La luminosa soledad de Hans Gildemeister
La luminosa soledad de Hans Gildemeister Hans Gildemeister EN 2022 PERDIÓ A LA MUJER DE SU VIDA, DESPUÉS DE 44 AÑOS DE MATRIMONIO: DOS VECES AL MES LA VISITA EN SU TUMBA CON VISTA AL MAR. LIDIÓ MEDIO SIGLO CON UN ÉXITO FULGURANTE QUE LO CONVIRTIÓ EN EL MEJOR DOBLISTA QUE HA TENIDO CHILE, PERO TAMBIÉN SE HA SOBREPUESTO A FRACASOS. ESTE ES EL ARQUEO DE UNA ESTRELLA QUE INSCRIBIÓ SU RAQUETA EN LOS ANALES DEL TENIS MUNDIAL. POR María Cristina Jurado. FOTOGRAFÍAS: Sergio Alfonso López.
H ans Gildemeister Bohner, el mejor doblista que ha existido en Chile, quien alcanzó el lugar 12 en el ranking ATP y fue Top 5 en dobles, un talento que maravilló al tenis internacional, hasta hace minutos proyectaba una figura imponente con autoridad. Pero este mediodía, todo parece haberse esfumado. S u metro ochenta y cinco de estatura se empequeñece frente al recuerdo. La figura de Margarita María Domínguez Delpiano, su mujer durante 44 años, quien murió de cáncer al pulmón en junio de 2022, llena la habitación.
Gildemeister hoy llena sus días con proyectos sociales que, a través del tenis, le están cambiando la vida a niños vulnerables y discapacitados en la Quinta Región, organizados por la Gobernación de Valparaíso, el IND y municipios de la zona. Da lo que sabe: su experiencia en el tenis. También se encarga de levantar un complejo deportivo en Casablanca en un extenso terreno donado. Lo social lo acapara. Desde que murió Margarita, vive solo en Zapallar. Ama vivir en la playa, en esta casa de 1892 donde ha instalado pequeños altares con incienso porque a ella le gustaban. Y dos veces al mes, en un rito que él inventó para sanar su tristeza, camina hasta el cementerio de Zapallar. Va a reencontrarse con Margarita. O Lala, como le decían. --Voy en la tardecita, con la puesta de sol. Llevo mi radio y me siento a escuchar la música que nos gustaba: Neil Young, Pink Floyd, Carole King, Eagles, America, Cat Stevens, Simon and Garfunkel. Cuando se cumplió un año de su muerte, el año pasado, hicimos un responso con el párroco de Zapallar y vino toda la familia. A sus 68, aunque está solo, dice que no se siente solo. Sus cinco hijas --Margarita, Natalia, Josefina, Camila y Catalina-tienen entre 45 y 32 años y le han dado doce nietos de todas las edades. Su mujer no alcanzó a conocer a la menor, Rosa. Quien fuera capitán del equipo chileno de Copa Davis entre 2005 y 2011, dice que sus niñas, aun. La luminosa soledad de Hans Gildemeister 0 que estahi casi todas casadas, viajan constantemente desde Santiago a acompañarlo: Y a mí me gusta estar solo. Viví muchos años solo en Estados Unidos y viajé mucho solo. Me gusta ver televisión, con mi mujer nos encantaba, también íbamos a la playa. Y estoy muy ocupado: paso cinco horas diarias en mis proyectos, estoy asesorando a muchos papás en el tenis. Y si quiero estar con gente, camino hasta el pueblo, es lo bueno de vivir aquí. Zapallar, donde aprendió a raquetear desde niño porque sus padres padres tenían un terreno, le ha sido amable a Gildemeister: No me iría de nuevo de Chile. Estoy aquí feliz con mis nietos, con mis hijas y con varios proyectos muy interesantes que desarrollé cuando aún estaba en Estados Unidos y pensé en llegar a Chile.
