“Tenemos que hacer ciencia para solucionar los problemas de América Latina”
“Tenemos que hacer ciencia para solucionar los problemas de América Latina” Eduardo Henríquez Ormeño eduardo.henriquez@australtemuco.cl "Tenemos que hacer ciencia para solucionar los problemas de América Latina" Este doctor temuquense, especialista en medicina reproductiva, acaba de ser aceptado como miembro de número de la Academia Chilena de Medicina. Se trata del segundo científico Ufro en recibir este honor y uno de los 36 que existen a nivel país. Agradecido de la buena nueva, el Dr. Sánchez confiesa que uno de sus anhelos es incorporar a las nuevas generaciones a dicha instancia de consulta nacional.
Raúl Sánchez, médico, académico e investigador de la Ufro: H ace 43 años el doctor Raúl Sánchez firma uno de los primeros contratos que comienzan a llevar el nombre y logo de la Universidad de La Frontera. La nueva casa de estudios superiores se fusiona entonces con la exUniversidad de Chile sede Temuco (1981) y da continuidad a la histórica Escuela de Medicina, de la cual aún forma parte.
Para entonces, el joven médico cirujano sueña con ayudar a otros seres humanos a mejorar su salud desde el área clínica y hacer algunas clases, sin embargo, no sospecha en lo más mínimo que cuatro décadas más tarde estará ingresando como miembro de número a la Academia Chilena de Medicina por su aporte científico a la salud pública y al progreso de la medicina propiamente tal.
Sánchez es el segundo académico Ufro en alcanzar este honor después del doctor Fernando Lanas -, y asegura que aprovechará el escaño para aportar el conocimiento que ha generado junto a otros profesionales y, si todo sigue su curso, hacer algo inédito, crear la primera `academia joven de medicina' en Chile.
Académico del Departamento de Ciencias Preclínicas y director del Centro de Medicina Traslacional (CEMT) de la Ufro, este médico fue vicerrector de Investigación y Postgrado de la UFRO, es miembro de la Academia de Medicina de Brasil y un connotado especialista de la medicina sexual y reproductiva masculina, la andrología. FOTO: EDUARDO HENRÍQUEZ O. Doctor, sutrayectoriaeslargayenellalamedicinareproductiva ha sido un campo fértil de investigaciónparausted. ¿Quécree que pesó en la decisión de la academia para aceptarlo? Uno llega a estas instancias gracias al apoyo de muchas personas.
Toda mi carrera académica he estado acompañado, primero por mi familia a la cual uno le quita tiempo; así como por las personas que trabajan directamente conmigo; aquellas que hacen reemplazos cuando salgo, equipos, grupos de investigación. Hay toda una estructura detrás. Por eso uno tiene que ser un agradecido de las personas, y fundamentalmente de la Facultad de Medicina y la universidad que va dando los tiempos y las posibilidades para irse desarrollando. De qué otra manera se explica que dos de sus académicos sean hoy miembros de esta academia chilena. Y en lo científico, ¿diría que son los avances en medicina reproductiva y sexual masculina? Es un reconocimiento a todo lo que hemos hecho en un largo camino. Primero por la formación mixta, donde la fisiopatología la estudié en la UC con el profesor Luis Vargas, que fue Premio Nacional de Ciencias. Eso es una impronta importante. Después mi desempeño en área de fertilidad al alero del doctor Villagrán. Mi beca en Alemania con la Fundación Alexander von Humboldt donde me especialicé en andrología a sugerencia del profesor Eduardo Bustos.
Al regresar instalamos en Temuco uno de los primeros centros de diagnóstico precoz de embarazo (... ) y está mi post doctorado donde constituimos el segundo grupo en el mundo (1994) en estudiar nuevas técnicas de medicina reproductiva como la inyección intracitoplasmática. En la actualidad, con nuestro grupo, somos pioneros en determinar las células que se creían protectoras, los neutrófilos, en el proceso infeccioso, las cuales atrapan muchos espermatozoides y pueden estar asociadas al bajo recuento espermático.
