FABIO VALDÉS: "Estoy abrumado por la fatalidad; podríamos haber compartido diez años más"
FABIO VALDÉS: "Estoy abrumado por la fatalidad; podríamos haber compartido diez años más" revio a esta entrevista, Fabio Valdés escribió un relato.
Quería tener clara las ideas a transmitir, que a su vez le servirían de base para una semblanza que haría en la revista del Verbo Divino, colegio donde el jueves se realizó una misa con todos los excompañeros en honor a Sebastián Piñera.
Fue en ese lugar donde se forjó una amistad de 70 años entre el exmandatario y el actual director de empresas y presidente de Penta; para muchos, era su mejor amigo. "Yo he sido amigo de Sebastián desde los 5 años", se lee en el escrito. "Compartimos vacaciones en Caburgua, viajes al extranjero, penas y alegrías, como buenos y leales amigos". Valdés escribió acerca de sus juegos en la primera infancia; los viajes al campo de sus padres en Llay-Llay, su ingreso juntos a la Escuela de Administración de la UC.. . "Fue un alumno brillante. Yo --más limitado-no le pude seguir el ritmo, pero me ayudaba". Y, así, sigue la historia. Visiblemente afectado, acá no quiere hablar del Piñera Presidente ----para eso hay muchos, dice--, si no, justamente, del Piñera amigo --"Lo extrañaré muchísimo", asegura--. Han sido días intensos. Estando en su campo en Talca, se enteró del accidente fatal del exmandatario.
De ahí, llegó a la capital, estuvo en el ex Congreso, y luego en la casa de Cecilia Morel --"Me dijo: `Tú no eres solo amigo de Sebastian, eres amigo de la familia, así que no te puedes mover, esto no puede cambiar', rememora--. El jueves sería el día del Verbo Divino. Y el viernes, el funeral. --Para el entorno, usted era el mejor amigo de Sebastián Piñera. ¿Cómo ha vivido estos días? "Han sido días intensos, porque he recibido muchos llamados de gente cercana. Me llama la atención que me han dado mucho el pésame. Y pienso, `cómo, si no se murió mi hermano'. No captaba que la gente supiera que yo era tan amigo de Sebastián. Eso me ha conmovido mucho. A todos les cuento que estoy abrumado por la fatalidad; podríamos haber compartido diez años más. Estoy en relativo shock.
Además, me he desvelado todas las noches y he recorrido la infancia con él". --¿ Cuándo fue la última vez que lo vio? "En el aniversario de matrimonio en diciembre y en el cumpleaños de Sebastián. Ahora, en Ranco, me llamó para convidarme a almorzar. Me dijo: `Quiero a todos los Valdés acá'. Pero ese día, una de mis hijas tenía una celebración, y no pude ir. Después se fue a Brasil y ya no nos vimos. Y me vine al campo en Talca". --¿ Ahí se enteró? "Sí. Me llamó mi hijo Santiago, y me dijo: `Me han contado que se cayó el helicóptero de Sebastián'. Y ahí partieron los llamados. Yo tenía la secreta esperanza de que se salvara, porque Sebastián tenía mucha suerte, se le daban las cosas y tenía el talento para abordarlas. Muchas veces pensé: `Cómo va a salir de esta situación'. Y salía". --¿ Jugaba al límite? "Mucho, yo lo encontraba muy intrépido. Le decía `no juegues al límite en todo', en las inversiones, el helicóptero, el buceo, la política, pero le resultaban las cosas. Era una personalidad temeraria. Y cuando tú en economía --y vale para todo-compras más riesgo, tienes más rentabilidad. Y esa forma de pensar de mayor riesgo, mayor rentabilidad, era una atracción fatal. No tenía miedo". --Usted ha dicho que no se subía al helicóptero, ¿a usted le daba miedo? "Me daba miedo, encontraba bastante rasquita el helicóptero para un gallo que tenía esa fortuna. Era parte de su falta de ostentación. En Ranco me convidaba a ese típico paseo que hacía, 10 minutos para acá, 10 minutos para allá, pero nunca me subí.
Y me decía: `Pucha que eres mañoso, Valdés'. Yo tenía mucha confianza con él para mandarlo a la cresta". --Era una relación bien de hermanos... "Una anécdota: tuve un infarto y cirugía cardíaca hace algunos años. Sebastián apareció en la UTI, aun cuando no se podía entrar. Yo estaba entubado.