El más importante fue la Academia que tuve en Zapallar, me fue súper bien entre agosto del 20 a agosto del a Fue la época peak de la pandemia pandemia y Zapallar era uno de los pocos lugares que no se cerró. Y estaban todos los niños acá y querían jugar tenis. Mi academia fue una solución para los padres. Se terminó cuando se abrió la cuarentena, cuarentena, porque se me fueron todos. Y ahí también me fui a Santiago porque tuve el problema de la enfermedad de mi mujer. Me dediqué solo a ella los dos últimos años. Gildemeister y Margarita Domínguez crecieron juntos. Cuando el tenista comenzaba a pavimentar su éxito internacional, el hoy cineasta Gonzalo Justiniano, amigo de ambos, los juntó en el cumpleaños número dieciséis de ella. Pololearon tres años casi por carta él no paraba de viajar y en enero de 1978 se casaron. El tenía 21 años y 5. ha ella 19. fr Lo que más me apena es que no pueda estar con sus nietos. Era mi amiga, teníamos todo en común. Obviamente, a veces peleábamos, pero nunca una crisis verdadera. Fue mi única polola, y creo que yo, su único pololo. Yo creo en el destino porque llegué a su casa por casualidad. Estaba recién llegado a Chile, estudiaba en Estados Unidos.
Unidos. ciYqué fue lo más difícil cuando se casaron? Tener que viajar y dejarla a ella y a los niños, porque nosotros alcanzamos a viajar con dos niñitas a los torneos, y era caro porque yo pagaba todo. Hasta que llegué a una final de singles y dobles en un Master 1000.
En el hotel necesitábamos dos piezas y viajábamos con una nana porque yo no podía no dormir, tenía que dormir 8 o9 horas y entonces el dolor de oídos, de dientes... yo no podía Y, entre la suma y la resta, no me daba Ahí nos instalamos en esta academia en Tampa. Yo ya había entrenado en Tampa en la academia de Harry Hoffman, tenía 22 años. Gildemeister ha pasado más de la mitad de su vida entre triunfos.
Más que mal, fue criado, junto a cuatro hermanos, con estricta disciplina disciplina En el hogar de los inmigrantes alemanes Elena Bohner y Benito Benito Gildemeister no había espacio para no cumplir y él creció en la estructura. En el Verbo Divino había que estudiar, en el Stade Francais, ser el mejor con la raqueta, sin dejar de lado el fútbol y la natación. Cruzó su infancia y adolescencia adolescencia compitiendo y ganar se le hizo natural. A los 14 ganó el Orange Bowl, la competencia juvenil más importante del mundo y venció en cinco. Antes de los 23, se convirtió en una figura del tenis mundial. óQue ha sido para usted esta precocidad? precocidad? Ha sido para bien, e. 1. La luminosa soledad de Hans Gildemeister siempre he vivido las cosas para bien. Gané el Orange Bowl cinco veces, el torneo juvenil más importante del mundo en esa época. Pololeamos tres años con la Margarita y nos veíamos muy poco, no había videocámara, no había... tenía que llamarla por teléfono y era carísimo. Entonces una vez cuando vine a Chile le dije ya, cuando me meta a 40 del mundo, nos casamos. Y me metí a 40 del mundo y ya pude mantenerme. A los 21 años ya era 40 del mundo. Después seguí subiendo y fui 12. Y con ella estábamos enamorados y queríamos viajar juntos, por eso tomé la decisión de casarme y tener hijos jóvenes. (... ) Al hacer todo precozmente, gané. No tendría a mis hijas, ha sido pura ganancia.
Y, a lo mejor, si no hubiera estado casado, podría haber cometido errores, porque en el circuito hay muchas tentaciones. --¿ No sintió que por casarse tan chico perdía oportunidades? --Nunca me hizo falta nada más, al contrario, era muy feliz. A lo mejor hubiera viajado más, con la tercera niña ya no podíamos. Me cambió la vida, me era complicado viajar más de un mes. Las echaba mucho de menos. Días después de esta entrevista, impactado por la repentina muerte de Sebastián Piñera, Hans Gildemeister, piensa en la familia del estadista.
Él tuvo tiempo de aceptar la idea de que perderían a Lala, dice que tiene confianza en que Cecilia Morel y sus hijos vivirán su pena unidos. --Ellos tendrán, quizás, un duelo más complicado que nosotros, aunque el dolor es el mismo. Nosotros tuvimos tiempo de prepararnos, mi mujer solo decayó al final, cuando de la quimioterapia e inmunoterapia pasó a la radio, fueron diez sesiones. Ahí nos preparamos. Pero la Cecilia (Morel) estaba esperando que su marido llegara y de pronto se le vino el mundo encima. Para ella, sus hijos y nietos, será muy difícil, pero ellos son unidos como nosotros. Les deseo mucha entereza. En agosto de 2020, al estallar la pandemia, Hans Gildemeister, con una vida de éxitos, regresó a instalarse con su mujer en Chile.
