Con lenguaje agresivo e invocaciones religiosas, el chavismo busca cohesionar sus filas
Con lenguaje agresivo e invocaciones religiosas, el chavismo busca cohesionar sus filas Los ataques de Maduro tienen antecedentes en los 25 años de chavismo en el poder, pero el contexto actual pone en duda la efectividad de esta estrategia.
S in mostrar pruebas, desde las elecciones del 28 de julio pasado, Nicolás Maduro ha dicho que las protestas sociales que piden transparencia en el proceso son lideradas por "terroristas" entrenados en Chile, Perú, Colombia y EE.UU. ; que el Consejo Nacional Electoral (CNE) es víctima de hackeos desde Macedonia del Norte; acusó a los opositores de ser "delincuentes fascistas" bajo el "tutelaje del imperio"; que WhatsApp, TikTok e Instagram son "multiplicadores conscientes del odio y el fascismo"; que el Presidente argentino, Javier Milei, y el dueño de X, Elon Musk, son miembros de "sectas satánicas", y que el chavismo triunfará "por el poder de Cristo". Ese lenguaje de choque provocó respuestas de todos los gobiernos y políticos aludidos (incluido el Gobierno de Chile), y ha ido acompañado de invocaciones religiosas (ver recuadro). Los expertos ven varias causas tras esta retórica, y también continuidad.
Piero Trepiccione, politólogo y consultor de opinión pública venezolano, dice que "hay un giro discursivo en la narrativa de Nicolás Maduro y de los factores de poder asociados al oficialismo", pero que comenzó durante la campaña electoral como "un intento de repolarizar al país". "Hugo Chávez llegó a la Presidencia en 1999 montado en una ola de polarización que se mantuvo durante más de dos décadas", dice el analista, pero agrega que "ahora el país es otro, con otras características, y vivió un proceso de despolarización social muy importante.
Entonces, ellos intentaron repolarizar para volver a dividir y sobre esa base mantener el poder". El chavismo aceleró esa retórica repolarizadora después de que el CNE diera como ganador a Maduro, y la oposición y gran parte de la comunidad internacional acusaran un fraude electoral.
En ese contexto, surgen declaraciones como las del canciller venezolano, Yván Gil, quien esta semana dijo que a Gabriel Boric "se le cayó definitivamente la máscara, queda al desnudo su gobierno pinochetista y golpista", luego que el Presidente chileno criticara el proceso venezolano.
Por eso, también, los ataques van con nombre y apellido --"para retomar ese camino de los buenos contra malos y que no haya términos medios", dice Trepiccione--. "Este señor, Edmundo González Urrutia, y la demonia de la (María Corina) Machado fueron a buscar jóvenes para pervertirlos, los lanzaron a la violencia y ahora los abandonaron", dijo Maduro esta semana al insistir en la teoría de que las protestas son organizadas desde el exterior. No es la primera vez que el chavismo recurre al discurso agresivo y de negación de la realidad. Todo bien, todo en orden "¡ Victoria en la ONU, victoria total! En camino al aeropuerto, con destino a mi Patria amada. La verdad de nuestros pueblos prevalecerá siempre sobre el odio y la mentira", tuiteó Maduro en septiembre de 2018 al finalizar un viaje a Nueva York. Ese año terminaría con una hiperinflación de 130.000%, el éxodo sumaría 2,5 millones de venezolanos y la tasa de homicidios alcanzaría los 81,4 por cada cien mil habitantes, de las más altas del mundo. El año anterior, las protestas contra la instalación de una Asamblea Constituyente que dejó sin atribuciones al Legislativo controlado por la oposición se saldaron con cerca de 150 muertos y una radicalización del régimen. Y de su retórica. Andrés Cañizález, experto comunicacional venezolano, dice que "ahora que Maduro está tan peleado con Chile, para mucha gente debe ser llamativo ese lenguaje, pero es usual cuando el gobierno está bajo presión. Eso también ocurrió con las protestas de 2014 (cuando fue detenido Leopoldo López) y de 2017.