Le pedí un papel y le escribí: ´ Pregúntale a los médicos si con todo esto tendré alguna limitación mental'. No hizo alarde de preguntar y rápidamente me contestó: `Ninguna adicional a la que siempre has tenido, Valdés'. No podía reírme normalmente, pero lo hice con ganas y hacia adentro. Ese es un sarcasmo que uno acepta cuando es bien cercano. En junio viajamos a Grecia, convidado por él. Éramos muy cercanos, porque nos críamos juntos. Y por eso me califican como mejor amigo. Desgraciadamente, Sebastián no "No estuve en los entretelones, no me atrevía a molestarlo. Cuando estaba muy ocupado no hablaba, se encerraba en su escritorio a escribir y no le gustaba que le preguntaran. Y cuando se le preguntaba, tragaba. Y eso era un síntoma de que estaba preocupado y que no tenía una respuesta. Ahí lo vi caído". --Y aparte que en el estallido había una animadversión directa hacia su figura... "Sí, era un disparen hacia mí. No era clara la salida, como en el terremoto o la pandemia.
Pero, en fin, manejó el tema con sus ministros y salió lo de las reformas constitucionales y creo que le achuntó". --Una de las cosas que se le valoran hoy es justamente su defensa a la democracia, y su capacidad de ejecutar. "Era infinita. Piñera era más ejecutor que político. En el sentido de buenas políticas públicas, de crecimiento, de empleo, de exportaciones, de economía.
Yo no conozco Presidente con tanto talento ejecutivo". --¿ Cómo veía hoy a Sebastián Piñera? "Estaba en una situación parecida a Ricardo Lagos, o sea, como por sobre el gobierno o por sobre el Estado, procurando intervenir políticamente, pero no directamente, en encausar las ideas de su gobierno, en mover a los que fueron sus colaboradores para que levantaran la voz". --Pero no estaba alejándose de la política, como manifestó Lagos... "No, en ese sentido, cero.
Tal como escribí, hace unas semanas paseando en el lago Ranco, alguien se le acercó y le dijo algo así como `qué bueno verlo descansar, Presidente, relájese de la política y haga como el Presidente Lagos'. `Sí, cuando tenga 85 lo voy a hacer', le contesto sonriente. No andaba en esa. No lo veía retirado. No estaba sentado en la casa". --¿ Le preguntó si tenía intenciones de ir por un tercer período presidencial? "Muchas veces. No contestaba. Igual le decía, salte de eso, no sigas, tienes 74, hagamos una vida más relajada, no tengas el celular prendido. No se desenchufaba". --¿ Hubiese ido por un tercer gobierno? "Hubiese sido un e r r o r, m e h u b i e s e opuesto. Quizás las ganas podía tenerlas, pero nunca me dijo que iría, tampoco que no lo haría. No hablaba de eso". --¿ Cómo ve el fervor que se ha generado tras su muerte? "Una gratitud tremenda que afloró, que estaba guardada por todo el ambiente eléctrico que estábamos viviendo. Y en el fondo, cuando suceden estas tragedias, la gente comienza a acordarse de ciertas cosas que en el ambiente tóxico no expresaba. Y, además, el tema del accidente acelera mucho las reacciones de gratitud y de pésame. O sea, si Piñera hubiera muerto de cáncer, habría sido distinto". --¿ Hay una cierta justicia en esta actitud? "Obvio, y eso va a quedar. Ese es el triunfo post mortem de Piñera, cayó la teja de que, chuta, era mentira que este gallo era A, B, C; era un buen Presidente. Fue injusto el caso con Piñera, porque él no tuvo saña con sus opositores, y sus opositores, mucha saña con él". --¿ Por qué generó tanta saña? "El éxito crea saña, crea envidia. Y hay que derrumbar el éxito de otros.