Atrás quedaba uno de sus proyectos estrella, que le dio ingresos y satisfacciones durante casi una década: sus academias de tenis en Tampa y Clearwater, Florida, que habían germinado al finalizar su período como capitán del equipo chileno de la Copa Davis, en 2011. Desde 2012 comenzó a enseñar tenis en Estados Unidos y a proyectar talentos jóvenes para que accedieran a becas en buenas universidades de ese país. Tal como lo había hecho él en 1973, cuando, con 17 años, aterrizó en la Universidad de Southern California en Los Angeles, donde estuvo tres años con una beca deportiva. En Tampa y Clearwater, y hasta que regresó a Chile en 2020, Gildemeister gestionó el ingreso de más de 30 jóvenes a la educación superior en Estados Unidos.
Era como devolver la mano en un país en el que se formó profesionalmente hasta lograr 27 títulos --4 en singles y 23 en dobles-en el circuito mundial de ATP: --Esa academia era una pyme que funcionaba como reloj. Cuando nos vinimos a Chile fue porque ya sentíamos que los nietos estaban creciendo, ya era hora de venirse. Durante los ochos años que dirigió sus academias, este tenista comenzó a escribir su biografía que, por la muerte de Margarita, está detenida. Piensa retomarla. --Es considerado internacionalmente el mejor doblista que ha tenido Chile. ¿Cómo le influyó en su vida el éxito? --Yo creo que el éxito es la disciplina, puede ser mi parte alemana. En esa época ¡ uno era tan joven!... no me daba cuenta del éxito. Ahora me doy cuenta de lo importante que fue haber ganado cinco Orange Bowls. Creo que hay tres jugadores en la historia del tenis mundial que han ganado esa cantidad de torneos: Chris Evert, quizás Jimmy Connors y yo. Cada vez que salía de Chile, salía campeón sudamericano. Yo no conocía los segundos lugares. Era muy riguroso, con mucha disciplina. Me gustaba el tenis más que el pan. De chico hacía la cimarra para ir a jugar tenis; mis amigos, para ir al Coppelia. Durante los 80, se renovó como empresario de un club de tenis en Vitacura. Hace su arqueo: -Yo fui uno de los mejores juniors del mundo, me fui a una de las mejores universidades de tenis del mundo y después tuve éxito como profesional. Cuando me retiré, abrí un club del cual salieron Chino. La luminosa soledad de Hans Gildemeister Ríos, Gabriel Silberstein, se llamaba Club de Tenis Hans Gildemeister. Gildemeister. Me fue bien. Y también fui exitoso como coach profesional porque porque en Copa Davis llegamos dos veces a estar entre los ocho mejores equipos del mundo. Tenía dos muy buenos jugadores, Nicolás Massú y Fernando González, y eso influyó. Dice que hoy la realidad del tenis es otra. Todo ha cambiado, para bien y para mal. El nivel ha mejorado, han mejorado la raqueta, las zapatillas. Tú ves como los jugadores ahora en cancha rápida, se deslizan; en mi época, si nos deslizábamos, deslizábamos, nos quedábamos sin rodillas. Hay más recursos y viajan con un equipo completo. Nosotros viajábamos solos. Y los únicos tenistas que tenían coach eran (Guillermo) Vilas y (Bjiirn) Borg. Impensable hoy... Yo era muy autodidacta. Jugaba a dos manos, nadie me enseñó nada. El primer coach que tuve fue cuando llegué a la universidad en California, él me enseñó. (... ) Obviamente, la raqueta que jugábamos nosotros era mucho talento. Ahora tú puedes hacer un tenista si tiene algo de talento. Le puedes sacar físico, le puedes sacar la parte mental con psicólogo. Está la neurociencia, está la medicina deportiva. deportiva. Por eso es que están jugando tan bien. Pero no todo ha sido éxito en la vida de Gildemeister. De sus fracasos viene de vuelta y ha aprendido.
