. Para el año 2022, las dos primeras están en torno al 4%, en contraste con el 12% de los alumnos que declararon haber sufrido violencia verbal o social.
En términos de tendencia, se observa un patrón común de aumento significativo de la victimización entre 2018 y 2022 para todos los tipos de violencia, con incrementos que en algunos casos llegan hasta el 50%. Sin embargo, al analizar el periodo prepandemia, se aprecian trayectorias distintas según el tipo de violencia.
Mientras se observa una tendencia hacia mayores niveles de victimización verbal y social, en el caso de la cia física y por Internet se observa cierta estabilidad, o incluso una leve disminución en el caso de esta última.
Cuando se analizan los cuatro tipos de violencia en conjunto, se observa que el porcentaje de estudiantes que reporta haber experimentado algún tipo de victimización aumentó del 1% en 2012 al 14% en 2018, y luego al 19% en 2022.
A partir del año 2016, se aprecia una tendencia constante al alza, exacerbada por la pandemia, lo que se refleja en que en 2022 cerca de uno de cada cinco alumnos reportara haber sido victimizado de alguna forma al menos un par de veces al mes durante el transcurso del año. Un aspecto a destacar son las diferencias significativas en la evolución de la victimización frecuente que se observan según el sexo del alumno.
El Gráfico 2 muestra que, mientras en el año 2012 los hombres reportaban una tasa de victimización tres puntos porcentuales mayor que las mujeres, dicha diferencia se ha venido reduciendo con el tiempo, siendo menor a un punto porcentual en 2022.
En otras palabras, durante el periodo comprendido entre 2012 y 2022, el porcentaje de estudiantes hombres de 2% medio que reportan haber sufrido algún tipo de victimización frecuente aumentó en un 52%, mientras que para las mujeres se incrementó en un 93%. Es interesante notar que este empeoramiento de la situación de las mujeres respecto de los hombres ya venía siendo evidente antes del periodo de la pandemia.
Para estudiar en detalle las diferencias entre hombres y mujeres por tipo de violencia, el Cuadro 2 muestra la variación en la tasa de victimización entre 2012 y 2022, y el tamaño de efecto de dicha variación. Adicionalmente, se llevó a cabo un análisis de regresión con el propósito de evaluar las tendencias lineales de esta tasa.
En este análisis se incluyó una interacción entre la tendencia y el sexo del alumno (siendo el grupo de referencia los hombres), y se consideró el diseño anidado de los datos (alumnos en establecimientos). De esta manera, el dato de tendencia muestra qué grupo ha experimentado un cambio anual mayor, independientemente del nivel de victimización inicial. Los resultados del análisis indican que las mujeres muestran un aumento relativo mayor al de los hombres para cada tipo de agresión.
Especialmente notable es el incremento del 107% y 68% experimentado por las mujeres en la victimización social y verbal, respectivamente, entre 2012 y 2022 (con tamaños de efecto de 0,22 y 0,14 respectivamente). En el caso de la violencia física, también se observa un aumento relativo significativo, aunque con un tamaño de efecto menor, como lo indica el Cuadro 2.
En relación al análisis de regresión, también se observa que existe una tendencia al alza en la victimización de todos los tipos de agresiones, pero que esta varía según el sexo del estudiante (todas las interacciones son estadísticamente significativas). Para el caso de la violencia física y verbal, las mujeres exhiben un cambio anual menor que el de los hombres en el tiempo, lo que se revierte en el caso delas agresiones sociales y por Internet.
La mayor diferencia se observa en la violencia social, donde cada año se traduce en un aumento de 0,3 puntos porcentuales en la tasa de victimización para los hombres y de 0,6 en el caso de las mujeres. Dado que los coeficientes indican el efecto por año, se deberían multiplicar por 10 para evaluar el efecto de aumento en todo el periodo de tiempo. A nivel de características del establecimiento educativo, tam= bién se aprecian diferencias relevantes en la evolución de la tasa de victimización, como lo indica el Cuadro 3. A medida que aumenta el nivel socioeconómico de las escuelas, se observa un incremento en la proporción de alumnos que reportan haber sufrido alguna agresión de forma frecuente.
Mientras que en el grupo socioeconómico bajo la tasa de victimización aumentó un 46% en el periodo de 2012 a 2022, en el grupo alto el incremento fue de un 108% (con un tamaño de efecto de 0,27). Este mismo patrón se observa cuando se analiza el efecto marginal de la tendencia lineal, donde cada año se asocia con un aumento de aproximadamente un punto porcentual en promedio en el caso de los establecimientos de mejor situa= ción socioeconómica. La situación anterior se evidencia claramente en el Gráfico 3, que ilustra la evolución de la tasa de victimización entre estudiantes según el tipo de establecimiento al que asisten. Previo al año 2017, se observaba que una mejor situación socioeconómica se lacionaba con tasas más bajas de victimización. Sin embargo, a partir de dicho año, esta tendencia se invierte. A pesar de que todos los tipos de escuelas registran un aumento en el porcentaje de estudiantes que declaran ser agredidos, este incremento es notablemente mayor en los estableci mientos con mejor situación socioeconómica. La pandemia no ha alterado significativamente esta situación. [... ] 5.
