MAGDALENA MERBILHAA bajo las luces
MAGDALENA MERBILHAA bajo las luces "Carolina Tohá está realmente de patio". "Este país está viviendo una `cueca en pelotas'". "Tú no tienes corazón. A ti lo que te falta es Dios.
Te tengo una lástima profunda". "Nadie que entiende de economía es socialista". Así son los zarpazos que esta periodista e historiadora lanza desde su tribuna en el controvertido panel de televisión "Sin filtros". Con un histriónico estilo que mezcla la ironía, el ataque frontal y las referencias históricas, Magdalena Merbilhaa --quien tiene un posgrado en filosofía de la educación en la Universidad de Kingston y hoy está haciendo un doctorado en filosofía en la Universidad de Bath Spa-se siente parte de esa derecha que "ha recuperado la voz, aunque todavía no gana la batalla cultural". Y reconoce que está gozando: "Me gustan los escenarios y sentirme como una rock star. Feliz hubiera sido actriz o tocado la guitarra eléctrica en una banda", agrega.
Su presencia en los medios la combina con las concurridas clases de historia que da varias veces a la semana en el restaurante El Toro, el lugar de moda para esa derecha "que ya no se avergüenza por pensar lo que piensa", dice. El local es del peruano Chris Portugal, quien se vio envuelto en una mediática polémica para las presidenciales de 2021 por ser gay y apoyar a José Antonio Kast. Con él y Francisco Orrego --también su partner en "Sin filtros"-tienen el programa "Los tres mosqueteros" en Radio Agricultura. "Quiero acercar la alta cultura a la gente en forma simplificada y amigable.
Estoy en contra de ese afán de los académicos por escribir de minucias tan específicas que no le interesan a nadie y que lo hacen solo para ganar `puntos Easy' por sus publicaciones". Como muchos en su mundo, reconoce que el estallido social de 2019 fue lo que la impulsó a salir de su "zona de confort". Luego de escucharla en una de sus conferencias sobre el tema, Checho Hirane la invitó a sumarse a Radio Agricultura, donde hoy es panelista de varios programas. "El 18 de octubre vivimos una `marea roja' que validó y romantizó la violencia. Eso fue alentado por los medios de comunicación, ya que apoyar lo que sucedía en las calles era popular y daba rating. Hoy, más allá de una crisis política, vivimos una crisis moral porque se ha perdido el consenso de qué es el bien y qué es el mal.
Y eso va en contra de la civilización", dice. --¿ Qué define lo que es el bien para usted? --Para mí, el mínimo civilizatorio son los diez mandamientos, cuyos preceptos son compartidos por muchas religiones, no solo por la Católica. Yo siempre hablo del bien, de la verdad y de Dios. Pero cuando tú nombras a Dios, ves que la gente de izquierda empieza a dar vueltas en círculos, como si fuera una palabra prohibida.
Yo me pregunto ¿ en qué momento Dios se transformó en algo que no se puede mencionar? En la Biblia hay una gran verdad y el que no sea capaz de reconocerlo es un ignorante. --¿ Hace falta escuchar más la opinión de la Iglesia? --Es una voz importante porque somos un país tremendamente creyente. Es más, cuando la Iglesia no habla cae en el pecado de omisión. Yo soy católica, apostólica y romana, pero al Papa Francisco lo encuentro funesto. Es un socialista peronista que ha hecho mucho mal. La Teología de la Liberación es la penetración del marxismo en la Iglesia. --Pero el Papa no defiende la Teología de la Liberación. --Mmm, pero tiene atisbos.
En general, no me gustan los jesuitas porque lo social lo impregnan de lucha de clases, lo que ha sido nefasto para Chile. --Usted se define como una conservadora. --Soy conservadora y tengo súper claro qué quiero conservar y por qué, pero también qué hay que cambiar. El conservadurismo no está pasado a naftalina, como muchos piensan. Para mí, lo correcto es correcto desde la época de las cavernas y lo incorrecto es incorrecto aunque se haga desde un iPhone 15.