La década del 2000 le fue dura: en lo que evalúa como errores de inexperiencia, incursionó como empresario en aventuras comerciales que terminaron mal y que lo hicieron perder parte de su patrimonio ganado en el tenis. En 2010, el terremoto del 27-F destruyó completamente el sofisticado gimnasio que había montado tres años antes y tuvo que enfrentar solo una enorme deuda: no había seguros comprometidos. Y antes, a comienzos de los 2000, hizo una sociedad para construir canchas de fútbol de pasto sintético, un negocio que tampoco resultó. Fuimos los primeros que hicimos una cancha profesional de pasto sintético en el mundo, certificada por FIFA, en Puerto Mona. Hicimos varias canchas importantes, pero después la idea se chacreó. Empezaron a traer canchas de China, los precios bajaron y en el 2004 empezó a guatear el negocio. Me salí en el 2005. Le cuesta hablar del tema: Di vuelta la página muy rápido porque todos mis socios desaparecieron, desaparecieron, no se responsabilizaron, no respondieron. cQué aprendió? Aprendí a dedicarme al negocio que sé, que es el tenis. Y por eso no me estoy metiendo en negocios que no sean 100% seguros. Ahora ya no soy tan confiado como antes. Me pasó, más que nada, por ser confiado, por confiar en los demás. Eran empresas en que se suponía que tenía socios, pero los socios desaparecieron. Por eso di vuelta la página, porque o si no te amargas. (... ) Aprendí a elegir con quién meterme. Desde la muerte de Margarita, Hans Gildemeister redobló su concentración en sus actuales emprendimientos, todos relacionados con lo que más ama: el tenis y las obras sociales. Y es que, dice, a través del deporte se puede hacer mucho bien. Trabaja intensamente en la Quinta Región. En 2023 hicimos un proyecto con la Gobernación de Valparaíso y con el Instituto Nacional del Deporte, organizamos un torneo Challenger e incluimos 13 clínicas sociales. Todos los meses íbamos a uno o dos municipios de la Quinta Región Cordillera y algunos de la Quinta Costa como Valparaíso y Viña Me tuvo ocupado todo el 2023. Y producto de esas clínicas, ya hay varias gobernaciones que me han llamado para replicarlas, son clínicas inclusivas y masivas. Gildemeister se entusiasma al recordar su paso por localidades como Petorca o La Ligua, donde enseñó tenis a cientos de niños: Fuimos a Llay Llay, a Catemu. Fuimos muy bien recibidos porque porque llegábamos con redes, raquetas, poleras. Y además comida saludable. saludable.
Entre el Challenger ATP y las clínicas sociales pasaron L500 niños. iY este es un proyecto que usted ofreció a la Gobernación de Valparaíso? Sí, yo lo tenia estudiado antes de venirme: la parte social en Estados Unidos es muy fuerte. Todos los recursos que venían del IND eran pasados por la Federación de Tenis, con rendiciones muy ordenaditas porque son recursos del Estado y hay que tener mucho cuidado. Nicolás Massú fue a cuatro clínicas, yo lo invité.
En paralelo, asesora un proyecto deportivo con fines sociales en Casablanca, que incluirá canchas de tenis, fútbol y pádel: Un señor donó no sé cuántas hectáreas y le puso Acuyo, parece que en mapuche es Casablanca, y patentó el nombre. Es un complejo que tendrá arte, deporte y cultura para la comunidad. Pero Gildemeister no para ahí. En sus manos hay un proyecto para elevar el nivel del tenis joven en Chile. Es un proyecto con Argentina. Me di cuenta de que el tenis de menores en Chile se ha ido, cada vez hay menos gente que juega y el nivel no es tan bueno. Muchos papás me han pedido que entrene a sus hijos. Pero yo prefiero otra cosa.
Hice una alianza estratégica con la academia del (extenista y coach) argentino Alejandro Cerúndolo, padre de Francisco Cerúndolo, que está 22 del mundo, porque sale más económico que los chicos vayan a entrenar y a vivir en Buenos Aires con torneos todos los fines de semana Hans Gildemeister asesora a los tenistas, los acompaña hasta Buenos Aires y les recomienda dónde entrenar. Mientras trabaja en sus nuevos proyectos, dice que hoy extraña todo de Margarita. Todo. Ver televisión juntos, ir a la playa, estar con los nietos. Era mi compañera. Después de un año y medio ya de a poco va pasando la pena, pero nunca va a pasar yo creo. Y espero que nunca pase. No quiero dejar de recordarla nunca. Gildemeister y Domínguez pololearon tres años yen enero de 1978 se casaron. Él tenia 21 años y ella 19..