Denuncia a Manuel Monsalve: ABIERTA DE CURANILANVE
E TO RRE noche a la mañana se vea truncado. Nos pareció de una corporación ANTONIA DOMEYKO “Hay comentarios muy machistas", dice Karen Medina, diputada por la zona y ex-PDG. “Pero yo siempre en estos casos tiendo a creer y a confiar en las víctimas.
No me cabe en la cabeza que una mujer quiera desprestigiarse de esa manera, exponerse, porque aquí no es solo una exposición mediática, porque el daño psicológico que te puede provocar esto, de verdad, no se dimensiona”. —Hace días que no se le ha visto por acá —dice el conductor del colectivo mientras dobla por una pequeña calle camino a una población que queda en los contornos de Curanilahue, donde la mayoría de las casas son de madera y techos de zinc—. A él lo conozco porque ha sido colectivero de toda la vida, ahora sigue en el rubro transporte, pero tampoco lo he visto.
Parece que partió a Santiago donde la hija. —Yo supe que es la hija de la señora que tiene un local comercial —dice una señora mayor de pelo corto, sentada en el asiento del copiloto de un colectivo camino al centro—. Pero yo no sé —agrega moviendo la cabeza de lado a lado—; para mí, que fue una trampa o algo así que le hicieron a él, a Monsalve. —Con la mamá de ella hemos andado en las mismas ferias trabajando, y yo como madre estoy con ella, me duele que cualquier imbécil venga y la pase a llevar —dice una señora que usa anteojos y un polar arremangado hasta los codos, abriendo una bandeja de pescados para poner en su local. —Lamento lo que le pasó a la niña, yo la conocí cuando era jovencita, cuando estaba estudiando en el liceo pasaban con la mamá a comprar y me alegré cuando la mamá me contó que estaba trabajando en La Moneda —relata detrás del mesón de una verdulería una señora de pelo canoso. —Son pocos los jóvenes que logran abrirse camino en un medio difícil, y que de la noche a la mañana se vea truncado. Nos pareció penoso, terrible —dice el presidente de una corporación educacional, sentado en un escritorio de la oficina de dirección de un colegio en Curanilahue. La acusación contra el subsecretario Manuel Monsalve se interpuso el 14 de octubre y salió a la luz el 17, a través de La Segunda, aunque los hechos ocurrieron el 22 de septiembre.
Esa noche, según la querella presentada tres semanas después ante la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte, la funcionaria de gobierno, que trabajaba con el subsecretario, relató que ambos cenaron en un restaurante peruano, donde consumieron dos pisco sour cada uno y compartieron un tercero.
Al día siguiente, sin recordar lo que había pasado, señaló haber despertado desnuda en el Hotel Panamericano junto a Monsalve, con moretones en las manos y en la frente, además de notar manchas de sangre en la cama, ropa y en su propio cuerpo. La denuncia generó una reacción en cadena en todo el país. Y desde La Moneda revelaron que conocían los antecedentes desde hacía 48 horas. Hasta ese entonces, en Curanilahue, pocos sabían que la víctima había nacido en la comuna. Solo algunos medios lo consignaron. Atando cabos, un colega del padre de la mujer dice: —Cuando me enteré de que la víctima era de acá y era hija de él, entendí los motivos de su licencia médica. Desde el 8 de octubre que no lo vemos por acá. El es una persona de esfuerzo. Cercana a Monsalve, porque ha sido dirigente de base. Pero humilde, muy trabajador. En este artículo, todos los nombres de las personas de la comuna contactadas por “Sábado” han sido omitidos para proteger de la denunciante y resguardar su privacidad, así como algunos antecedentes en ese sentido. AD Primero fue el cierre de las minas en 2006 y, con ello, el sustento de un pueblo que siempre dependía del carbón.
De esa época, los monumentos en la plaza y los nombres de las calles son lo único que rememora el trabajo de los pirquineLa denuncia por violación contra el exsubsecretario del Interior sacudió al país, pero en la comuna de origen de la víctima, en el norte de la provincia de Arauco, el impacto ha sido aún mayor.