La diferencia ahora es que esas eran movilizaciones que buscaban la salida de Maduro del poder, pero no estaban vinculadas a una demanda tan específica como en este contexto que tiene que ver con respetar los resultados electorales". Las referencias al iniciador del movimiento El uso de conceptos propios de la Guerra Fría, como "imperialismo yanqui" o "lacayos del imperio", es una "manera de narrar las cosas como si estuviésemos en otra época, y son términos que suele usar el Presidente Maduro, Diosdado Cabello, las altas figuras del poder en situaciones de tensión, como la que está atravesando en estos días Venezuela", dice Cañizález, autor de "Presidencia mediática", un estudio sobre el uso de los medios durante la presidencia de Hugo Chávez (1999-2013), quien también utilizaba un lenguaje descalificador. "Ayer el diablo vino aquí. En este lugar huele a azufre", dijo Chávez en septiembre de 2006 en el podio de la asamblea general de Naciones Unidas, en alusión al entonces Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a quien solía llamar "Mr. Danger" o "donkey" (burro). Cuando Chávez murió de cáncer en 2013, Maduro heredó el poder y también uso las formas de su jefe fallecido. Trepiccione dice que "Venezuela ha vivido un proceso de desideologización, y con esa narrativa (el chavismo) busca nuevamente cohesionar filas a partir de reideologizar, recordando el formato narrativo de Hugo Chávez.
Es como una manera de recuperar espacios perdidos en lo que en un momento determinado fue un nivel de influencia importante del partido de gobierno, que se ha venido deteriorando en los últimos dos años". El Centro Carter dio ganador a Edmundo González con más del 60% de los votos, mientras que Machado sube esa cifra al 67%. Esos números dejarían a Maduro con cerca de un 30% de apoyo, "una base que no es despreciable, considerando todo el desastre en que se ha convertido la economía venezolana y la vida misma", dice Cañizález, y agrega que "es un elemento que no se discute ahora, pero habrá que tomar en cuenta que el chavismo necesita, desde el poder, mantener agrupados, cohesionados a esa base", pero es algo que todavía está en juego.
Organismos de derechos humanos han documentado que, por primera vez en 25 años de chavismo, los más afectados por las detenciones en las protestas han sido los habitantes de barrios más pobres, antiguos bastiones del oficialismo. "Hay que ver cómo se lee en los sectores populares que siguen apoyando a Maduro el tema de la represión", dice Cañizález, y plantea sus dudas sobre la efectividad de la estrategia comunicacional chavista: "Todavía es temprano para saber si este lenguaje, como se está usando, cohesione o no a esas bases o si toda esta situación de confrontación termina restándole apoyo a Maduro, aun entre quienes votaron por él.
Algo que vienen mostrando los estudios de opinión, y que uno percibe en las calles, es que los venezolanos quieren pasar la página a estos años de conflictividad, y quieren una sociedad de reencuentro". La retórica del oficialismo venezolano: Con lenguaje agresivo e invocaciones religiosas, el chavismo busca cohesionar sus filas GASPAR RAMÍREZ MADURO ha cargado en duros términos contra opositores y otros gobiernos en los últimos días, ante la fuerte presión internacional contra su régimen.
ATON El 28 de julio, luego de que el CNE le adjudicara el triunfo, Nicolás Maduro dijo que "vencer al fascismo con la fuerza de Cristo, Bolívar y Chávez es una proeza". En los días posteriores insistió en los mensajes religiosos: "(Un grupo de curas católicos) Me dijeron exactamente lo que hay que hacer con el diablo, con los símbolos diabólicos que maneja Elon Musk. Miren su perfil, los símbolos diabólicos que tiene en su pecho.
Son sectas satánicas del poder estadounidense, que han articulado sectas como las de Milei o en Venezuela, sectas satánicas como el fascismo este, que ha atacado al país". Piero Trepiccione cree que estas invocaciones religiosas "son parte esto de una estrategia mayor. Ante la pérdida de popularidad, ellos han buscado la manera de hacer reingeniería política, electoral, y también de sus narrativas.
Entonces, la utilización de estos símbolos religiosos de alguna manera trató de establecer una relación de vinculación con factores de religiosidad popular en el país para recuperar capas de apoyo popular que se deslizaron en los últimos años". Esta espiritualidad se potenció en el contexto electoral. "¡Se cumplirá la profecía! Venezuela será el centro espiritual del mundo, y con el abrazo y la protección de Cristo, lo lograremos", dijo Maduro el 17 de junio pasado, en una reunión con representantes de iglesias evangélicas en el Palacio de Miraflores. n "Con la protección de Cristo".