Autor: ROBERTO CAREAGA C.
Cecilia García-Huidobro: “Donoso vive en nuestros días un extraordinario revival”
Cecilia García-Huidobro: “Donoso vive en nuestros días un extraordinario revival” ENTREVISTA En las bambalinas de la escrituraSus diarios son un además consigna lo escribe, y sus procesos exhaustivamente registra de un escritor que en la literatura: el caso excepcional creativos mientras dudas e interrogantes sobre lo que ahí surge e, incluso, sobre sí mismo.
Un autor que se asoma a sus zonas oscuras y da cuenta de ellas, convirtiéndolas incluso en un motor creativo”. Donoso vive en géneros valorizar los empezado a cultural ha medida porque extraordinario nuestros días un revival, en buena mientras el campo autorreferenciales, e incluso la subjetividad del yo permea la creación, han empezado a publicarse sus diarios íntimos y algo de su correspondencia, obras absolutamente extraordinarias y que invitan a una relectura de su narrativa”. Lo conoció en una entrevista. Fue a su casa para hablar del grupo literario Bloomsbury y José Donoso fue extremadamente gentil al responder detenidamente sus preguntas. Eso sí, tuvo un gesto particular: a su lado estaba su perro Cirilo, que gruñó enojado todo el tiempo. “Donoso le decía cálmate, pero nunca lo sacó de la habitación, con lo que me tuvo aterrada siempre.
Yo creo que eran cómplices”, recuerda la periodista e investigadora Cecilia García-Huidobro, que al poco tiempo volvió donde el escritor parapreparar el libro Artículos de incierta necesidad, una re-copilación de sus crónicas: “Semana a semana le llevaba los avances y semana a semana Donoso cambiaba de opinión y discutíamos. Pero unas discusiones entrañables, entretenidas y llenas de humor”, cuenta.
Publicado en 1998, dos años después de la muerte delescritor, Artículos de incierta necesidad inició un traba-jo de García-Huidobro con la obra de Donoso que la llevaría a investigar en sus documentos hasta abordar lo que parece ser el corazón de su obra: sus míticos diarios. Esa primera experiencia también le sirvió a la investigadora para conocerlo y verlo en sus últimos días: “Terminado el libro, como un año después, lo fui a ver. Estaba enfermo y me hicieron pasar a su dormitorio. Estaba tan pálido que se confundía con las sábanas. Me impresionó que me preguntó con interés qué estaba leyendo. Cuando le respondí, me dijo préstame después el libro, me interesa. Nunca lo volví a ver, murió dos meses después”, relata.
Exeditora del suplemento Revista de Libros y exdecana de la Facultad de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales, García-Huidobro ha trabajado recogiendo la obra de diferentes autores chilenos, como Gabriela Mistral (Moneda dura, 2018), Joaquín EdwardsBello (Un transatlántico varado en el Mapocho, 2005) y Carlos Morla Lynch (Desde la vereda de la historia, 2011). Sin embargo, su labor en torno a Donoso ha sido más extensa y decisiva sobre su legado: a esa primera recopilación de artículos sumó la colección El escribidor intruso (2004) y luego asesoró a la hija del autor, Pilar, en la escritura de Correr el tupido velo, ese testimonio ante la lectura de los diarios de su padre. Esa experiencia derivó en una investigación que hasta hoy tiene ocupada a García Huidobro en torno a los cuadernos personales que dejó el novelista en las universidades de Iowa y Princeton, en Estados Unidos. Las investigaciones en los cuadernos han resultado en dos libros reveladores sobre los mecanismos literarios, pero también psicológicos y emocionales del au-tor de Coronación: Diarios tempranos. Donoso in progress (2016) y Diarios centrales.
A season in hell(2023). Tras años de especulaciones, leyendas e informaciones parciales, García-Huidobro sacó a la luz pública los textos privados que Donoso escribió entre 1950 y 1980, un período decisivo en su producción literaria, incluidas las bambalinas de la titánica empresaque fue El obsceno pájaro de la noche, como su relacióncon el boom latinoamericano, su matrimonio y su solapada homosexualidad.
La labor de la investigadora se extendió aún más en la edición de otros tres libros: el ensayo de 1951 del escritor Jean Austen y la elegancia del pensamiento, la reedición aumentada de Historiapersonal del “boom” y Correspondencia, que recogesus cartas con Carlos Fuentes. Antes que nada, el flechazo se inició con una lectura. “Lo primero que leí de Donoso fue Este domingo, que por alguna casualidad llegó a mis manos cuando estaba en el colegio”, cuenta García-Huidobro. “Me impresionó la construcción que allí se hace de la familia con círculos concéntricos desde abuelos a nietos, desde patrones a sirvientes, desde el encierro hogareño a una exterioridad amenazante. La familia como un universo que lo contiene todo: lo abyecto y lo amoroso.
Quizás ahí, o prontamente, adquirí la adicción a su mundo, que el autor logra recoger en gran parte de su obra y que incluso la Academia chilena de Lengua ya lo reconoce como adjetivo: lo donosiano. Muy pocos escritores consiguen eso. Más tarde vendría mi interés por sus otras escrituras: crónicas, diarios, epistolarios, que en mi opinión son parte de su obra. Quedé deslumbrada con su producción en este registro, su forma tan radical de abordar la subjetividad.