En una población marcada por el abandono estatal y donde figuras políticas como el militante socialista han tenido un peso significativo, el caso ha desatado dolor, rumores y una Crisis de confianza que parece difícil de sanar. POR ANTONIA DOMEYKO Y ARTURO GALARCE, DESDE CURANILAHUE. ros. Es un martes caluroso. Los cerros que rodean la comuna lucen cubiertos de pinos, los monocultivos que llegaron como una promesa de trabajo después del fin de la minería. La industria forestal trajo empleo, pero también empobreció los suelos, limitando la agricultura y, en voz de los propios pobladores, incentivando actividades ilícitas como el robo de madera. Hace pocos meses, el cierre indefinido de uno de los aserraderos más grandes de la comuna fue un golpe de gracia, dejando a 78 familias sin su fuente laboral. Por años, Curanilahue ha aparecido en las noticias por la falta de oportunidades, niveles preocupantes de alcoholismo y un índice alarmante de VIH que hasta hace poco superaba la media nacional. Este invierno, el desborde del río solo vino a agravar la situación: 3.003 personas resultaron damnificadas, con viviendas destruidas y cientos de casas dañadas. En medio de esta realidad ha vivido la familia de la denunciante. Su padre, un rostro conocido en la comuna por su rol de dirigente socialista, fue pirquinero en sus inicios y también pasó por el trabajo forestal antes de dedicarse al transporte. Una antigua dirigente del Partido Socialista abre la puerta de su casa. Son las 13:30 horas. En un living oscuro, rodeada por los retratos de Allende y el Che Guevara, habla del padre de la víctima y también de otro cercano, el exsubsecretario del Ministerio del Interior Manuel Monsalve. Refiriéndose al primero, cuenta que lo conoció de pequeño. Que lo veía en la casa de quienes lo criaron, sus abuelos, donde se organizaban comedores populares durante la dictadura. “Siempre fue un cabrito con ideas claras”, dice la mujer. “Acá mucha gente desconoce su raíz, pero él no, él siempre ha luchado como dirigente”. De pronto alguien toca la puerta. Es otro miembro del partido, alertándole a la mujer de los periodistas que pululan en la comuna, quienes estarían realizando “una caza de brujas contra el compañero”, en referencia al exsubsecretario Manuel Monsalve. Este último, acota la dirigente, ha sido una figura relevante para la comunidad desde que asomó como médico en el hospital de Curanilahue.
La mujer se emociona al hablar de él: lo recuerda carismático, elocuente en las reuniones del partido donde, señala, recibía admiración por su inteligencia. «El abría la boca y uno quedaba así... Se manejaba con todo lo que uno le preguntaba. Era brillante. Ahora estamos todos deprimidos por esto que está pasando”. La cercanía entre Monsalve y el padre de la víctima no era La cercanía entre Monsalve y el padre de la víctima no era casual. Este último era conocido por su entrega durante las campañas políticas del exsubsecretario, recorriendo barrios y pegando afiches con el rostro del denunciado. “Lamento lo que le pasó a la niña, yo la conocí cuando era jovencita. Me alegré cuando la mamá me contó que estaba trabajando en La Moneda”, relata una mujer de Curanilahue. casual. Este último, dice la dirigente, era conocido por su entrega durante las campañas políticas del exsubsecretario, recorriendo barrios, pegando afiches o instalando palomas con el rostro del denunciado. Para él, relata ella, el apoyo a Monsalve no era solo una obligación de militancia. La confianza entre ambos, narra, trascendía lo partidario, compartiendo en escenarios distendidos, como partidas de pooljunto a otros militantes.
Entre ambos, agrega, había una línea directa que lo hacía sentir valorado como “compañero”. Para explicar su relevancia en la comuna, la mujer describe cómo era percibido Monsalve no solo por los militantes socialistas, sino por la comunidad que lo apoyaba: un líder que entendía las necesidades del pueblo y que, tal como la familia de la víctima, había surgido de un contexto similar al de ellos, en Coronel, y educándose en establecimientos públicos hasta su titulación como médico en la Universidad de Concepción. “Cuando llegó a La Moneda, imagínese la alegría que teníamos acá. Ver a uno de los nuestros llegando tan lejos, era un orgullo.
Cuando una vez la ministra Tohá no estaba y él tuvo que hacer de ministro, llegamos a celebrar acá en la casa”. Ese lazo de lealtad hizo que la denuncia los golpeara con más fuerza, abriendo una grieta entre los militantes del partido y la comunidad entera.
Ella misma reconoce que junto a otros militantes han pensado en escribirle o llamar al exsubsecretario para brindarle “apoyo moral”. Sin embargo, decidieron no hacerlo por temor a que sus comunicaciones fueran monitoreadas y que los mensajes puedan llegar a manos de la PDI. De ser declarado culpable, “tiene que recibir castigo”, dice ella. “Porque el cariño no significa que vamos a tolerar que haya hecho algo que no corresponde. Eso es otra cosa”. Sin embargo lamenta lo ocurrido, pensando en las esperanzas que tenían puestas en el exsubsecretario. “El era bien evaluado tanto por la derecha como por la izquierda. Lo consideraban un buen líder. Incluso se proyectaba como un posible presidente. Y miren en lo que terminó todo”. En cuanto al padre de la víctima, reconoce que no ha pensado en escribirle para prestarle apoyo.
Solo menciona que su “compañero” debe estar en medio de un conflicto personal muy difícil, “al ser el padre de la denunciante y cercano a Monsalve”. A la madre de la víctima dice también conocerla, y la describe como una mujer “trabajadora y luchadora”. Al preguntarle si se ha acercado a brindarle apoyo, responde: “no”. AD Poco después de que explotara mediáticamente la denuncia por violación contra el exsubsecretario Monsalve, una mujer cercana a la madre de la víctima la vio caminando con los ojos hinchados y muy afectada. “Ella iba a abrir su local.