Pero diría que por lo que más se conoce a la universidad es por el proceso de congelación ultra rápida de gametos (Vitrisperm), trabajo para e cual nos asociamos con un grupo de investigadores de la Universidad de Colonia y que dio origen al Centro de Excelencia de Biotecnología de la Reproducción (Cebior). ¿Cuál será su función y su compromiso dentro de la Academia Chilena de Medicina? La primera responsabilidad es colaborar con la academia como un organismo de consulta para autoridades e instancias de toma de decisiones.
Lo segundo es aportar con opinión informada en múltiples espacios y lo otro es materializar la propuesta que presenté en mi postulación, crear un capítulo de jóvenes médicos asociados a la academia, los cuales debieran ser acompañados por algunos miembros durante cinco años y al término de ese período ser merecedores de una certificación. Esto es algo inédito en Chile y es un bonito desafío. Respecto de su principal área de investigación, ¿cuál diría es uno de los temas urgentes que hoypreocupaalosinvestigadores respecto de salud sexual y reproductiva masculina? Yo diría que la tendencia a la baja del recuento espermático. Este ha ido bajando desde la década del 70.
Para entonces la disminución era del 1%, ahora estamos sobre el 2% (... ). Hay una baja sustantiva de la normalidad en cuanto a este recuento y son múltiples los factores que indicen. ¿Ustedes lo están estudiando en Temuco? Sí.
Lo estamos estudiando en factores especialmente asociados al incremento de las enfermedades de transmisión sexual, la obesidad y la diabetes en los hombres; las cuales producen estados inflamatorios que aumentan la cantidad de neutrófilos, asociados a esa inflamación, y que al activarse liberan una red que ya demostramos es capaz de atrapar muchos espermatozoides, y por ende puede hacer caer el número crítico de espermatozoides. Usted comentó hace unos díasqueenelpasadoloshombres chilenos rehuían la consulta médica por temas sexuales y reproductivos. ¿Cuánto ha cambiado ese comportamiento? La visita médica era mucho menos frecuente. La mujer era la que acudía por temas de fertilidad, pero ahora acude la pareja, lo cual es fundamental porque uno puede conversar con ambos.
Los últimos estudios demuestran que en la actualidad ha disminuido en la mujer el problema infeccioso, se cree que en parte por el uso masivo de contraceptivos, preservativos y otros; en cambio en los hombres el incremento de enfermedades de transmisión sexual es mucho mayor. Hoy, la infertilidad está inclinada en un 52% hacia la población masculina. Eso significa ahora el hombre tiene un rol preponderante en los problemas de fertilidad.
Doctor, másalládesuexperticia, en la esfera más humana o íntima, ¿cuánto hay de ese joven que entró a estar medicina en la década de los 70 en el adulto que está ingresando hoy a la Academia Chilena de Medicina? Yo entré a estudiar medicina por la clínica, por la idea de ayudar a otros y jamás imaginé ser un científico.
Pero te atrapa ver cómo a través de la ciencia se puede ayudar a la medicina y a solucionar problemas que en otras latitudes no se estudian, porque nosotros estamos llamados a hacer ciencia para solucionar los problemas de América Latina. Por esto, cuando uno entra a hacer ciencia en medicina tiene que pensar cuál es la realidad nuestra.
Hoy en Temuco hacemos medicina traslacional, hacemos medicina básica, pero la conectamos con la clínica como un aporte a la salud de nuestra población. "En la actualidad, con nuestro grupo somos pioneros en determinar las células que se creían protectoras, los neutrófilos, en el proceso infeccioso, las cuales atrapan muchos espermatozoides y pueden estar asociadas al bajo recuento espermático. Pero diría que por lo que más se conoce a la universidad es por el proceso de congelación ultra rápida de gametos (Vitrisperm)"..