El gran problema de la izquierda es que cree que todo lo nuevo siempre es mejor, cuando en realidad no siempre es así. --¿ Qué hay que conservar? --La democracia, por ejemplo. --La mayoría de los chilenos está por mantener la democracia. --Pero no todos concuerdan con qué se entiende por democracia, porque cuando se habla de "extender la democracia", en el fondo, se la está matando por dentro con las herramientas del marxismo. Por eso son tan importantes y urgentes las definiciones. Por ejemplo, cuando le preguntas a una feminista qué es ser mujer, empieza a moverse en círculos. O sea, defienden algo que ni siquiera saben qué es. Hay que conservar el concepto de familia.
Hoy se habla de que hay múltiples tipos de familias, pero al ampliar su definición se va en desmedro de las familias tradicionales, ya que al no ser "minorías" no existen suficientes políticas públicas en su favor. No solo las madres solteras necesitan ayuda, las familias bien constituidas también. --¿ Qué cosas representan el mal? --La Ley de Educación Sexual Integral (ESI), por ejemplo. Como se empaqueta en forma bonita, no se ve el mal que puede generar. El diablo siempre se viste de Prada, no solo en la película. Es encantador y engaña porque aparece con la apariencia del bien. La ESI, impulsada por los izquierdistas, es perversa. Siempre la infancia había sido sagrada y ahora ya no lo es. Ese es el peligro. --¿ Cree que la mirada más conservadora ha ido ganando espacios? --Hemos avanzado... Antes, los conservadores no teníamos lugares de expresión y representábamos lo políticamente incorrecto. Lo bueno es bueno aunque nadie lo haga, y lo malo es malo aunque todos lo hagan. Para la izquierda, sin embargo, lo malo es bueno si sirve para la causa, lo que incluye las muertes en los países comunistas y los robos en Chile. El perder la noción del bien y del mal hace que Daniel Andrade, de Democracia Viva, se sienta mártir y preso político. --Pero usted también es crítica de la derecha tradicional. --Sí. Durante mucho tiempo la derecha tuvo miedo de decir lo que pensaba, tanto en Chile como en el mundo. Como si pertenecer a ese sector significara ser mala persona. No solo ha faltado convicción, sino que también definir qué es ser de derecha.
Cuando yo le pregunto a esa gente en qué creen, me miran con cara de ¿ qué importa eso? Así, lógicamente, empezaron a defender las ideas de la izquierda y a tomarlas como lo "correcto". Lo políticamente correcto lo compraron todos. A esto se suma que para ser "pluralistas", los dueños de los medios de comunicación incorporaron a gente de izquierda. Ellos mismos se pusieron una cuerda al cuello y se la pasaron al Frente Amplio para que los acogoten. ¡Son muy estúpidos! Actualmente, cualquier programa que huela a progresismo atrae a los auspiciadores importantes. Radio Agricultura, por ejemplo, tiene solo un auspiciador grande y que está ahí porque los dueños son amigos de Checho Hirane.
Las lucas en televisión son para la izquierda. --Pensando en la próxima elección presidencial y municipal, ¿cuáles deberían ser las banderas del sector? --La madre de todas las batallas es la cultural, que es tremendamente ideológica. La izquierda odia la belleza porque no le gustan la verdad ni el bien. El otro día conocí a una mujer que tenía un look completamente "cultura del feísmo" y me dice que es feminista.