Y eso es la bajeza humana". --¿ Cuál será su legado? "El legado es de un Presidente con muy buen diagnóstico de lo que debe ser la conducción de un país y con muy buena ejecución de ese diagnóstico. No hay otra figura con ese talento". --¿ Y en la política?, ¿en la derecha chilena? "No sabría responder, lo que diga me suena un poco falso, pitonizo. A lo mejor Evelyn concentra más la herencia, no lo sé". --¿ Y qué pierde usted? "Perdí a un amigo con el cual tenía la interacción que acabo de contar, conversaciones, viajes, celebraciones, asados. Y más me afecta perder a un amigo inteligente, porque él, en ese tema, era sobresaliente. Esto es un antes y un después para mí. Lo extrañaré muchísimo". lazos que se van quedando". --¿ Y qué le aportaba él a usted? "La cabeza. Aprendí bastante de él, de su inteligencia, de separar la paja del trigo, y de ahí ir al grano. Me gustaba conversar con él porque tenía una capacidad de síntesis buena respecto de cualquier cosa. Era inquieto por saber, inquieto por leer". --Se ha destacado que no tenía rencor... "Yo recorrí la zona cero, la avenida Bustamante, las cosas que se decían contra Piñera en las murallas. Yo decía: `Qué horror el nivel de odio'. Y le pregunté al respecto, y no me contestó ninguna máxima de nada. No tenía rencor, nunca le oí una crítica artera a un opositor, porque Sebastián iba siempre adelante. Yo lo retrato como una carrera de atletismo: el que va adelante, no tiene necesidad de hacerle zancadillas al de atrás. Es irrelevante el rencor cuando voy adelante". --¿ Pero habrá tenido momentos complejos? "Hubo dos. El primero, para la muerte de su mamá. Era muy cercano. Ahí lo vi abatido. Y para el estallido social, eso fue feroz, porque nadie entendía de dónde salía, era de otra galaxia. Y Sebastián tampoco supo nunca de dónde salió. Le pregunté muchas veces si tenía alguna explicación. Y me decía que no. Fue un fenómeno sociológico que lo pilló absolutamente de sorpresa". --Para un Piñera tan racional, como describe, debe haber sido frustrante no saber qué hacer... está para decir si es verdad o no.
Él se quejaba, eso sí, de que lo retaba más de la cuenta". --¿ Y por qué lo retaba? "No sé si lo retaba, pero le llamaba la atención, de fíjate un poco más en eso, fíjate un poco más en el trato, fíjate un poco más en la habilidad blanda... ". --¿ Era su punto débil? "Tal como digo en lo que escribí, le faltaba algo de empatía y de cercanía en su interactuar social. A mí juicio, era algo descuidado en el trato, en el saludar, en el felicitar o en el agradecer. Pero mi teoría es que su cerebro era tan potente que no le dejaba espacio a la habilidad blanda. Con sus nietos, sin embargo, brotó lo que no había brotado antes, una chochera impresionante.
Y creo que hacía esfuerzos con el resto, porque la gente que trabajaba con él, cuenta que las tuvo, pero claramente no era su fortaleza". --¿ Cuáles eran sus fortalezas? "Tengo vivo recuerdo un consejo que me dio para el examen de grado. `Mira, Fabio, al leer una pregunta del examen, trata de captar bien qué te están preguntando, porque es fácil perderse. Luego procura descubrir cuáles de las herramientas que nos enseñaron son las adecuadas para dar una buena respuesta. Evita la cháchara. Ahí, el profesor va a decir `este gallo cacha''. Me acordé de esto de hace tantos años y la sabiduría de lo que está ahí. Él la tenía clarísima.
Me acordé también de cuando me decía: `¿ Te has fijado, Fabio, que casi nadie toma nota en las reuniones de directorio? Increíble, y luego llegan a la próxima reunión con la mente en blanco a discutir lo mismo.
Hay que tomar notas para controlar la ejecución de los acuerdos y tareas pendientes'. ¡Algo tan sencillo que denotaba su sentido de responsabilidad, del trabajo bien hecho!". --¿ En qué se sostiene una amistad de 70 años? "No tengo una explicación, pero creo, sin falsa modestia, que él veía en mí algunas condiciones que le hacían falta". --¿ La habilidad blanda? "Exacto. El otro punto es que cuando en el campo los terneros se crían en el mismo corral, van a los potreros y están siempre juntos.
Además, se dio que estudiamos las mismas cosas, que las señoras son amigas, los hijos también, entonces, hay FABIO VALDÉS: "Estoy abrumado por la fatalidad; podríamos haber compartido diez años más" El presidente de Penta fue amigo de Sebastián Piñera desde los 5 años: Han sido días intensos. Decenas de personas le han escrito; muchos de los cuales le han dado el pésame. "Eso me ha conmovido mucho", dice. En esta conversación habla de amigo a amigo, no del Piñera Presidente --para eso hay muchos, precisa--. Relata anécdotas.
Profundiza en sus fortalezas y debilidades. "Esto es un antes y un después para mí", señala acongojado. · MARÍA JOSÉ TAPIA P Perdí a un amigo con el cual tenía la interacción que acabo de contar, conversaciones, viajes, celebraciones, asados. Y más me afecta perder a un amigo inteligente" Fabio Valdés, director de empresas y ex presidente de Icare. CRISTIAN CARVALLO Los amigos Sebastián Piñera, Fabio Valdés, y Carlos Alberto Delano en un año nuevo en Cerro Castillo..