Discusión y conclusiones A partir del análisis realizado, se observa que la victimización escolar en estudiantes de 2% medio ha aumenBullying y clima escolar en la «Bullying y clima escolar en la última década en Chile», G. Ugarte y S. Izquierdo, Puntos de Referencia N*715, Centro de Estudios Públicos, noviembre de 2024. Documentos tado significativamente en Chile entre 2012 y 2022, con variaciones importantes según el tipo de violencia y las características de los tes y establecimientos educativos. El porcentaje de alumnos que declara haber sido maltratado o intimidado con una frecuencia igual o superior a “un par de veces al mes” aumentó del 11% en 2012 al 19% en 2022. La victimización verbal y social se destacan como las formas más prevalentes de agresión y las que más han crecido en la última década. Estos hallazgos confirman la creciente gravedad de la violencia escolar en el contexto chileno, exacerbada por el impacto de la pandemia.
Las diferencias en la victimización según el sexo de los estudiantes son preocupantes, ya que, aunque los hombres reportaron inicialmente tasas más altas de victimización, el incremento en la victimización de las mujeres ha sido sustancialmente mayor, especialmente en las agresiones sociales y verbales.
Entre 2012 y 2022 el porcentaje de estudiantes hombres de 2% medio que reportan haber sufrido algún tipo de victimización frecuente aumentó en 52%, mientras que para las mujeres se incrementó en 93%. Este fenómeno ya se venía observando antes de la pandemia y se ha intensificado en los últimos años, lo que sugiere un cambio en la dinámica de la violencia escolar, donde las mujeres han sido cada vez más afectadas Además, el análisis revela que la vict mización ha aumentado de manera más pronunciada en los establecimientos de nivel socioeconómico medio alto y alto, revirtiendo la situación previa a 2017, cuando los estudiantes de estos colegios reportaban tasas más bajas de agresión. En cuanto a las macrozonas, los niveles de victimización han crecido en todas ellas, convergiendo con los altos niveles observados históricamente en la macrozona norte. Estos resultados indican un cambio en la distribución de la violencia escolar, afectando de manera más uniforme a estudiantes de diferentes contextos geográficos y socioeconómicos. Este aumento en los niveles de victimización se ve a la par reflejado con un empeoramiento del clima escolar en diversas dimensiones.
La disminución en la participación estudiantil y el sentido de pertenencia, junto con un incremento en el sentimiento de temor dentro de los establecimientos, sugieren que los entornos educativos se han vuelto menos acogedores y seguros para los estudiantes. Aunque algunos aspectos, como las normas de convivencia, se han mantenido estables, los cambios negativos en otras áreas indican que el bienestar general de los alumnos se ha visto comprometido.
El análisis de las trayectorias de victimización en diferentes grupos de establecimientos revela que, aunque la mayoría de las escuelas han experimentado un aumento en los niveles de victimización, existen patrones diver= gentes en su evolución. Dos grupos destacan: el primero, que representa el 7% de los establecimientos —con alta concentración de estudiantes de nivel socioeconómico bajo y medio-bajo: muestra niveles consistentemente altos de victimización a lo largo del tiempo.
El segundo grupo, al que pertenece el 2% de las escuelas —que presenta una sobrerrepresentación de escuelas denivel socioeconómico alto y medio alto, así como de escuelas particulares pagadas— ha experimentado aumentos alarmantes en los últimos años. Estos hallazgos subrayan la necesidad de intervenciones focalizadas y diferenciadas, según las características específicas de cada establecimiento. Estos hallazgos subrayan la necesidad urgente de implementar políticas educativas focalizadas, destacando la importancia de fortalecer el clima escolar para crear entornos más seguros, inclusivos y participativos.
Dado que el análisis presentado sobre la relación entre clima escolar y victimización es de carácter descriptivo, resulta esencial profundizar en el estudio de esta interacción para comprender mejor su impacto en el aumento de la violencia escolar. Esto permitirá identificar las estrategias más efectivas para abordar este problema y desarrollar intervenciones adaptadas a las particularidades de cada contexto educativo. Comprender y abordar de manera más pre= cisa esta relación será clave para mitigar los efectos negativos sobre el bienestar de los estudiantes y, en última instancia, mejorar la calidad de la educación en Chile.