Yo la miré, bajé un poco la ceja, y le contesté "se nota". El progresismo quiere destruir lo que es la mujer, porque la mujer es femenina. --¿ Cuánto ha ayudado a este renovado orgullo de la derecha el triunfo de Javier Milei? --Por supuesto que ha servido, pero no olvidemos que detrás de Milei hay intelectuales brillantes. --Usted habitualmente advierte sobre el marxismo, pero en la derecha ya nadie habla de eso. --Es que el marxismo es muy peligroso. Tiene múltiples rostros y es como la hidra: da lo mismo que se le corte una cabeza porque le salen diez nuevas. De hecho, hay muchas personas que son marxistas sin saberlo, pero cuando las escuchas hablar, el lenguaje lo demuestra. --¿ Su gran adversario es el Frente Amplio? --El Frente Amplio es detestable. Son cabros muy soberbios y ese es el peor de los pecados, por eso Dante en la "Divina comedia" pone a la soberbia en el último círculo del infierno. Si a los que ahora están en altos cargos de gobierno los pones en el mercado, no ganarían ni la décima parte de su sueldo actual. Es una vergüenza saltar de la mesada del papá a la dieta parlamentaria. Existe una idealización de la juventud, pero el problema es que los jóvenes son muy temerarios y no tienen templanza ni fortaleza. La generación del Frente Amplio es como de algodón. Las estocadas de "Sin filtros" Antes de esta inesperada figuración política, Magdalena Merbilhaa era conocida por ser hija de Alicia Romo, la rectora de la Universidad Gabriela Mistral, la primera universidad de las nuevas privadas. Su padre, Arnaldo Merbilhaa, cuenta, era "encantador y bueno para contar historias. Eso le venía por lo argentino y yo lo heredé. Soy súper sociable, tengo como un millón de amigos, así como Roberto Carlos", cuenta.
El gran dolor de Magdalena --casada hace 25 años con Felipe Soffia y madre de cuatro hijos-ha sido la muerte de su hermana Alicia en un accidente en velero hace más de 10 años. "Éramos súper unidas y hablábamos varias veces al día. A mi hermana y a mi papá, que emocionalmente eran mucho más frágiles que yo, les contaba solo las cosas buenas que me pasaban. Los problemas los comparto con mi mamá, que es mucho más fuerte". Así es. Alicia Romo era famosa por su estricto sentido de la disciplina en los campus universitarios.
Sin ser rebelde, en esa época a Magdalena le gustaban los escotes y las minis; además, era profesora de aeróbica y DJ. "Nunca tuve un conflicto con mi mamá; al contrario, ella influyó mucho en mi visión del mundo. Las críticas que se le hacen son pura politiquería.
Ahora me comenta cada aparición en `Sin filtros'". --¿ Se siente cómoda con el estilo de ese programa? --El principal valor de "Sin filtros" es que es una cancha pareja donde hay espacio para todos los sectores. Si bien no es el formato adecuado para mí porque es muy difícil argumentar, he ido aprendiendo. Es difícil manejar la adrenalina, porque uno se enoja y eso te impide razonar como corresponde.
Además, yo juego con una ironía que la mayoría de la gente no entiende. --También se acusa al programa de hacerle mal a la democracia porque fomenta los extremos y la intolerancia. --Se lanzan estocadas sí, pero eso es una muestra de lo dividida que está la sociedad. Lo que pasa es que a la izquierda le molesta que exista un programa en que la derecha tenga la misma presencia que ellos.
Hay programas politicos que tienen bastantes más auspiciadores que nosotros, aunque se ve mucho menos. --¿ "Sin filtros" fomenta el diálogo democrático? --Es un aporte, porque abrió el espacio a nuevas visiones y les devolvió la voz a los que no la tenían. Eso es muy necesario porque, para que haya democracia, tiene que existir libertad de expresión y de opinión. Además, a la gente le gusta el morbo y el espectáculo. "Sin filtros" produce una adrenalina súper adictiva, la gente lo sigue y para muchos es una forma de educación.
La aguerrida panelista del programa "Sin filtros" es una de las revelaciones de esa derecha "sin vergüenzas", como ella la califica, y sus dardos los dispara sin pudor: al Papa Francisco, a la izquierda y dice que "los cabros del Frente Amplio son detestables". Y agrega: "la madre de todas las batallas es la cultural". POR JUAN CRISTÓBAL VILLALOBOS FOTO: SERGIO ALFONSO LOPEZ MAGDALENA MERBILHAA bajo las luces "A la izquierda le molesta que exista un programa en que la derecha tenga la misma presencia que ellos", dice sobre "Sin filtros". "Cuando tú nombras a Dios, ves que la gente de izquierda empieza a dar vueltas en círculos, como si fuera una palabra prohibida. Yo me pregunto ¿ en qué momento Dios se transformó en algo que no se puede mencionar?". se puede mencionar?"..