Autor: MARIO VALLE
“Eloísa”, un buen rescate de una figura pionera nacional
“Eloísa”, un buen rescate de una figura pionera nacional Quizás por nuestra ubicación geográfica, que siempre hace mirar más hacia afuera que al interior, o porque en tiempos pasados no se les asignaba mayor importancia a los logros femeninos, es que la figura de Eloísa Díaz (1866-1950), pese a su importancia, es todavía poco conocida en el país.
Esta mujer marcó un hito en Chile al ser la primera en entrar a la universidad y la primera en graduarse en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y en ejercer la profesión en el país y Latinoamérica. Todo ello gracias al Decreto Amunátegui de 1877, que permitió los estudios superiores y el desarrollo profesional de las mujeres. Díaz dirigió el Servicio Médico Escolar, promovió los desayunos en las escuelas, así como la vacunación masiva. También hizo aportes en la lucha contra la tuberculosis, el raquitismo, la fiebre tifoidea y la viruela. Claro que eso en medio de dificultades e injusticias y abriéndose paso en un mundo eminentemente masculino. “Eloísa”, producción del Teatro UC, escrita por Emilia Noguera y Andrés Kalawski, y dirigida por Andreína Olivari (“Donde viven los bárbaros”, “Tú amarás”), intenta con escasos antecedentes estructurar esta puesta en escena. Tampoco se trata de una pieza biográfica.
La trama presenta a una joven científica (Andrea García-Huidobro), quien como un “pituto” prepara hoy una charla sobre Díaz para un laboratorio farmacéutico con el objeto de recaudar fondos para ir en ayuda de los más necesitados. Está sobrepasada con este desafío, a lo que se le suman las demandas de su pequeña hija y los trámites del divorcio de su marido. En eso está cuando se le aparece la propia Eloísa Díaz (Ana Reeves), quien más que contarle cosas de ella la hace cuestionarse su propia existencia.
Ambas intercambian información de sus respectivas vivencias, los cambios culturales y sociales que se han experimentado en el país y comprueban aquello en lo que se ha avanzado y lo que se mantiene más o menos en similar situación. Son dos mujeres y dos mundos totalmente distintos. Todo bajo una óptica femenina. Con una escenografía muy simple este montaje no sigue los cánones habituales y rompe la cuarta pared desde el principio, en que Eloísa aparece desde las butacas de la sala. Además, los espectadores son parte de la obra, ya que pasan a ser los asistentes a la charla. Solo los jadeos que se escuchan comoCrítica de Teatroparte de la ambientación en algunas escenas parecen estar de más. Ana Reeves nuevamente entrega una sólida interpretación. Ya el año pasado había realizado dos excelentes actuaciones en “Las gratitudes” y “Como si pasara un tren”. Aquí, una vez más, demuestra su aplomo sobre el escenario. La actriz desarrolla una muy adecuada expresión corporal llena de matices y gestos apropiados para su deslenguada representada. Tal es que en la función que vimos varias de sus intervenciones fueron interrumpidas por el aplauso del público.
En cambio, Andrea García-Huidobro, a quien en marzo vimos realizando un muy buen papel en “Educando a Rita”, aquí exagera la condición de estresada de su personaje, demasiado hiperventilada, lo que la hace poco creíble, aunque hacia el final tiende a morigerarse.
La pieza con varios tintes de humor además sirve para tocar temas actuales, que no eran usuales a principios del siglo XX, como el divorcio, el útero subrogado o los pueblos originarios, como también la situación de los farmacodependientes. Hay un buen entrecruce generacional, que incluso incluye palabras de las respectivas épocas.
“Eloísa”, de una hora de duración, es un buen rescate de una figura pionera nacional, algo que ya este año se ha visto en otras obras como “Amanda Labarca” y “Kelü”, sobre la astrónoma María Teresa Ruiz, que también presentó el Teatro UC. Son aportes al conocimiento de nuestra historia y sus protagonistas, a veces algo ocultas, como en este caso. Teatro UC. Funciones de miércoles a sábados, a las 20:30 horas. Hasta el 26 de octubre. ELLAVOIRAM. Crítica de Teatro Ana Reeves y Andrea García-Huidobro son las protagonistas de e