CARTAS: Un paréntesis necesario
Señor Director: Es innegable la presencia de los celulares, especialmente entre jóvenes y adolescentes y la discusión se ha centrado en la edad de uso y si debe omitirse en las escuelas. La UNESCO clara: solo deberían utilizarse en el aula cuando su aporte al aprendizaje esté explícitamente demostrado. Incluso señala que tener el celular cerca, aunque no se use, puede afectar la atención. Sabemos que la escuela es, o debería ser, un paréntesis en la vida cotidiana: un espacio que suspende, aunque sea por un momento, el ritmo acelerado del mundo para contemplar, preguntarse y pensar con otros. Como plantea Jan Masschelein, la escuela es un espacio de interrupción, donde se suspende lo dado, para volvera mirar lo común con otros ojos. No se trata de imponer una obligación, sino de hacer de la escuela un espacio que provoque presencia, sentido, deseo de aprender y estar con otros.
Un espacio tan interesante, tan vivo, tan sorprendente, que las notificaciones del celular queden relegadas frente a una pregunta bien formulada, una lectura que inquieta, una discusión apasionante, un silencio que invita a pensar y a la posibilidad de asombro por las cosas del mundo. Dra. Carmen Gloria Garrido F. Directora Escuela de Educación, U. Andrés Bello