De ahí a trabajar en los archivos hubo apenas un salto. ¿Cuánto ha cambiado la idea que tenía de Donoso, como persona y autor, al revisar sus diarios y cartas? ¿ Se ha modificado también su idea de su obra?Cualquiera que haya leído sus principales libros, El obsceno pájaro de la noche en particular, percibe que su autor es una figura compleja, habitado por sombras, rodeado de demonios a los que parece detenerse a escu-está trabajando en el último tomo de los diarios de Donoso. char. De algún modo los diarios son una constatación de ello, su lectura permite participar de la puesta en escena de esa enrevesada interioridad. Tuve la oportunidad de conocerlo y trabajar con él. Era una persona cordial, pero no era difícil reconocer múltiples pliegues, ciertos miedos y demonios; se vislumbraba una persona domiciliada en un desasosiego permanente. Siempre me atrapó esa capacidad de sus narraciones de impulsar a sus lectores hacia los bordes donde todo vacila. Leyendo sus diarios pude percibir que él vivía de forma permanente en esa cornisa, era su hábitat. Acaso ese sea el mayor rasgo autobiográfico de su narrativa.
Mucho tiempo hubo una especie de morbo por acceder a su intimidad plasmada en sus cuadernos, pero también parece ser que ahí aparece un laboratorio literario muy especial. ¿Qué ha revelado de Donoso la lectura de sus diarios?Donoso definió en una oportunidad a los diarios íntimos como “andamios que sostienen una personalidad, y una obra literaria”. Eso fueron sus diarios. Sería una torpeza quedarse en el morbo, un reduccionismo ante una intimidad que se muestra de forma desgarradora.
En lo concerniente a lo literario, sus diarios son un caso excepcional en la literatura: el de un escritor que registra exhaustivamente sus procesos creativos mientras lo escribe, y además consigna dudas e interrogantes sobre lo que ahí surge e, incluso, sobre sí mismo. Un autor que se asoma a sus zonas oscuras y da cuenta de ellas, convirtiéndolas incluso en un motor creativo.
Suele decirse que estuvo en la segunda fila del boom latinoamericano. ¿Ese es el lugar que ocupó? ¿ Cómo persiste su obra junto a autores como Vargas Llosa, García Márquez o Cortázar?La crítica y los estudios literarios nunca se pondrán de acuerdo para definir quiénes formaron ese selecto “club” y quiénes lo vieron por la ventana o se quedaron sencillamente con las ganas.
Es complejo porque no hay un momento fundacional del boom; hay bastante diferencia de edad entre ellos, se supone que tienen una concepción de la narrativa similar y comparten muchas lecturas influyentes, pero cada uno lo canaliza en un estilo propio. No me cabe duda de que Donoso no terminó del instalarse del todo en el boom, más parece estar incómodo, como estuvo siempre en todas partes, por lo demás.
Y había motivos para que Donoso se sintiera así frente a sus congéneres del boom: no era la encarnación del macho latinoamericano, carecía de un aguzado sentido del poder que imperaba en el escritor latinoamericano en la década del sesenta. Estuvo en los márgenes y necesitaba estarlo probablemente. Aunque le hubiera gustado sobremanera vender las cantidades de libros como García Márquez y los otros. Donoso escribió el mejor retrato que se tenga de esos bullentes años en Historia personal del boom y hoy sus diarios y correspondencia son imprescindibles para conocer o vislumbrar su atmósfera.
Con los años ha variado el lugar de Donoso en la literatura chilena, incluso a fines de los noventa Roberto Bolaño llegó a calibrar a la baja su legado. ¿Qué lugar cree que ocupa hoy?Soy una convencida de que los “palos” que Bolaño le propinó a Donoso son más bien una forma de reconocimiento oblicuo. En mi opinión, son muchos más los elementos que los acercan, como la forma de vivir su vocación escritural o el modo de abordar su proyecto creativo.
Donoso vive en nuestros días un extraordinario revival, en buena medida porque mientras el campo cultural ha empezado a valorizar los géneros autorreferenciales, e incluso la subjetividad del yo permea la creación, como ocurre con la autoficción, han empezado a publicarse sus diarios íntimos y algo de su correspondencia, obras absolutamente extraordinarias y que invitan a una relectura de su narrativa. Después de los primeros volúmenes de los diarios, aún queda un tercero. ¿Qué vamos a leer ahí?El último tomo empieza con un Donoso que ha regresado a vivir en Chile después de 17 años fuera. Llama la atención el impacto que experimenta. Se vino con cierta ilusión, cansado de vivir con otros códigos, en otras hablas.
Pero a su regreso no se reconoce en ese Chile neoliberal, no lo interpreta el lenguaje de la calle que para él era un ingrediente básico para la escritura: “¿ Qué tengo yo que ver con el cachái?”, se pregunta. Vive un choque brutal. Pero me resisto a anticipar mucho más, habrá que esperar la publicación del tercer tomo. SAGRAVEPILEFENTREVISTA En las bambalinas de la escrituraEmpezó entrevistándolo y ahora está editando sus míticos cuadernos privados. La investigadora ha estado detrás de la publicación de “Diarios tempranos” y “Diarios centrales”, dos volúmenes que han sido decisivos para conocer los laberintos privados y literarios en que habitó José Donoso. Acá repasa lo que llama el revival de su obra y adelanta algo de lo que será el tercer tomo de sus diarios, su regreso a Chile en los años ochenta.. Cecilia GarcíaHuidobro