COLUMNAS DE OPINIÓN: La avalancha que viene
COLUMNAS DE OPINIÓN: La avalancha que viene FRANCISCO LEÓN PONCE, EXCONCEJAL DE PUNTA ARENAS Y PERIODISTA La avalancha que viene Un viejo refrán de la sabiduría popular indica que “tantas veces va el jarrón al pozo que termina termina quebrándose” y hay otro más que, con ironía, indica que “primero se pilla un mentiroso que a un ladrón”. Me permito acudir a la sabiduría popular a raíz de los más recientes escándalos que han sacudido al país y a nuestra región, muy amados ambos.
El primero de este tiempo, porque ha habido muchos más con anterioridad a estos meses, es “El caso Procultura”, el cual ha sido encubierto por una serie de mentiras, verdades a medias y ha evidenciado una lealtad casi perruna de muchos de aquellos que se presentaron como dueños de una “nueva moral” que iba a barrer con presuntos vicios del pasado reciente y que han terminado rindiendo cuentas ante la justicia honesta (porque (porque la hay) casi todos pero no de todo.
Por lo menos dos fiscales que se acercaron al centro de mando de la corrupción fueron alejados alejados de su tarea con excusas pueriles que suenan a subterfugios de protección para los conocidos corruptos mayores También ha sacudido a los chilenos eso de viajar al extranjero cuando los más de 25 mil funcionarios, funcionarios, bien pagados con fondos estatales... pero cuando hacían uso de “licencias médicas” de diverso diverso tipo, especialmente siquiátricas, locos de mentira, pero tan vivarachos que Penoso, criticable, repudiable y surge la primera primera pregunta: ¿ Dónde están los miles de millones que le pasaron a las “Fundaciones truchas”?... ¿Los sacaron del país para ese utópico reino de un siquiatra siquiatra alienado, entre otras cosas? Y la otra pregunta: ¿ Habrá sanciones para los sinvergüenzas que mintieron para pasear, eludiendo eludiendo el trabajo, cobrando sueldos a una entidad que carece de capacidad para controlar esos latrocinios latrocinios y que tortura con su demora o su rechazo a muchos enfermos de verdad, para los que las otorgaron, para las jefaturas que guardaron silencio silencio o se hicieron los lesos en sus oficinas, serán destituidos si el caso lo amerita? Las bolas de nieve bajan de la montaña en forma de avalancha imparable por su volumen y se han lanzado tantas bolas de nieve que, cuando bajen, espero que terminen en recintos carcelarios, con todos los responsables castigados y debidamente debidamente condenados, “caiga quien caiga porque nadie está por sobre la ley”, en este país... ¿Incluso el máximo responsable, a ese que pareciera proteger y encubrir, aunque se niegue, tantos “amiguitos”, incluso del pasado y los nuevos, nuevos, todos “bendecidos” con lealtad casi perruna, pero sinvergüenza?.