Autor: C. GONZÁLEZ
La contaminación ambiental supone un riesgo mayor para la salud que guerras, enfermedades y drogas
La contaminación ambiental supone un riesgo mayor para la salud que guerras, enfermedades y drogas D iferentes contaminantes ambientales, como el esmog, los productos químicos en el agua y el suelo, así como la contaminación lumínica y acústica, representan una amenaza para la salud global mayor que las guerras, el terrorismo, la malaria, el VIH, la tuberculosis, las drogas y el alcohol combinados, según concluye una revisión de estudios hecha por un equipo internacional de investigadores.
El trabajo, publicado en el Journal of the American College of Cardiology, destaca también el impacto que el calentamiento global y la exposición al humo de incendios forestales, cada vez más frecuentes, genera en la salud.
Todos estos factores contribuyen con cerca de nueve millones de muertes prematuras al año, de las cuales el 50% son por causas cardiovasculares. "Los contaminantes han llegado a todos los rincones del mundo y nos afectan a todos: somos testigos de incendios forestales sin precedentes, temperaturas elevadas, ruido inaceptable y contaminación lumínica en las ciudades, y exposición a sustancias químicas tóxicas", alerta Jason Kovacic, director del Instituto de Investigación Cardíaca Victor Chang (Australia), y uno de los autores. "Nuestros cuerpos están siendo bombardeados con contaminantes. La evidencia sugiere que el número de personas que muere prematuramente debido a estas formas tan diferentes de contaminación es mucho mayor de lo que se reconoce", enfatiza.
Junto a Kovacic trabajaron expertos de la U. de Edimburgo, la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, el Observatorio Global de Salud Planetaria del Boston College, el Centro Científico de Mónaco y el Centro Médico Universitario de Mainz.
Los datos les dan la razón: la evidencia muestra que una de cada cinco muertes por enfermedades cardiovasculares es causada por la contaminación del aire. "Desde mediados del siglo XIX que se comenzaron a estudiar los efectos de los contaminantes del aire en la salud", dice Ernesto Gramsch, académico del Departamento de Física de la U. de Santiago y experto en contaminación ambiental. "Hoy sabemos que el mayor efecto está dado por el material particulado fino, así como por los gases y compuestos orgánicos". Acción urgente Estos contaminantes afectan al cuerpo de diferentes maneras: "La contaminación del aire provoca daño en una serie de órganos y sistemas, tanto a corto plazo (aumento de enfermedades respiratorias e infartos cardíacos, por ejemplo) como a largo plazo (desarrollo de cánceres)", explica Pedro Astudillo, broncopulmonar de Clínica Indisa.
Por otra parte, la temperatura media mundial está aumentando 0,2 C por año, esto ha generado que durante este siglo ya se cuente con los 20 años más calurosos de la historia y con eventos de temperaturas extremas, incluidas olas de calor y ondas de frío jamás registradas. "Las temperaturas no óptimas están asociadas con un exceso de mortalidad y morbilidad por diversas causas", dicen los autores.
Durante las olas de calor, el riesgo de mortalidad cardiovascular puede aumentar en más del 10%, sobre todo por los efectos de la deshidratación, la disminución del volumen sanguíneo, el aumento de la presión y por insuficiencia renal aguda. El calentamiento global también es un impulsor de incendios forestales.
A nivel mundial, se estima que el humo de estos incendios es responsable de entre 339 mil y 675 mil muertes prematuras por año, en especial por la inflamación de los pulmones y deterioro de la función cardíaca. "Los incendios generan partículas muy pequeñas que entran a la vía respiratoria. A nivel broncopulmonar, la contaminación del aire produce irritación y un deterioro de los mecanismos de defensa del pulmón, lo que facilita que infecciones, como virus, ingresen y generen daño", dice Astudillo.
Contaminantes como el ruido y el exceso de luz pueden afectar los patrones de sueño, provocar inflamación y un aumento de la presión arterial. "La mayor parte de los estudios se ha orientado a la contaminación del aire, pero cada vez más se avanza en conocer los efectos de estos otros contaminantes", comenta Gramsch.
Kovacic dice que "hay cientos de miles de sustancias químicas cuya seguridad o toxicidad ni siquiera ha sido analizada, y mucho menos su impacto en la salud". "La contaminación afecta a todos, ya seas joven o viejo, sano o enfermo.
Necesitamos un cambio radical en los esfuerzos para abordar el calentamiento global y la contaminación, ya que tanto nuestro planeta como la humanidad ya están sufriendo", sentencia Mark Miller, de la U. de Edimburgo y otro de los autores. Los investigadores dicen que es urgente mejorar el seguimiento de estos contaminantes para identificar las poblaciones con mayor riesgo.
Asimismo, para revertir su impacto, sugieren una serie de intervenciones, como el rediseño de ciudades, con un aumento de la cobertura arbórea y desincentivar el uso de vehículos; reducir la industria de combustibles fósiles y fomentar las energías renovables, así como promover campañas de salud pública sobre los peligros de la contaminación y la inclusión del tema en la formación de profesionales de la salud, entre otras. "Se requiere una acción urgente a medida que el cambio climático avanza y la contaminación se infiltra en el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos y los lugares donde vivimos", enfatizan.
C. GONZÁLEZ El efecto combinado de la polución del aire, el agua y el suelo, el ruido, el calentamiento global y la exposición al humo de incendios forestales está generando un impacto en las tasas de morbilidad y muerte a nivel global, sobre todo por patologías cardiovasculares.
El calentamiento global también favorece los incendios forestales, lo que agrava la contaminación del aire (como ocurrió en Honduras, en la imagen, la semana pasada) y provoca o empeora enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en el planeta. EFE Equipo internacional analizó la evidencia disponible:.