Familias que dependen del reparto de agua: cuando la vida llega en camiones aljibe
Familias que dependen del reparto de agua: cuando la vida llega en camiones aljibe Desde hace más de 10 años que localidades campesinas han ido quedando sin fuentes naturales de abastecimiento de agua potable, por lo que sus habitantes necesitan por obligación el vital elemento que les suministran en vehículos.
A través del relato de vecinos que enfrentan a diario este tema descubrimos que lo simple de abrir una llave en la ciudad se vuelve una odisea en los campos, donde se raciona para beber, cocinar y el aseo personal.
Verónica Salgado cronica@australosorno.. cl E n una región que es conocida por su clima lluvioso, para muchos resulta difícil pensar y creer que miles de familias enfrentan la realidad de depender de la entrega de este vital elemento en camiones aljibe.
Es decir, el agua para la vida les llega en un camión que pasa uno o dos veces a la semana, la cual almacenan en estanques especiales, aunque muchos utilizan lo que pueden como bañeras, bidones, botellas, piscinas inflables, entre otros recipientes.
Este escenario es especialmente preocupante considerando que, según estudios realizados por el Ministerio de Agricultura, la realidad rural del país apunta a que el 76% (236) del total de comunas (345) están tipificadas como rurales; en el caso de región, 23 están categorizadas como rurales, 5 mixtas y sólo dos como urbanas, que son la capital regional Puerto Montt y Osorno. La Región de Los Lagos presenta una mayor carencia de servicios en la vivienda, en comparación con el resto de las regiones en el país, la cual es considerablemente más marcada en aquellas comunas rurales.
Respecto del abastecimiento por la red pública de agua, prácticamente una de cada 3 viviendas rurales presenta carencias, existiendo casos críticos como el de Cochamó y San Juan de la Costa, donde la cifra supera el 60% y el 80% respectivamente.
De las 332.920 viviendas que existen en la región, el 31,7% (105.535 ) carece de acceso a la red pública de agua, es decir, obtienen el vital elemenCEDIDA LAS FAMILIAS EN SECTORES RURALES DEPOSITAN EN ESTANQUES, BALDES, BIDONES Y LO QUE SEA NECESARIO EL AGUA POTABLE QUE RECIBEN DE LOS CAMIONES ALJIBE. to a través de pozos o norias, o de fuentes naturales (ríos, esteros o canales) y camiones aljibe. Aquella realidad se agudizó en la última década, ya que la mayoría de estos hogares ahora depende exclusivamente del paso de camiones para obtener agua potable para consumo humano.
Por eso, para las miles de familias que reciben el "agua de la vida" a través de este medio, resulta incomprensible y doloroso que se generen crisis por la burocracia del Estado o decisiones políticas que ponen en riesgo, e incluso suspenden, el reparto de agua potable en zonas rurales impactadas por la escasez hídrica. Aquella situación ocurrió a principios de semana, cuando los dueños de camiones aljibe suspendieron la entrega debido a que no habían recibido el pago por el servicio desde octubre a la fecha.
La misma realidad se vivió en 2016,2017 y 2022, donde se acumularon pagos de hasta 7 meses, lo que impactó a los más de 28 proveedores en la Región, quienes también realizaron diversas gestiones para evitar llegar a paralizar sus servicios, conscientes de que en sus manos está entregar agua potable a familias que no tienen ninguna otra opción para abastecerse.
HISTORIAS Los relatos de algunos de las familias reflejan una realidad que para los citadinos resulta muy difícil de comprender: esperar que el agua llegue a través de un camión para beber, cocinar o realizar el aseo personal. Y lo más preocupante es que tampoco las autoridades de los distintos gobiernos entienden que esta realidad llegó para quedarse en Los Lagos.
Margarita Huenchuan vive en Osorno, hasta donde llegó después de salir hace más de 8 años del sector rural de Millacura, en Río Negro, en el que aún vive gran parte de su familia, incluido sus abuelos. "Toda la familia depende del paso de los camiones aljibe, siendo tan esperado, que incluso se genera una familiaridad con los choferes, que son muy amables.
