Megapuerto de Chancay: Proyecto chino en Perú genera repercusiones geopolíticas y alertas de posible uso militar
Tras una reciente publicación en el medio portalportuario, donde consignó que la construcción del Megapuerto de Chancay, ubicado en la costa peruana y operado principalmente por la empresa china Cosco Shipping Ports, ha generado una serie de repercusiones El puerto, operado en un 60% por Cosco Shipping Ports y un 40% por Volcan Compañía Minera, es parte de la iniciativa “Belt and Road” y ha suscitado preocupaciones sobre su potencial uso militar por parte de China en caso de conflicto.
Megapuerto de Chancay: Proyecto chino en Perú genera repercusiones geopolíticas y alertas de posible uso militar De acuerdo con una reciente publicación del medio británico The Telegraph, Evan Ellis, profesor del Instituto de Estudios Estratégicos del US Army War College, advirtió que, en caso de un enfrentamiento entre China y Estados Unidos, el puerto de Chancay podría ser utilizado por buques de guerra chinos para realizar operaciones contra la costa oeste de EstadosUnidos. Esta advertencia se basa en la ley china, que obliga a sus infraestructuras comerciales a estar disponibles para el Ejército Popular de Liberación en situaciones de emergencia. El proyecto de Chancay forma parte de la Iniciativa “Belt and Road”, el programa insignia de infraestructura global lanzado por el presidente chino Xi Jinping en 2013. Esta iniciativa tiene como objetivo fortalecer los vínculos comerciales y económicos de China con más de 140 países, particularmente en regiones como Asia, África y América Latina.
En el caso de Chancay, el puerto permitirá una conexión más eficiente con América Latina, reduciendo significativamente los tiempos de transporte de materias primas como el cobre, el litio y el maíz hacia China, evitando la ruta del Canal de Panamá. Sin embargo, el crecimiento de la influencia de China en América Latina ha generado preocupación en algunos sectores occidentales.
Danny Russel, vicepresidentedel Asia Pacific Policy Institute, señaló que el puerto de Chancay podría ser un ejemplo de la “lógica primero civil, luego militar” que China aplica en varios proyectos de la “Franja y la Ruta”. Según Russel, esta estrategia le permitiría al Ejército Popular de Liberación expandir discretamente su capacidad de proyección de poder en el extranjero. El impacto de la iniciativa “Belt and Road” se ha visto reflejado en el comercio global.
En 2022, el comercio entre América Latina y China alcanzó los 351.000 millones de dólares, superando los 297.000 millones de dólares de comercio entre la región y Estados Unidos, un hecho que ha sido visto como una muestra de la creciente influencia de Beijing en el continente. Gonzalo Ríos Polastri, subgerente general del puerto de Chancay y exalmirante de la marina peruana, ha negado cualquier uso militar del puerto. Según Ríos Polastri, los contratos firmados con el gobierno peruano no hacen ningunamención a la marina china. “Si alquilas un auto, nadie te dice: por favor, no lo uses para atacar un edificio”, comentó Ríos Polastri, refutando las preocupaciones sobre un posible uso bélico del puerto. No obstante, las advertencias sobre el potencial militar de Chancay no son nuevas en la región.
En otros casos, como en el puerto de Hambantota en Sri Lanka, China ha tomado control de infraestructuras estratégicas después de que los países anfitriones no pudieran cumplir con los pagos de construcción, lo que le ha dado a Beijing una posición clave en el Océano Índico. A pesar de las tensiones, Oscar Vidarte, experto en relaciones internacionales de la Pontificia Universidad Católica del Perú, afirmó que el principal interés de China en América Latina es económico. “China no busca competir directamente con Estados Unidos en la región, sino más bien evitar conflictos y mantener relaciones comerciales estables con gobiernos democráticos o autoritarios”, explicó Vidarte. El Megapuerto de Chancay representa una de las inversiones más significativas de China en América Latina, y mientras sus repercusiones geopolíticas continúan siendo tema de debate, su importancia comercial y económica es innegable. Sin embargo, el desafío para los gobiernos latinoamericanos será equilibrar las oportunidades económicas que ofrece la creciente influencia china con las preocupaciones de seguridad que suscitan estos proyectos estratégicos. La embajada china en Lima y la empresa Cosco Shipping Ports no han emitido comentarios al respecto. Mientras tanto, las miradas siguen puestas en cómo se desarrollará la operación de Chancay en los próximos años y qué papel jugará en el tablero geopolítico global..