Le pregunté qué le había pasado, si acaso estaba enferma, y ahí me contó lo que le había pasado con Monsalve, que fue su hija la que vivió eso, la que denunció”. Una semana después de la denuncia, se publicó un reportaje en televisión, con un testimonio entregado de manera anónima por parte de la madre.
Consultada por revista “Sábado”, la madre indicó que periodistas de un canal la habían abordado afuera de su casa, pero negó haber dado una entrevista, así como también declinó participar de este reportaje “Por mi hija no quiero hablar, para no intervenir en la investigación”, dice la madre. Antes de partir al Gobierno, su hija había estado cerca de ella. Quienes las conocen de toda la vida, las recuerdan a ambas siempre unidas, incluso trabajando juntas. La hoy víctima es fruto de una relación pasada de esta mujer con el militante socialista cercano a Monsalve. A diferencia de este, la madre no es una persona vinculada al partido político. Lo demás es sabido: la denunciante estudió Ingeniería Comercial y luego regresó a Curanilahue, donde llegó a trabajar a un centro comunitario. Uno de los funcionarios del centro cuenta que ella ingresó en 2020 a través de un concurso público.
Ella se hizo cargo de un proyecto que buscaba desarrollar estrategias dirigidas hacia las personas con discapacidad de la comuna y, entre ellas, la conformación de cooperativas inclusivas a las que se sumaron varias personas, las que fueron capacitadas en formalización de empresas, entre otras cosas. Las personas con discapacidad que trabajaron con ella la recuerdan, los dirigentes sociales también, porque tuvo harta relación con ellos, el trabajo que desarrolló acá fue bueno”, añade. Ahí, dice, estuvo hasta 2022.
Luego ingresó a la Municipalidad de Curanilahue, que, según detalla el funcionario, fue “una designación bien sorprendente”, ya que una vez que asumió la alcaldesa Alejandra Burgos, entró ella a tomar el cargo del primer funcionario desvinculado que venía de la administración anterior. “Se comentó que era por un tema político, más que nada, por el papá, que ahí había cierto vínculo”, agrega el trabajador del centro. “Estuvo tres a cuatro meses y luego estuvo con licencia por un tema de estrés laboral por algunas problemáticas que hubo. Después ya se fue al Gobierno”. Desde el municipio confirman que la denunciante trabajó ahí; sin embargo, declinaron hacer una declaración aludiendo el escenario electoral de este fin de semana. Salir de Curanilahue, relata una vecina, no es fácil para los jóvenes de la comuna. Hasta hace menos de una década, el promedio de años de escolaridad en la comuna no superaba los 9,8 años. Y para una comunidad de 34 mil habitantes y fracción, salir y escalar exitosamente como profesional es motivo de orgullo. Al hablar del ascenso de Monsalve, las voces incrédulas sobre la acusación en su contra destacan sus méritos para haber llegado hasta un puesto protagónico en el Gobierno. Hay que considerar que muchos en el pueblo hablan de él como un referente.
“Desde el punto de vista de la educación, es muy malo lo que pasó porque uno les transmite alos estudiantes que hay ciertos modelos que se deberían seguir, y que son referentes de la sociedad, y uno de estos, de alguna forma, se nos cayó”, agrega el presidente de una corporación educacional en Curanilahue.
Al hablar del ascenso laboral de la víctima, hay quienes miran con admiración su desarrollo académico y su puesto de trabajo, viniendo de un origen humilde; sin embargo, también surgen opiniones que reflejan prejuicios y rumores. “Hay comentarios muy machistas”, dice Karen Medina, diputada por la zona y ex-PDG. “Pero yo siempre en estos casos tiendo a creer y a confiar en las víctimas.
No me cabe en la cabeza que una mujer quiera desprestigiarse de esa manera, exponerse, porque aquí no es solo una exposición mediática, porque el daño psicológico que te puede provocar esto, de verdad, no se dimensiona”. La diputada rescata también la valentía de denunciar. “Aquí voy a pecar, pero la investigación va a arrojar si efectivamente Monsalve le ofreció o no dinero a la familia, que es una de las sospechas que hay. Si se acredita el hecho de que no aceptaron, demuestra la integridad de ellos como personas”. Sobre el futuro de ambos, la diputada opina que será un final con destinos distintos. “Esto es la muerte política para Monsalve; es más, creo que va a quedar preso. Las cosas no van a quedar así. Y yo creo que la niña tampoco va a volver después a Curanilahue. Porque esto marca a cualquier familia, a cualquier persona”. S Quienes las conocen de toda la vida, las recuerdan a ambas siempre unidas, madre e hija, trabajando juntas para ganarse la vida.