En el campo aún calientan agua en la cocina a leña para bañarse con un jarro en las noches antes de dormir, que es el momento en que la temperatura de los grandes fuentones está ideal para bañarse.
Eso tampoco es todos los días, porque esa agua que usan para el baño es la que lograr juntar de las aguas lluvias, porque el agua del camión es para consumir, cocinar y lavar la losa", explicó Huenchuan.
Normalmente los camiones pasan una o dos veces por semana y dejan el agua potable suficiente para cubrir las necesidades de las familias el resto de los días, "los estanques no están al lado de la casa y tampoco conectados a llaves al interior del hogar, entonces también es un proceso complicado trasladar fuentes o botellas el agua para hacer las distintas cosas. Mis abuelos son ya ancianos y les cuesta mucho, sobre todo en invierno, pero no hay más opciones", dijo la mujer.
En el sector de Liucura, en San Juan de la Costa, vive Patricia Keshler (53 años) junto a su pareja José Alfredo (66 años), quienes tienen agua potable gracias al paso del camión aljibe una vez a la semana, que les deja el vital elemento en el estanque situado a un costado de su vivienda. "El agua es vida, siempre dicen eso, pero en la ciudad la gente no imagina lo que "El agua es vida, siempre dicen eso, pero en la ciudad la gente no imagina lo que significa una gota de agua para muchas familias. Es un esfuerzo enorme para obtenerla y una incertidumbre que siempre está presente". Patricia Keshler Vecina de San Juan de la Costa. Familias que dependen del reparto de agua: cuando la vida llega en camiones aljibe LOS VECINOS DEL CAMPO DEBEN RACIONAR EL AGUA Y PRIORIZAR EL CONSUMO HUMANO Y ASEO PERSONAL. PARA LO DEMÁS SE LAS ARREGLAN. CEDIDA significa una gota de agua para muchas familias. Es un esfuerzo enorme para obtenerla y una incertidumbre que siempre está presente. `La otra semana pasará el camión', dice la gente. Es muy complicada esta vida, porque tenemos que restringir incluso al beber, porque si tenemos sed no está la llave con agua disponible durante todo el año y sin límites", comentó la vecina.
Relató que para el uso sanitario en baños o lavado van a buscar agua al río Liucura, que está muy cerca de su vivienda, pero esa es agua que no podemos beber sin hervir y aun así es un riesgo para nuestra salud. Por eso, mi compañero compra agua envasada (15 litros al mes) con la que le preparo sus mates, te, café y si tiene sed. Pero ese es un gasto adicional por su salud, donde también significa un esfuerzo físico traerla desde la zona urbana. Para regar mi huerta y darle de beber a mis mascotas y animales de corral igual ocupo agua del río o de lo que juntamos con la lluvia. Para bañarnos lo mismo, en su mayoría viene de las aguas lluvias que acumulo en unos baldes que tengo repartidos por distintos puntos", describió Keshler. CON LLUVIA, PERO SIN AGUA Las normas y pronunciamientos internacionales respecto al agua como un derecho han sido claros en las responsabilidades que deben asumir los Estados con sus habitantes.
Algunos ejemplos son lo expresado por la Asamblea General y el Consejo de Derechos Humanos, que reconocieron en el acceso al agua y al saneamiento como derechos humanos distintos, pero interrelacionados (2010 y 2015). Por su parte, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales se refiere a la obligación de los Estados de garantizar el mantenimiento adecuado de las instalaciones de agua en las zonas rurales y proteger de manera eficiente las fuentes tradicionales de agua de toda injerencia y contaminación ilícita, además de garantizar el agua potable y el saneamiento para proteger la salud rural.
Carmen Oyarzún vive en el sector rural de Chequián, en la Isla de Quinchao, donde siempre contó con agua proveniente de un pozo profundo para abastecer su hogar, situación que cambió con el terremoto ocurrido en Chiloé el 25 de diciembre de 2016. "Algo pasó que dejó sin agua al pozo profundo que nunca más se recuperó.
