Autor: FRANCISCO DARMENDRAIL, MAGíSTER EN HISTORIA ECONóMICA y EMPRESARIAL
Columnas de Opinión: A la Bandera Chilena
Columnas de Opinión: A la Bandera Chilena En estos días celebramos nuestras Fiestas Patrias. Conmemoramos la instalación de la Primera Junta de Gobierno, acontecida un 18 de septiembre de 1810 y que, en términos futbolísticos, dio el puntapié inicial al proceso de emancipación nacional. Las celebraciones las disfrutamos con nuestras familias y amigos, junto a un asado, la tradicional chicha, cuecas y por cierto un emblema que no puede faltar: nuestra bandera nacional. La bandera chilena es inherente a nuestra alma de país. En el momento que la selección chilena gana en el fútbol, los hinchas flamean nuestro emblema de alegría. Cuando la naturaleza nos azota, la bandera nos acompaña en el momento de dolor y solidaridad. La misma que es izada en actos o ceremonias. La misma que flameó cuando se alcanzó la cima del Everest en 1992.
El mismo emblema que nunca fue arriado aquel 21 de mayo de 1879, en el Combate Naval de Iquique; “Esa bandera flameará en su lugar” expresaba Arturo Prat Chacón como arenga a la tripulación de la corbeta Esmeralda. Así también la misma protagonista del Combate de la Concepción de los días 9 y 10 de julio de 1882, la cual flameaba mientras los chilenos del Chacabuco resistían en la sierra peruana. En honor a este hecho, cada 9 de julio, los soldados realizan el juramento ante ella. Cabe recordar que Chile tuvo un historial de banderas, dando como resultado la actual. En principio la bandera bordada por Javiera Carrera e izada en el gobierno de José Miguel, la tricolor azul, blanco y amarillo. Posteriormente pasamos a la bandera de transición, para finalmente establecer la definitiva, por medio de un decreto del 18 de octubre de 1817. La tricolor azul, blanco y rojo, con la estrella solitaria de cinco puntas.
De hecho, la bandera chilena en que juró la independencia de Chile el 12 de febrero de 1818 en la Plaza de Armas de Santiago, aún se conserva en el Museo Histórico Nacional de la capital. No existe quizás un emblema que nos una como nación y personas como es la bandera nacional. Un aparente trozo de género, empero representa toda una historia, fruto de.
Si bien el 18 de septiembre no se celebra nuestra independencia (la declaración se efectuó en Concepción el 1 de enero de 1818), para la posteridad quedó la fecha como el “cumpleaños de Chile”. Las Fiestas Patrias deben ser la instancia de reencuentro con nuestras tradiciones y unirnos como país..