Al igual que el resto de las cerca de 70 familias que vivimos en este sector, quedamos dependientes de la entrega de agua potable en camiones aljibe, que usamos para beber, cocinar y realizar nuestro aseo personal.
En el caso del riego y los animales usamos el agua lluvia, esa la aprovechamos, pero no porque algún programa del Estado nos apoye, porque nosotros sabemos que esa agua debe ser utilizada, lo que las autoridades parece que no entienden", dijo.
Agregó que cuando llegan visitas o turistas a la zona se muestran muy sorprendidos que una zona como Chiloé tenga problemas de abastecimiento de agua para las familias, "y ese problema se replica en las autoridades, porque les resulta difícil creer que no tenemos agua potable y más aún si vienen desde el nivel central o del mismo Puerto Montt a ver nuestra realidad.
Llevamos más de 10 años esperando por una planta de Agua Potable Rural (APR) que ahí está y nadie lo agiliza. ¿Cómo lo vamos hacer nosotros?, si muchas veces vamos donde están las oficinas, con todo lo que cuesta llegar y nos piden papeles tras papeles e incluso dicen `venga mañana', como que fuera tan simple como tomar una micro y volver", manifestó Oyarzún. (viene de la página anterior) EL MUNICIPIO DE QUINCHAO REALIZA ACCIONES PARA APOYAR A SUS VECINOS EN LA CRISIS DEL AGUA POTABLE QUE GOLPEA A CHILOÉ.
Adela Hernández se crió en un sector rural de la comuna de Cochamó, donde aún viven sus padres adultos mayores, quienes desde hace ya varios años dependen del paso de camiones aljibe para tener agua potable en su hogar. "Antes teníamos un pozo que se secó y a pesar que intentamos explorar a mayor profundidad, simplemente no tenía agua.
En invierno es cierto que llueve mucho y desde siempre mi madre ha sido de las que guarda agua lluvia, pero no sirve para tomarla, a menos que sea hervida, pero ni aun así, menos ahora que mis padres ya tienen más de 85 años.
Por eso cuando vemos que hay problemas con los camiones aljibe nos preocupamos, aunque no les decimos nada para que ellos no se asusten, porque qué hacen si necesitan agua potable para cocinar o tomar su mate", relató la trabajadora.
Explicó que lo más complejo es trasladar el agua desde el exterior al interior de la vivienda, porque como se almacena en estanques, ese proceso se hace manual en pequeñas cantidades. "Es muy extraña la situación que se genera, porque siempre hablan de soluciones definitivas, pero pensar en APR o soluciones individuales es muy engorroso y si son privadas, con valores que no tenemos.
La gente suele creer que porque llueve en el sur el agua abunda, pero la verdad que tampoco llueve de la misma forma que hace una década y han cambiado el paisaje con las famosas plantaciones forestales, industrias y tantas otras leseras que hace el hombre sin pensar que está matando el planeta", manifestó Hernández.
Efectivamente, la vida de las familias rurales está estrechamente ligada al territorio, a los ecosistemas, a los ríos, a los manantiales o a los pozos de los que dependen para obtener el agua que necesitan, pero que paulatinamente han ido desapareciendo, dejándolos en una posición de dependencia del Estado y sus respectivos gobiernos.
A esto se suma que a medida que la población ha crecido y las actividades humanas se han multiplicado, el nivel de contaminación ha superado las capacidades naturales de depuración de los contaminantes biodegradables. "Algopasóquedejó sinaguaalpozoprofundoquenuncamás serecuperó. Aligual queelrestodelascercade70familiasque vivimosenestesector, quedamosdependientesdelaentrega deaguapotableencamionesaljibe, queusamosparabeber, cocinaryrealizarnuestro aseopersonal". Carmen Oyarzún vecina de Quinchao CEDIDA.